viernes, 29 de mayo de 2009

Gamoneda y los neoanalfabetos literarios

No gustó a muchos miembros de la tribu literaria el que le concedieran hace tres años el Premio Cervantes de Literatura a Antonio Gamoneda. Parecía condenado a ser un escritor minoritario, maldito. De los que solo tras su muerte reciben algunos honores. Como Cernuda. Como Pessoa. Como tantos otros. Pronto intentaron descalificarle. Bastaba que emitiera cualquier juicio sobfre otro escritor, con un contenido literario, nunca de descalificación personal, para que tergiversaran sus palabras, entresacaran una frase y arremetieran con toda su carga malsana e influyente, que no por algo dominan los medios de comunicación. No podía soportar su sinceridad a la hora de esbozar su concepto sobre la poesía. Como cuervos caían sobre él. Son esos pequeños personajes que manejan la industria cultural, conforman "cuadras" de amigos que se reparten premios, conferencias y espacios de opinión en los medios de la incomunicación, de la falsificación informativa. Y pronto se les unían los neoanalfabetos que han convertido en un circo mediático la literatura, que consiguen con sus opiniones que cada vez ocupen las librerías y no digamos los grandes almacenes libros que en nombre de la literatura usurpan la literatura. Y pese a su saturación cada vez se lee menos y peor. ¿Gamoneda, Saramago, Ferlosio, Goytisolo? ¡Pero si no se les entiende! Y vale más así, que si los entendieran, ¿qué pensarían de ellos si todavía saben pensar? Porque son escritores tan profundos como críticos, verdaderos arquitectos del lenguaje y con trarios a una historia perversa que nos lleva a la incultura ilustrada. Aunque los exhiban de vez en vez públicamente, nunca serán zalameros, cortesanos, adictos al poder, de la izquierda o la derecha según soplen las farsas de la democracia. Porque en realidad quién manda y guía la literatura hoy es el dinero, el éxito, la publicidad, y bien que saben eso los críticos de Gamoneda. La fugaz y miserable gloria de aparecer en periódicos, radios o televisiones. Una sociedad neoanalfabeta no puede aceptar a escritores como Gamoneda, tampoco puede comprendert la carga crítica, histórica y lingüística de su poesía, como no puede comprender la de ese hombre tan sensible, sincero y maravilloso que fue Claudio Rodríguez. No aceptan a aquellos que por otra pàrte no necesitan ser defendidos, que su valía intelectual y humana está por encima del mercado y sus servidores. Les atacan porque necesitan ajustar cuentas con aquello que no entienden ni perdonan: la obra bien creada, el compromiso siempre auténtico.

2 comentarios:

Muriel Lightfoot dijo...

Bien, Andrés Sorel, he leído todas sus entradas desde ese diciembre del 2007 y ya veo la cantidad de comentarios... no sabía que dispone de blog y sitio web.
No se preocupe (si bien a veces ya sabemos que se agradece el no tener que verse obligado a responder a vaya ud. a saber qué fantochadas),el mío también está a cero y desde febrero del 2007.
¿Qué le podría decir que ya no sepa y mencione a estas profundidades de incursión planetaria?... pues quizá insistir en algo de lo que ya señala... somos nada... meros instrumentos con potencialidad de mejorarnos o destruirnos como tales instrumentos, y con alguna herramienta tb., claro instrumental,que a su vez puede coadyuvar a esa mejora o perversión, tanto propia como ajena, (es un decir),ya que tod@s somos congéneres y contemporáneos (aunque ya nos demos cuenta de que es casi imposible tratar como tal, a alguien que te ha violado a la hija o torturado al hermano -por mencionar algo tan dramáticamente habitual) mientras subsistimos, porque, aun con una conciencia mínima, casi no es posible pronunciar muy en alto, que existimos, cuando ya no son casi necesarios ningún tipo de viajes, en cuanto a constatar a qué niveles de desprecio inhumano raya la red social global, desde que los más avispados (es un decir), comenzaron , al parecer, hace cientos de miles de años,a facilitar el intercambio de bienes(quedándose con una parte, claro), acuñando y haciendo circular, cuentas, botoncitos, chapitas y demás materiales... ya sabemos que somos bastante propensos a las tergiversaciones (quien más, quien menos) más o menos graves y, así, el gobierno de Lo Pueblo, con sentir Comunitario, inercia por ese desprecio congeneracional a través de lo espaciotiempo, y en los mejores casos, en eso que conocemos como democracia, con sus dramáticas corruptelas y carencias... quizá sólo habría que darse alguna vuelta por lo que escribió Lao-Tse acerca de cómo se gobierna un pueblo... casi solo, y lo que hace ya tiempo se contempla, apariciones hipermultiplicadas, hiperelefantiasis de los cuerpos y fuerzas de seguridad de los Estados y las aledañas: escoltas, paramilitares, etc., que ya no dan abasto en cuanto a contener las lacras humanas que engendra el Sistema (quienes lo manejan, claro) y sus propias corrupciones.
En fin, no es intentar hacer una humorada, ante tal barbarie de daño y dolor sin cuento imperante, pero deberíamos tratar, por lo menos, todo lo considerado como mundos del arte, un año sabático (o cuando menos, un buen trimestre)de paralización total de actividades públicas, artísticas, certámenes, etc., a ver si así nos otorgaban (y se otorgaban esa Misericordia)a cada habitante planetario: esos 104 millones de euros, que se los sacan con la gorra, ya se sabe, hace dos años 847.000 millones de euros en gastos armamentísticos...
Salud y... COMPASIÓN (sin Duda)

Andrés Sorel. Escritor. dijo...

De la nada de donde venimos a la nada a donde nos encaminamos hay un rastro de búsqueda y de memoria. Y en él, como las estrellas que carecen de voz y comunicación entre ellas se encuentran voces que responden a sensibilidades compuestas de dudas y preocupaciones, dioses en el sueño y la palabra y rebeldes contra la fealdad y la corrupción

La Linterna del S. XXI