jueves, 17 de marzo de 2016

número 109


EMIGRANTES : LAS VOCES DE LA EXPLOTACIÓN Y LAS GUERRAS IMPERIALISTAS


¿Por qué todas las informaciones televisivas o periodísticas no encabezan sus informaciones con estas palabras?
Como si fueran vulgares y trágicas crónicas de sucesos, se limitan a ofrecer imágenes y palabras de las víctimas,  como si éstas, hubieran nacido ya con esa condición humana, y a la fuerza se convirtieran en despojos peor tratados que los animales.
Y mientras, se recrean otras secuencias que muestran a sonrientes y bien vestidos y alimentados políticos o gobernantes que se reúnen en parlamentos o congresos para hablar de ellas y mercadear limosnas que prolonguen su martirio antes de morir, ellos, y he ahí la paradoja, que son  igualmente culpables del genocidio provocado por los señores de los bancos, las industrias y las guerras, de sus propios gobiernos, y que ahora intentan vender a regímenes despóticos y fascistas por un puñado de dólares los deshechos que sus crímenes bélicos o económicos producen.
En el año 2000 publiqué una novela-estudio titulada Las Voces del Estrecho, sobre la emigración africana a España. Dentro de unos días sale una nueva edición. Me limito a recoger breves párrafos del prólogo que la actualiza:

"... El mar: las vidas como los ríos que a él van a dar, el lugar donde los que allí perecen no yacen estrechos. Ellos nunca leyeron a Jorge Manrique ni a Paul Celan. Tampoco lo hicieron los causantes de sus muertes, esos, sean traficantes o empresarios, a los que nadie llamará asesinos ... Un niño de apenas tres años sobre una playa desierta. Su cadáver arrojado por las aguas en la foto muda como el mundo que contempla su exposición mediática. De pronto, sin rostro, sin palabras, sin historia, es noticia de primera página en la prensa o televisiones de numerosos países. Un segundo de gloria que él no podrá disfrutar, aunque sea protagonista, y que oculta a los miles de niños devorados en los mares por los tiburones, en los desiertos por las hienas, abatidos en las ciudades por las bombas o ráfagas de ametralladoras, estigmatizados por depredadores sexuales, vendidos por traficantes de los territorios "civilizados". Tiburones, hienas humanas, culpables de que exista esa foto ... La emigración económica, política, no surge de la nada. Sus causas son conocidas: explotación, latrocinio de las grandes empresas y regímenes políticos, coloniales o lacayos, sobre territorios cuyas riquezas esquilman, guerras y cruzadas militares ininterrumpidas para apoderarse de sus minerales, explotarlos, de su petróleo y riquezas de toda índole, de su mano de obra sometida a un régimen de esclavitud y exterminio. Ellos, quienes impulsan momentáneas obras de caridad sobre las víctimas sometidas y saqueadas por su imperialismo económico, político y militar, son a su vez quienes mantienen la farsa  ante el estupor causado por imágenes como las del niño de la playa; son los culpables de las torturas y sufrimientos de los miles de niños que no llegan a alcanzar playa alguna, y si lo hacen, pasan a formar parte de los explotados por las voraces condiciones de trabajo y vida que les imponen aquellos que nunca serán culpabilizados por las muertes de quienes no alcanzan la tierra prometida y, por lo tanto, carecen de nombre o fotografía que hable de su trágica historia...
 ¿De dónde huyen los emigrantes' De las prácticas asesinas de quienes dominan el mundo capitalista. Y de quienes en él gobiernan. Y de las religiones criminales impuestas con su irracionalidad y tiránico dogma sobre gran parte de los ciudadanos del planeta."

Papel couché para  los hombres más ricos del mundo. Algunos españoles entre ellos. Rato toca la campana. Suiza es una alfombra verde y limpia como los chorros del oro que guarda en sus bancos los tesoros de centenas de criminales, corruptos saqueadores que explotan al noventa por ciento de la Humanidad. Los nunca desaparecidos nazis y fascistas ya toman al asalto los Parlamentos. Los señores de la guerra se aprovechan del progreso de las armas cada vez más destructoras para continuar imponiendo la ley de los Imperios.
Emigrantes asfixiándose en la jungla de las gigantescas cárceles que les encierran, trabajadores miserabilizados por los señores de las grandes empresas
que les chupan la sangre para que florezcan sus tiendas de lujo, sus industrias farmacéuticas o automovilísticas, del ocio o de la comunicación: pero que nadie hable de viejas palabras: explotación, capitalismo, imperialismo, terrorismo de Estado...
Quienes lo hacemos somos prehistóricos, antiguos, ¿verdad? Qué modernos son los que, como Vargas Llosa, ya ocupan las páginas de revistas tan profundas y literarias como Hola o sus sucedáneas, que la crónica de sucesos llena, como la sensacionalista que algunos denominan rosa, el lugar, con los libros más vendidos, de la "cultura del bienestar y el progreso de la civilización de nuestros días".


jueves, 3 de marzo de 2016

Número 108


RUPTURA DE LOS MONÓLOGOS PARLAMENTARIOS. PABLO IGLESIAS
OTEGUI: LA LIBERTAD Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Ruptura de los monólogos parlamentarios. Pablo Iglesias

El parlamentarismo es el acuartelamiento de la prostitución política.
   
                                                                                Karl Kraus.


Al fin se rompió la farsa del burocrático, mendaz y acomodaticio parlamentarismo que venimos años soportando, sobre todo en esta última legislatura impulsada por el partido más corrupto de la reciente Historia de España.
Como si se hubiera desbordado un torrente cuyas aguas parecían ocultas en la ciudad de Madrid, entrando a través de las puertas del Congreso para desmontar las anodinas representaciones habituales en el mismo. Fueron las palabras, conceptos vertidos por Pablo Iglesias, quienes devolvieron a la política su tan ocultada como inocente y revolucionaria inocencia, que justifica su razón de ser: es decir, surgió la auténtica historia, y se desvistió a quienes la manipulan, al tiempo que hablaban de los temas que se tergiversan para ocultar a quienes los escuchan, la auténtica razón de la representación que en el Gran Teatro del Fraude que se viene, sesión tras sesión, imponiendo en el Templo de los funcionarios de lo que es y significa, para dar otra cita de las escritas hace 150 años por Karl Kraus
                                
      la democracia significa poder ser esclavo de cualquiera.


El lugar donde se hablaba a veces de izquierda por quienes tenían actuaciones políticas, económicas y morales de pura derecha. (PSOE, hoy día bien acompañados, Ciudadanos).
Donde siempre se emplean términos como "nosotros" al referirse a los ciudadanos, pueblo, gentes, porque quién habla quiere desplazar los intereses del yo, del partido o grupo que representa, a quienes son precisamente víctimas de ellos.
Se emplean citas a ciegas, metáforas vulgares y prefabricadas, descalificaciones sin rigor alguno, del contrario (?) con frases de las malas comedias, populistas y chabacanas para provocar risas o aplausos que muestran el alcance de los nuevos analfabetos, fabricados sobre todo por las televisiones que utilizan como arma destructora el  seudo lenguaje y alimentan a quienes en él se sumergen con sus programas más nocivos y alienantes.
Referirse a cambio, progreso, bien común, es intentar adecuar estas palabras a la imaginería corruptora, explotadora, que se pretende imponer, vendiéndola como producto publicitario para ocultar sus auténticas intenciones, al fin el capitalismo, en la línea de lo que escribiera Walter Benjamin, que no deja de ser un sistema basado en la destrucción de los conceptos, carente de "sueños y de piedad", que se ampara en los títeres políticos a sueldo de los bancos, empresarios y grandes fortunas, negreros de la mayor y más ventajosa explotación, para ellos, que ha conocido la humanidad. Por eso protestan y combaten a quienes los denuncian sin piedad, con auténticas palabras y conceptos que muestran, a quienes los escuchan, el  espejo de la farsa que los Parlamentos representan.
Y las opiniones de quienes suelen ocupar los escaños de la Santa Casa de la Ignominia, no constituyen sino espanto de la razón y de la verdad.
Dominar las conciencias y las voluntades para encauzar los votos que les permitan llenar la farsa de la de la denominada democracia, recordemos a Saramago en dos de sus más políticas novelas, es expandir la ceguera a quienes precisan de la lucidez para cambiar "las reglas del juego" (Renoir)


El miércoles 2 de marzo de 2016, un tornado de aguas purificadoras batió la herrumbre de los escaños del Congreso con las palabras de Pablo Iglesias.


Otegui: la libertad y los medios de comunicación.


No voy a relatar la larga conversación que mantuve con Arnaldo Otegui antes de que le encarcelaran, de la que doy cita en mis Antimemorias. Diré únicamente que siempre le consideré un preso político. Por eso intervine, en documentos o actuaciones públicas, acompañando a las voces internacionales y nacionales que pedíamos su libertad.
Cuando ésta, tras años injustos de cárcel, se ha producido, y esperamos que no le inhabilite para actividades públicas y políticas, una vez más gran parte de los medios de comunicación han vuelto a situarse "a la altura de las circunstancias", es decir, al servicio de esa prensa que heredamos del franquismo y que sirve los intereses de sus propietarios, aquellos que no dudan en condenar, marginar o excluir a quienes piensan de modo distinto al suyo. Otegui, como su antecesor Pertur, asesinado sin que se esclarecieran nunca los hechos, lo realizara quién lo realizara, comprendieron que la violencia no llevaba a parte alguna y apostaron por una vía pacífica para alcanzar sus objetivos políticos. Pero hay políticos, intelectuales que parecen echar de menos la violencia y carentes de memoria sobre el pasado, del que tal vez ellos son herederos, prefieren impedir que el diálogo se imponga a la sinrazón de la misma.





La Linterna del S. XXI