martes, 31 de mayo de 2011

15 y 22 de mayo. ¿Adónde vamos?

Número 20. 31 de mayo de 2011


INDICE


15 y 22 de mayo. ¿Adónde vamos?



Colaboraciones.



El futuro del Movimiento 15-M.


Carlos Taibo.



¿Existe el imperialismo, es un fenómeno mundial o es puro pretexto inventado por los socialistas?


José Eduardo Vázquez. -profesor y ensayista. Cuba-





15 Y 22 DE MAYO. ¿ADÓNDE VAMOS?




Con el hedor que desprende el PSOE, huele mal en España. Es algo que va más allá de la catástrofe electoral. Táctica y teoría de la política y consecuencias para un futuro cada vez mas sombrío. El partido popular es el mal absoluto, Y el pueblo, tan mitificado, al igual que la clase obrera, por los dogmatismos de la izquierda, es el vacío en que naufraga la denominada democracia. Nos referimos ahora al que, en ese vaciamiento del contenido de los nombres, síguese denominando partido socialista obrero español.


Es el poder por el poder. Sea en el Gobierno o en la oposición. Así no pueden analizarse ni victorias ni derrotas. Todo entra dentro del sistema aceptado, al que se han acomodado. La burocracia de las buenas formas para que nunca cambie nada.


Los barones: mediocres funcionarios. Su único fin es conservar los puestos que ocupan: poco trabajo, buenos sueldos, presencia mediática aunque cambien de bancadas en parlamentos, ayuntamientos, diputaciones. ¿A qué más pueden aspirar?


Poder y corrupción sabemos que son alianzas que en contadas ocasiones se disocian. Y el progreso, la ciencia y la técnica han convertido en meros funcionarios dentro de la banalidad del mal, a quienes pueden aplicar prácticas terroristas y cometer genocidios y masacres de toda índole. También a los torturadores y a los grandes ladrones que pasan por ser señores de la aristocracia económica o política. La ética y práctica del marxismo y de las luchas obreras, por desgracia, también fueron desmovilizadas por socialistas y comunistas: de Felipe González a Santiago Carrillo como dos ejemplos actuales. Lo mediocre termina volviéndose sucio, gris, aliado del vigente capitalismo que denominan neoliberal. El PSOE, primero con su política y luego con su esperpéntico análisis y solución a su profunda derrota electoral no busca en su suicidio como partido sino salvar la vida activa de sus más poderosos funcionarios. Que el diluvio sea para los demás, pero ellos queden a salvo. Empeñado, cada vez con más ahinco y decisión en que el neofranquismo se haga de nuevo con todo el poder en España. ¿Nadie puede, ha de reaccionar contra los López, Ibarra, Montilla, Blanco, Rubalcaba y demás farsantes políticos?


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Mientras ellos se autoproclaman candidatos y administradores de SU futuro y su partido continúa la larga marcha hacia la descomposición, las hienas, más astutas, estrechan su cerco: no quieren despojos, buscan toda la carne. Todos corruptos y al servicio de quienes verdaderamente gobiernan en España, Europa, el mundo: banqueros, oligarcas, obispos, empresarios, directores de los grandes medios de comunicación. Gracias a su labor se empobrecen en las sociedades capitalistas las clases medias y se destroza la vida económica y el futuro de los jóvenes, al tiempo que servicios sociales, como sanidad, educación, arrastran condiciones más precarias. Que casi el 90% de los ciudadanos disminuyan su nivel de vida es el tributo que se paga a ese 10% que aumenta sus beneficios en proporciones inverosímiles. Para ello tienen que tener a su servicio las armas y las leyes. No. No hay camino a la esperanza cuando los gestores públicos se colocan como asistentes de los capitalistas criminales. Ni se atreven a pellizcarles en sus fortunas con unos impuestos o restricciones mínimas en sus multimillonarios patrimonios. El miedo a perder sus favores les paraliza. Mejor no arriesgarse, seguir siendo criados retribuidos.


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Y el 15 de mayo. La protesta indignada pero encauzada para que pueda ser asimilable. De momento la pueden tolerar. Hasta que los destruya el cansancio y la impotencia o las contradicciones en que ellos mismos incurren. Si así no fuera, ya se encontrarían otras maneras más violentas de desalojarles. Las policías se educan para ello. Su misión es emplear la violencia contra los débiles, los diferentes, los desarmados. Los medios de comunicación pasarán de recoger la actualidad y darle cancha para aumentar las ventas a acosarles cuando también se les exija, y silenciarlos después. Contra los medios y los intelectuales al servicio del mercado y los colaboradores, aunque no lo reconozcan, del neoliberalismo, debían haberse revuelto con más fuerza los acampados en todas las plazas de España y no solo contra los políticos, que todos navegan en el mismo barco que aliena al pueblo y concede todo el poder a los terroristas que a ellos les pagan. Masa cada vez más ciega, manejada y esclavizada en lo que más que democracia debiera llamarse neodictadura.


Que los jóvenes o menos jóvenes acampados no se crean poder. Son apenas unas lágrimas rojas en la indignación, disueltas en el diluvio de cieno que cae sobre todas las tierras, pueblos y ciudades de España. Contra los monopolios se necesita algo más profundo que acampadas lúdicas y emotivas, por necesarias que estas sean. Paul Celan, uno de los mejores y más auténticos poetas del siglo XX, participó con entusiasmo en las manifestaciones de mayo del 68. Cantó La Internacional en francés, ruso y yiddish por las calles de París. Dijo que solo una revolución social y antiautoritaria podía transformar el mundo. Hasta que harto de éste no pudo más y se suicidó poco después arrojándose al Sena.. Como Walter Benjamin se suicidó tres décadas antes tras decirnos que era muy estrecha la puerta que daba salida al mundo en ruinas en que vivíamos.

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Muchos somos los que pensamos, soñamos, alentamos una revolución que impida la barbarie y decadencia de la actual civilización. Pero también somos conscientes de la dificultad de organizarla, llevarla a cabo, con los medios y formas que sea e impedir que se vaya disolviendo a la manera de los fuegos artificiales en las noches de verano.


C O L A B O R A C I O N E S


El futuro del movimiento 15-M



Carlos Taibo (para ‘La Directa’)



No es tarea sencilla la de pronunciarse sobre el futuro del movimiento 15-M. Lo más probable es que, conforme a la voluntad mayoritaria, se disuelvan antes o después las acampadas --es preferible cerrar racional y jocosamente esta etapa-- y se proceda a trasladar la actividad a barrios y pueblos. Todo ello en el buen entendido de que la posibilidad de restaurar el esquema inicial de concentraciones con poderoso eco mediático no quedará en modo alguno cancelada y de que, claro, el ritmo de los hechos puede ser diferente en los distintos lugares.


El tránsito del recinto del espectáculo mediático al más modesto de la acción local, aunque en modo alguno obliga a cancelar posibles iniciativas --campañas, manifestaciones-- de carácter general, parece deslizar el movimiento hacia una tarea más difícil y menos vistosa, al tiempo que, en sentido contrario, reduce los riesgos de burocratización y los intentos de coparlo desde fuera. No está de más que agregue una observación sobre la singularidad propia de la época del año en la que nos encontramos: la proximidad del verano tanto puede ser un inconveniente insoslayable --las iniciativas y las movilizaciones por fuerza se reducen en la mayoría de los lugares-- como una excelente oportunidad para recobrar fuerzas y plantear una ofensiva en toda regla a partir de septiembre. También hay que tomar en consideración el hecho, interesante, de que el movimiento ha visto la luz en un momento marcado por el final del curso en universidades e institutos, algo que a buen seguro ha reducido sus posibilidades de despliegue en unas y otros. La planificación al respecto de estas cuestiones --que invita a pensar inevitablemente en el medio plazo-- es, en cualquier caso, una tarea vital en el momento presente, tanto más si se convocan elecciones generales para el otoño.


Si se me pide un pronóstico sobre lo que entiendo va a suceder con el movimiento --y no sin antes avisar que en el camino penden varias incógnitas, y entre ellas los efectos previsibles de los intentos de moderar el discurso, por un lado, y de la violencia que el 15-M padecerá, por el otro--, me limitaré a plantear cuatro horizontes posibles. El primero no es otro que el vinculado con un rápido e imparable declive; me parece que semejante perspectiva es harto improbable habida cuenta de la vitalidad presente de las iniciativas y de la general voluntad de ir a más. El segundo nos habla de un eventual intento de colocar al movimiento en la arena política, a través de la gestación de una nueva formación o de la incorporación a alguna ya existente. Creo firmemente que las posibilidades de esta opción son muy reducidas, en la medida en que la mayoría de los integrantes del 15-M no parecen siquiera contemplarla. No puede descartarse por completo, sin embargo, una mecánica de divisiones y escisiones, en un grado u otro vinculable con este segundo horizonte.


Una tercera perspectiva nos dice que el movimiento podría dar pie a una suerte de extensión general, más bien vaga, dispersa y anómica, de formas de desobediencia civil frente a la lógica del sistema que padecemos. No descarto en modo alguno esa posibilidad, que sería una suerte de manifestación abortada de lo que me gustaría que cobrase cuerpo realmente: hablo del cuarto, y último, horizonte, articulado en torno a una fuerza social, que desde perspectivas orgullosamente asamblearias y anticapitalistas, antipatriarcales, antiproductivistas e internacionalistas, apostase por la autogestión generalizada e inevitablemente se abriese a las aportaciones que deben llegar de sectores de la sociedad que todavía no han despertado. Esa fuerza, que habría de acoger en su seno, claro, al movimiento obrero que todavía planta cara al sistema y se enfrenta a los sindicatos mayoritarios, provocaría el alejamiento de una parte de quienes en inicio se han incorporado a manifestaciones y acampadas.


Sólo se me ocurre aducir dos argumentos en provecho de la materialización del último horizonte mencionado: si, por un lado, en muchas de las asambleas realizadas en las acampadas se han revelado por igual una sorprendente madurez y una más que razonable radicalidad en los enfoques --se ha pasado a menudo de la contestación de la epidermis que suponen la corrupción y la precariedad a la del corazón del capitalismo y la explotación--, por el otro debemos dar por descontado que nuestros gobernantes van a seguir en sus trece, esto es, no van a modificar un ápice el guión de sus políticas. El hecho de que hayan decidido morir al servicio del capital mueve audazmente, en otras palabras, nuestro carro.




¿Existe el imperialismo, es un fenómeno mundial o es puro pretexto inventado por los socialistas?


José Eduardo Vázquez


Para responder a esta pregunta, es oportuno, hacer al menos un poco de historia, a riesgo incluso de desatender determinados aspectos por la lógica cuestión del espacio.


Es posible pensar y así que lo piensa mucha gente con la mayor buena fe del mundo, que todo cuanto ha surgido dentro de los marcos de la sociedad humana y en particular, dentro de los marcos de la sociedad capitalista industrializada, obedece únicamente, a los esfuerzos que en tal sentido, el hombre ha sabido hacer. Si nos remontamos a una fecha tan temprana como el siglo XIX, descubriremos que esta verdad, a las cual hacemos referencia, parece existir de por sí. Por tanto, podremos estar de acuerdo que, esa misma noción de aparente idilio que el capitalismo mostró en una etapa de su desarrollo, “la que parecía estar movida por un principio de bienestar que incluía al parecer al ser humano”, infundiendo en la conciencia de todos un fuerte sentimiento de progreso; poco a poco y al paso del tiempo, fue desmoronándose como castillo de naipes ante los ojos atónitos de quienes la percibían.


Ya para finales del siglo XIX se van a ver claras cuales serán las intenciones futuras de las potencias y especialmente, de la potencia norteamericana. José Martí, hace, al celebrarse la primera conferencia monetaria internacional en Washington, un profundo y medular análisis de este evento, dejando claro para las futuras generaciones-y nosotros somos esas generaciones a las que alertaba- una oportuna advertencia. Advertencia en primera instancia a las Repúblicas Latinoamericanas que recién habían alcanzado su independencia y que aun, en alguna medida, mantenían vivas las estructuras económicas y financieras heredadas de sus antiguas metrópolis, lo que las convertía, en Repúblicas extremadamente débiles y propensas por demás, a ser fácilmente manipuladas; esta realidad va a moverse como un lastre para constituir un elemento fundamental que contribuirá en gran medida a la división de las mismas, por otra parte, otro factor influiría en este proceso secesionista, lo pondrían los numerosos caudillos salidos de las filas de los ejércitos independentistas que, traicionando los sueños e ideales de Bolívar, trabajarían decisivamente para facilitar este esfuerzo.


Todas estas contradicciones con las que nacíamos al concierto de las “naciones libres”, nos trajeron de la mano también, los peligros de caer rendidos ante el vecino poderoso y ante su doctrina del “Panamericanismo”; la que preconizaba, “América para los americanos” Estas Republicas inexpertas en el arte de gobernarse por sí solas, serian sin embargo, fácil presa para coaligarlas en un haz, bajo la bandera de las barras y las estrellas haciendo de ellas; naciones formalmente libres más por su compromiso y dependencia que por sumisión voluntaria. Pero esta advertencia, a la distancia de más de un siglo, toma total actualidad. Deben por tanto, haber sido muy angustiosas estas jornadas para que hayan producido en el apóstol de la independencia cubana análisis tan revelador.


Ahora bien, para tratar de responder a la pregunta inicial, y sabiendo además de la posibilidad de que surjan otras nuevas interrogantes, trataremos, por razones metodológicas, de acercarnos a este asunto auxiliándonos de un documento realmente importante para entender este fenómeno:


En el libro “El Apocalipsis Según San George” su autor Eliades Acosta nos hace la revelación siguiente: “tomada de una publicación del año 2003, aparecida en la página web del Center for History and New Media, de la George Mason University, tomado de un ensayo de Paul Schroeder; titulado: ¿Is the U.S.Empire?, suscitando en su momento un debate on-line verdaderamente útil si queremos entender “la limitada capacidad de análisis de la sociedad que rige los destinos de buena parte del planeta”


“La reflexión del eminente profesor-nos dice el autor-debió ser incomoda e inquietante, dirigida a no permitir el sueño para quien la leyera; por supuesto, para los lectores promedio norteamericanos; es de imaginar el estupor de muchos, cuando se enfrentaron a esa idea”


Mis palabras-cito a Schroeder-no constituyen una propuesta académica, sino un intento por iluminar la decisión que deberán tomar los Estados Unidos. Este país, aun no se ha convertido en un imperio (…pero) La doctrina Bush proclama ambiciones y objetivos de incuestionable carácter imperialista (…) -El cuento de la Buena Pipa- Tal parece, que Schroeder, no logra por más que lo intente, evitar el tácito reconocimiento, por otro lado, cabría preguntarse: ¿a qué decisiones debe iluminar Schroeder en el futuro de los E.U.? Y ¿si no es un imperio en el sentido más estricto del término, qué lo obliga entonces a hacernos tal revelación?


Pero como si hubiese sido llamado al rescate, el 4 de febrero el propio año, James Wilson escribe: “por ninguna razón, en toda la acepción de la palabra, puede considerarse que los Estados unidos son un imperio…”


Todo parece indicar, que Wilson, sale a enmendar el error cometido por Schroeder en su momento y agrega, como para tratar de levantar una cortina de humo: “El imperialismo, en su sentido moderno, se asemeja al capitalismo: un pretexto inventado por los socialistas, un chivo expiatorio para justificar las criticas.”


Sinceramente, si este señor no es un miope, lo cual dudo, no nos deja otra opción que pensar que, ¿sus argumentos carecen de todo fundamento donde apoyarse? El capitalismo, es bueno recordarle a Wilson, adquirió su desarrollo precisamente por depredar de manera despiadada a los pueblos, ni que decir tiene entonces de los horrores que el imperialismo en su fase más reaccionaria le está causando a las naciones; parecería que unido a la miopía evidentemente intencionada de este hombre, une la desmemoria; sería bueno recordarle algunas cuestiones que yacen en la historia reciente. La guerra hispano-cubano-norteamericana, es reconocida por Lenin, como la primera guerra imperialista en la historia moderna, no reconocer eso, por tanto, es sencillamente escandaloso, por otra parte, no resultaría ocioso hacer mención del incidente que dio lugar al conflicto indochino del pasado siglo, o lo que ahora mismo está sucediendo en Irak, Afganistán, Libia, y cuyas consecuencias ya las está pagando la humanidad. ¿Quién puede asegurar que peligros pueden derivararse todo ello”. Nos parece sencillo, el señor Wilson, hace uso de un eufemismo para tratar de resolver el dilema; lo que él considera “no sin razón” una invención de los comunistas.


El imperialismo, queda claro, en la etapa actual, se ha erigido como un sistema de proporciones planetarias que no reconoce frontera de ninguna naturaleza, pero veamos casi a modo de conclusión que planteó el 6 de febrero Martí refiriéndose precisamente a las palabras de Wilson: “Claro que los Estados Unidos son un imperio y lo han sido desde su surgimiento (…) En su patético comentario James Wilson afirma creer que los imperios son solo creados por las élites y gobiernos y no por las personas. (…)”


¿Existe entonces miopía, amnesia, u otra enfermedad de la cual sea necesario prevenir a Wilson para se trate o será al imperio que lo amamanta a quien hay que prevenirle las enfermedades que desde su nacimiento lo corroe?


Pensamos que no, pensamos que lo que si existe en este sentido, son dobles intenciones, propósitos ocultos. Los pueblos deben tenerlos muy en cuenta.

jueves, 19 de mayo de 2011

Número 19. 15 M. Puertas del Sol. ¿Inicio de la rebelión?

NADA DE INDIGNAOS,REBELAOS

Escribía en mi revista LA ANTORCHA DEL SIGLO XXI el día 12 de abril: "¿Indignaos? No. Rebelaos. No más quejas y lamentos. No más denuncias en papel mojado. No más plañideras... No basta con indignarse. Hay que rebelarse. Y para ello se tiene que alentar la rebelión, al margen de quienes diciéndose de izquierdas están pagados para impedirlas... Ahondaremos en este imprescindible tema para huir de la esclavitud que cada vez más nos oprime"
Y hablaba de las redes sociales que a través de Internet u otros medios podrían comenzar a organizarla.
15 de mayo. Puerta del Sol de Madrid. Y de seguida en otras ciudades de España. Poner en marcha un proyecto para nuestra propia vida, para el desarrollo de una sociedad y de un mundo más justo y libre.

ELECCIONES Y PROTESTAS.

Las elecciones son siempre una farsa, un siniestro espectáculo para alimentar el reino del fraude y de la simulación de la democracia, para que los ciudadanos se crean que así participan en la política y existe libertad. Fotos como la de la Plaza de Toros de Valencia con Camps y Rajoy no son sino un espejo para vomitar. Por eso la rebelión no es problema de unas fechas, 15 de mayo 22 de mayo, no. La lucha debe continuar.

EL NUEVO FASCISMO AL PODER

El partido popular nacionalfascista (PNF) heredero de Franco y Aznar ganará las elecciones, sin duda. Nadie puede conformarse ante ello, fraude electoral que apoya el otro gran partido. La lucha, hasta las próximas elecciones, no solo debe continuar, debe incrementarse, por estos y otros medios. Acosar la configuración del Estado y su dependencia del imperio económico europeo y norteamericano, denunciarlo para que los incubadores del miedo no sigan destruyendo la libertad y el pensamiento de los ciudadanos, para que éstos se sacudan el letargo en que habitan y despierten también. Y a los otros, a esos miles de millonarios que explotan el trabajo, el ocio y la propia vida de los millones de españoles víctimas de sus poderes corruptos y alienantes, no hay que dejarlos respirar.
La batalla contra la mayoría de los medios de comunicación debe ser implacable. Porque ellos también son culpables. La Alemania de los holocaustos de ayer, no debe regir a través de su neofascismo "la solución final del hoy". Y a los tipos de la CEOE -al margen de los sindicatos que se plegan a sus exigencias- hay qued gritarles que no son los nuevos señóres feudales de la horca y el cuchillo aunque vayan de trajes de marca y corbata y usen palabras para imponer su ley. Menos fútbol y gritos de masas enloquecidas de "a por ellos", y más a por ellos por derechos humanos, sociales y políticos.

NI POLÍTICOS NI INTELECTUALES.

Ni políticos ni los denominados más o menos intelectuales deben ser los protagonistas de estas acciones. Que como un tsunami que nace de las aguas incontenibles del océano, la ola de protestas se vaya haciendo cada vez más fuerte y potente llevando a todas las gentes sin nombre en el mercado del espectáculo pero con vida al margen de la publicidad del espectáculo, sea cual sea su raza, cultura, procedencia y medio de vida a una auténtica revolución. Es preciso destruir el orden del desorden , las herencias de las leyes, religiones, culturas para crear nuevas formas de convivencia,. participación, desarrollo, justicia. A las democracias virtuales, a la simulación de la libertad debe imponerse la democracia participativa, la igualdad para todos. Se está combatiendo el injusto presente. Tiempo habrá de construir el futuro.

lunes, 9 de mayo de 2011

Número 18

Sumario

Gerónimo.

Del paro, de las reinas y del nunca extinguido monstruo: la Iglesia.


Colaboración


Armando Fernández Steinko:


Actuar unidos: mesas de convergencia para luchar contra la crisis.


GERÓNIMO


Todo está claro gracias a este simple nombre. Significa más que cien imágenes. Los motivos de un imperio genocida. El odio al "otro", el diferente. Al que no se resigna a ser esclavo del conquistador. Ayer fueron los indios. Pueblos que habitaban territorios de los que debían ser desalojados a sangre y fuego por los conquistadores. Ellos, pueblos que habitaban con sus leyes y costumbres en extensas praderas, que intentaban defenderse cuando les atacaron gentes blancas herederas de viejos Imperios europeos que se habían apoderado del nuevo Continente -para ellos, no para sus pobladores- y que tras cruentas guerras y salvajes genocidios al fin serían exterminados.


Y Estados Unidos se convenció de que el mundo entero podía ser territorio de conquista y el expolio de sus riquezas y la esclavitud de sus habitantes les convertirían en la mayor potencia del Universo. La ley del más fuerte.


Y tras el dominio sobre la "otra América", que no deja de buscar su segunda independencia, llega la hora de los otros "los musulmanes", el mundo Islámico. Primero el jeque Osama Bin Laden fue utilizado por Estados Unidos, contra otro Imperio que ya se encontraba en agonía, la URSS. Un eslabón más en la cadena de tierras que situaba en sus planes expansivos. Vietnam, Afganistán, Irak, Libia, pasando por otras situadas en el Continente africano. Petróleo, gas, minerales, puntos estratégicos para establecer sus bases militares, para utilizarlos en sus ininterrumpidas agresiones militares a otros pueblos.

Gerónimo, el indio rebelde. Bin Laden el que tras ser utilizado a su servicio, se volvió contra ellos.
Sus fines, sus procedimientos de lucha, pueden ser distintos. Los estrategas norteamericanos que bautizaron con este nombre la destrucción de su nuevo enemigo, responden a un mismo plan: el terror y la conquista se encuentra detrás. Lo demás no dejan de ser justificaciones que nada pueden justificar para su política terrorista.

No, no ha sido la guerra quién ha terminado con Bin Laden. Cruzada policiaco- a la que tan acostumbrados nos tienen en los dos últimos siglos. Guatemala, Puerto Rico, Chile, Argentina... en Cuba no han podido hasta el momento imponerse.


Con la connivencia de Pakistán y el aplauso de los súbditos de otros Gobiernos, como el nuestro. Utlizando las más salvajes torturas, los medios más poderosos de que dispone. No dudando en asesinar a cuantas personas, mujeres y niños incluidos, se encontraran en la casa del patético hombre más buscado del Planeta, coartada con la que han desencadenado asesinatos de toda índole contra pueblos enteros.


Han aparecido unas cuantas fotografías. Los amos deciden que no se den las del propio asesinado, Bin Laden. Le sorprendieron indefenso, un fanático que lleva años escondido, desgraciado e inerme, volaron su cabeza, le dejaron los "rambos" tal vez irreconocible y arrojaron sus restos al mar. Es su ley. La que impera en Guantánamo. Y en los patios traseros del país que bendice las torturas, los asesinatos y las religiones y sectas más retrógradas que se dan en el mundo, junto a las que intentan imponer los propios Bin Laden.


Y da tristeza escuchar a gentes como Vargas Llosa -cuando habla no le considero escritor- y otros que se dicen intelectuales, bendiciendo esta manera de entender el humanismo, la libertad y la civilización.




Todo lector debiera pronunciarse ante hechos como el aquí tratado. Y pensar que un día, no importa cuando, también irán a por él


Del paro, de las reinas y del nunca extinguido monstruo: la Iglesia.


Aumenta el paro. Y los siniestros comentaristas de la ultraderecha que ofician en los medios de comunicación, y que como los demonios son legión, y los políticos de la llamada oposición culpan a Zapatero y a su gobierno de esta anomalía, que no es sino normalidad gracias, entre otros, a ellos, a sus empresarios, a sus bancos, a la organización corrupta y siniestra de eso que llaman Europa. Porque el paro, como el problema de los inmigrantes y la cada vez más extendida xenofobia, y la abismal desigualdad que rige la vida de los ciudadanos, no es sino una consecuencia del sistema económico, político y social del neocapitalismo, del que ayer y hoy forma parte el Gobierno de España. Una organización explotadora y criminal, última fase del capitalismo, que rige el mundo.


Y del paro son igualmente responsables quienes miserablemente hablan y utilizan sus cifras (se regocijan con los datos ellos y sus aliados, cada vez más millonarios, que no dejan de aumentar sus beneficios mientras bendicen las medidas de crisis) y con sus repulsivas palabras engañan a la masa alienada e incapaz de pensamiento o análisis alguno. Lo hacen, estas gentes del nuevo fascismo -como hicieron los antiguos nazis- para obtener sus votos al tiempo que aumentar el estruendo alarmista que con sus necias pero elegidas palabras buscan.


El poder. ¿Quién conforma el poder? Ven su rostro en las televisiones, en los medios informativos. Hablan del paro, y mujeres que escaparon a su puesto en una honrada expendeduría de hortalizas o en reuniones de aburrida sociedad en la que se habla de ropas y labores domésticas, como Barberá o Cospedal, dicen hablar en nombre de los españoles, de todos los ciudadanos. Con ellas las diferencias entre los géneros ciertamente se extinguen: Cospedal o Arenas, Barberá o González Pons. Extraordinaria simbiosis. Y naturalmente, gran parte de los españoles, esos en cuyo nombre se expresan, han sido previamente cegados, no escuchan, no hablan, no entienden. Les dan un nombre como responsable del paro -nombre por cierto de oficio pobre, vilipendiado y ridiculizado por los burgueses y aristócratas -Arenas sabe mucho por su uso por los señoritos como él- , y ellos, los españoles que les votan, fieles a la estampida de la manada, corren la consigna. Estúpidos. Anonadados. Embrutecidos.


Y quedan los llamados líderes sindicales. Correas de transmisión. A veces parecen inicuos, otras dan lástima. Tienen que vivir. Asegurarse el pan de hoy y de mañana Poder. Oposición. Farsa.


Al tiempo, en el Gran Reino Unido, en la Inglaterra que vive de crueles gestas imperiales de memoria por desgracia no fenecida. se casa alguien que tiene que ver con la institución monárquica. Horas, días, para que los servicios informativos babeen en torno a tan gran acontecimiento. Parásitos de todo el mundo confluyen en Londres. ¿Cómo va vestida esa princesa, y la duquesa, y el Obispo, y el banquero, y el genocida de turno y la esclava que le acompaña? Multitudes se aprestan a hincarse de rodillas y aplaudir como monos ante tanta realeza junta, gente noble, poderosos explotadores de la Tierra.


Aumenta el paro. Se apalean emigrantes. Se vende a niños y niñas en las democracias de casi toda Europa- que en otros paises de otros mundos ofician casi desde el nacer para ganarse el sustento suyo y de sus familias- a fin de ejercer la prostitución y engordar a los corruptos que las explotan.. Pero el mundo entero contiene la respiración. Se casa alguien de la Casa Real Inglesa. Ceremonias religiosas. Banquetes. Bailes. Alfombras rojas. Voltean campanas en catedrales e iglesias. Siglo XXI. Se corren de gusto locutores, locutoras, comentaristas, periodistas. Y alumbran conversaciones para las masas, pobres y miserables masas.


Aumenta el paro. Crece el hambre, las epidemias, la desatención médica, los problemas de vivienda. Torturas continuadas. Páginas en revistas, periódicos, imágenes en televisiones, tertulias en las radios. Y el nuevo Papa beatifica al antiguo Papa. Más mentiras. Más ceremonias, alienaciones. Más dinero. Más hipocresía. La Iglesia siempre en el medio de la infamia del mundo. Los escritores firman libros que hablan de otras historias. No molestan. Que quién paga tiene alargado el brazo de la censura. Cultura farsa, cultura espectáculo. Siglo XXI.


Colaboración


Armando Fernández Steinko.






Ha llegado la hora de actuar unidos: las mesas de convergencia para luchar contra la crisis.




Hay consenso sobre una cuestión: el año de la crisis financiera de 2007 marca el final de un ciclo económico, social y probablemente también político. Treinta años de neoliberalismo han conseguido sustituir los ingresos salariales por los ingresos de la renta financiera e inmobiliaria, el sueldo por el endeudamiento y la especulación bursátil. El resultado ha sido una monumenal redistribución de la riqueza de abajo a arriba a nivel mundial. Los grandes beneficiarios han sido las rentas más altas del planeta: unos cuatro millones de personas con un patrimonio superior a un millón de dólares, casi tres millones residentes en los Estados Unidos, 140.000 residentes en España. Esta casta dispone de mucho dinero, mucha liquidez para gastar en productos financieros especulativos que pueden generar grandes pérdidas pero también enormes ganancias. Es un dinero que no necesitan porque ya lo tienen todo y que pueden jugarse a la ruleta de la bolsa. La constante reducción de la presión fiscal desde principios de los 1980 ha hecho imposible que cantidades cada vez más grandes de riqueza reviertan sobre el interés general, sobre los trabajadores y los territorios que han generado toda esa riqueza. Esto, y la larga precariedad laboral, ha provocado un colapso latente de las arcas públicas con lo cual los gobiernos –tanto de centro-derecha como de centro-izquierda- tienen cada vez más dificultades para financiar el cumplimiento de las leyes constitucionales: el derecho a la vivienda, a la sanidad, a una educación de calidad, a un medioambiente saludable, al trabajo etc. Esta situación se ha agudizado dramáticamente con el crack financiero del 2007. Los gobiernos han empleado cantidades exorbitantes de dinero público para rescatar a los mismos bancos que han provocado la crisis y ahora es toda la sociedad la que tiene que pagar ese rescate. ¿Qué hacer?





Los gobiernos occidentales están desde hace años en manos de las oligarquías financieras y empresariales. A pesar de que representan intereses minoritarios, a pesar de que no han sido elegidos por nadie son los que les dicen a los gobiernos lo que tienen que hacer, los que compran la deuda pública, los que la venden de forma especulativa provocando una crisis tras otra. Pagan los medios de comunicación, se apropian de las universidades y los hospitales públicos erosionando los derechos constitucionales. Pero el resto de la sociedad es mayoritario y tiene un poder potencial inmenso como se ha vuelto a comprobar en los países árabes. Este es el poder que hay que articular para conseguir que los que paguen los costes de la crisis sean los que la han provocado. ¿Cómo hacerlo?



Impulsando un proceso de convergencia se sectores amplios de la ciudadanía en torno a un programa mínimo antineoliberal, creando espacios abiertos y flexibles en los que se agrupe, se informe, discuta y luche pacíficamente por una salida justa a la crisis. En cada pueblo, en cada barrio tiene que haber al menos un núcleo de ciudadanos activos que han decidido remangarse: informarse sobre las verdaderas causas de la crisis y sus responsables, reunir a los grupos activos que ya existen en el barrio para que sumen fuerzas, lanzar iniciativas locales para combatir el neoliberalismo, ayudar a sus víctimas –deshauciados, desempleados, autónomos arruinados- para que no se vean solos, para que su desesperación no les lleve a culpar a los que no tienen la culpa de esta situación (otros desesperados, emigrantes) sino que arremetan contra los que sí la tienen (banca privada, políticos neoliberales). Un grupo de ciudadanos ha hecho un llamamiento a toda la sociedad para que diga „basta ya“, para que suscriba un programa mínimo común y para que pase a la acción. La idea es crear „mesas de convergencia ciudadana“ en todo el Estado, que todos los pueblos y todos los barrios tengan un núcleo de ciudadanos organizados dispuestos a dar la cara. A dar la cara para defender su dignidad como personas y como trabajadores. A dar la cara para denunciar públicamente a los causantes de la situación. A dar la cara para proteger a las víctimas creando una cultura de la solidaridad antes que de la competencia de todos contra todos. No interesa la adscripción partidaria, nadie tiene que dejar de pensar lo que ya piensa, nadie tiene que dejar de militar en su organización, su ONG, su asociación cultural. Simplemente se trata de ponerse de acuerdo en una serie de puntos básicos que cualquier persona mínimamente informada y de buena voluntad puede suscribir, se trata de luchar todos juntos contra la situación creada, de unir esfuerzos. Sobre todo se trata de incorporar al proceso a mucha gente que nunca ha participado en la política por las razones que sean. Lo importante es hacer cosas, hacer visible la resistencia, la oposición democrática a ese golpe de Estado financiero que amenaza con convertir la Constitución de 1978 en papel mojado, que amenaza con provocar una salida antidemocrática aprovechándose de la desesperación de la gente. Nadie tiene que cambiar su forma de pensar y tampoco se trata de utilizar las mesas para iniciar grandes discusiones políticas y programáticas. Los acuerdos se irán dando de forma natural, la cultura política de la ciudadanía irá aumentando pero si es la acción, la resistencia, la organización y la comunicación la que tira del carro, la que logra mover a muchos y diferentes. Esa es la tarea del momento: crear mesas, participar, coordinarse a nivel provincial, territorial y estatal. Todos somos imprescindibles. En http://www.redconvergenciasocial.org/ se puede encontrar toda la información sobre este proyecto que se está extendiendo por todo el Estado, sobre todo entre gente que no era muy activa políticamente o que no sabía en qué espacios participar. Te esperamos



La Linterna del S. XXI