miércoles, 24 de mayo de 2017

Nº 130


EL VALLE DE LOS CAÍDOS, FRANCO Y EL HELDENPLATZ ( PLAZA DE LOS HÉROES) de THOMAS BERNHARD.

                                       El Estado es una cloaca hedionda y mortífera, la Iglesia una abyección 
                                       universal. (T.B)

4.
En el centro de un país llamado España, saliendo por la autopista A-4 de su capital, Madrid, en dirección a los mares del Norte, se encuentra el gran símbolo del franquismo, único de los nazi fascistas que perviven en España y Europa: el Valle de los Caídos.
Una gigantesca cruz y una explanada, con su mausoleo faraónico, en los que miles de presos después del 39 fueron sacrificados, con su trabajo, y a veces con su vida,, durante veinte años, para erigirlo.
El verdadero motivo era crear no solo una tumba fastuosa, sino que todo el recinto, con su aroma católico fascistoide despidiera un fétido olor que enmerdara toda España glosando a los criminales vencedores y acentuando la tragedia de los vencidos, para que lejos de enterrar a sus "héroes" continuaran contaminando  la vida política, social y cultural del país.
Por eso, la única solución no sería sacar los restos del criminal Dictador de su tumba, sino volar el recinto entero para que no quedase el mínimo vestigio de lo que continúa siendo el mayor escarnio de los tiempos nazis desaparecidos, al menos en su glosa pública y culto continuado, que no en su realidad, en los países europeos en que se desarrollaron, y que en España, lejos de renegar de ello todavía siguen muchos conmemorando aquellos hechos del mayor terrorismo ejercido sobre la nación, heredera de la Inquisición y la explotación inicua de sus pueblos sometidos a las sucesivas monarquías.
 
En su obra Heldenplatz, Thomas Bernhard recrea la tragedia del profesor Josef Schuster, perseguido en los años 30 por los nazis, exiliado a Inglaterra, y que 50 años después comprueba que "todo sigue igual" al regresar a una de las cunas del hitlerismo, Viena, y se suicida ante la visión de la plaza donde se implantó, con la llegada del austro-alemán Hitler, el nazismo.
 
Mira la Heldenplatz gritaba mira la Heldenplatz ella oye todo el día el griterío de la Heldenplatz durante todo el día continuamente continuamente continuamente es para volverse loco para volverse loco todavía me volveré loco me volveré loco.
 
Casi cincuenta años han transcurrido en España desde que murió Franco. Y todavía en las calles, en la televisión y sobre todo en las palabras y actos de sus sucesores, se encanalla el lenguaje franquista, nos destrozan los actos políticos y culturales que en silencio o incluso rememorándole, lo glorifican, y el constante gorjeo de las ceremonias católicas con su presencia en la enseñanza, la cultura, las continuas fiestas y conmemoraciones, los ritos que las mantienen en un primer plano de la vida política y social.
 
España. Austria. Francia. Italia. Hasta algún país nórdico y otros del centro del Continente, en oleadas de incuria salvaje y acentuado crecimiento xenófobo,  y auge de la ultraderecha heredera de aquellos regímenes, resuena en nuestros oídos, inunda nuestros cerebros, intentan enloquecernos.

Es solo cuestión de tiempo que los nazis vuelvan al poder (Bernhard no vivió para contemplar este fenómeno en el país imperialista, más retrógrado y acultural del mundo, Estados Unidos) todos los signos lo indican los rojos y los negros hacen el juego a los nazis (camisas rojas de obreros, camisas negras de fascistas, de toda la vida, ideas y pensamientos fagocitados por los nuevos signos de alienación vertidos por la publicidad y la explotación neocapitalista que destruye el mundo).
Y continúa Bernhard:

La verdad es que las cosas son hoy realmente como eran en el treinta y ocho hay más nazis ahora que en el treinta y ocho... solo hace falta que hables con cualquiera al cabo de poco tiempo resulta ya que es un nazi da igual que vayas al panadero o a la tintorería o a la farmacia o al mercado en la Biblioteca Nacional creo estar entre puros nazis... en Austria debes ser católico o nacionalsocialista todo lo demás no se tolera todo lo demás se aniquila y de hecho cien por cien católico y cien por cien nacionalista... En este Estado un hedor insoportable se extiende... y desde el Parlamento por este País abandonado y depravado. Este pequeño Estado es un gran montón de basura.

Pensemos nosotros en España 2017. ¿El presente vislumbra el futuro que desde Estados Unidos a Europa nos muestra la presencia de los nuevos nazis convertidos en demócratas? Y la Iglesia Católica aberrante, absorbente, alienante y eterna. El Gobierno y su explotación salvaje, su terrorismo corruptor que impregna todas las instituciones del Estado, el PSOE o el nacionalismo que en España como en otros países encubre ansias de poder y corrupción dominado por quienes anhelan implantarlo, la negación del pasado y colaboración con el presente dirigido por los herederos de la Weimhart, los bancos alemanes, la cultura vendida y sacrificada a las multinacionales que destruyen el pensamiento y la belleza y todo lo convierten en mercancía.
Porque el pasado de las grandes concentraciones en las múltiples plazas de los Héroes, los desfiles militares, los himnos y las banderas se continúan en un presente de nuevas formas tecnológicas y comerciales, con rutinarios, simples y repetidos hasta la saciedad mensajes, entierro de la razón, la libertad, el diálogo, la creación estética y política, un infausto mundo desideologizado en el que no naufraga la economía al servicio de la minoría que domina el Planeta mientras se continúa devastando la civilización, la ética y destruyendo lo más humano de los seres humanos.

Todavía, como corolario de las reflexiones dudas que apuntamos, unas palabras de la obra escrita por Bernhard en 1988, un año antes de su muerte, porque ese trágico discurso político, cultural y humano que escribió 50 años después de la derrota del hitlerismo, en su Austria católica y socialdemócrata fascista, es referencia para España cuarenta años después de la muerte de Franco, la España católica, monárquica y demócrata fascista de ayer y de hoy.

El lenguaje de esa gente es tan repulsivo escuchar al Canciller Federal (nuestro Presidente que el monarca es más formal que efectivo) no es capaz siquiera de terminar correctamente una frase y los otros tampoco esa gente no produce más que basura lo que piensan es basura y su forma de expresarlo es también basura... la mentira lo domina todo... la vida intelectual en esta ciudad se ha asfixiado casi en la bajeza y en la estupidez de sus traficantes de puestos... en los últimos cincuenta años los gobernantes lo han destruido todo los intelectuales lo han destruido todo con su estupidez el pueblo lo ha destruido todo con su estupidez los partidos y la iglesia lo han destruido todo con su estupidez abyecta... la iglesia y la industria han sido siempre culpables... todos los días se dice y se escribe algo en contra pero lo que se dice en contra y se escribe en contra no se oye ni se lee.

Porque en todas partes una censura tan sutil como efectiva impide que, por ejemplo, obras como esta que comentamos o palabras creadas por algunos no correctos intelectuales españoles  puedan visionarse o leerse en el mercado publicitario que domina los medios de comunicación y el mundo literario.
                                           

                                       

miércoles, 10 de mayo de 2017

129

 
3. SOBRE EUSKADI, LA CONTINUIDAD REPRESIVA DEL GOBIERNO Y LA FALTA DE DIÁLOGO.  FERNANDO ARAMBURU Y CITAS DE JOSEBA SARRIONAINDÍA.
 
Primera cita.
 
En el País Vasco no hay sino piedra, vasquismo sordo, vasquismo mudo. En la piedra vasca no hay sino ruido de golpes y ecos.
 
La ideología cristiano franquista, la continuada práctica y doctrina inquisitorial, la "profesionalización" económica y política de quienes dirigen las asociaciones de víctimas del terrorismo, y los intereses cavernarios del Gobierno y del Estado. que necesitan de una constante percusión publicitaria sobre un tema en el que se consideran vencedores para así desligarse de sus propias violencias políticas, económicas e incluso terroristas, se superponen a la necesidad de un diálogo entre quienes, afortunadamente, cesaron en su violencia terrorista para buscar otros caminos de acción política. Continuidad de directrices trazadas desde los tiempos de Aznar y Mayor Oreja, para instrumentalizar a las víctimas de ETA, con organizaciones que hablan en su nombre para servir sus intereses presentes y de futuro. Mientras se culpabiliza a quienes hablan de diálogo. Al fin, buenos seguidores de Santo Tomás de Aquino:
 
Los mayores gozos de los bienaventurados en el cielo será contemplar los sufrimientos de los condenados en el infierno.
 
Aquí, los bienaventurados son los "vencedores" y los sufrimientos de los "vencidos", los presos y militantes o quienes busquen la pacificación para Euskadi. Imaginemos la diferencia con lo ocurrido en otros países. Uruguay, por ejemplo, donde un "terrorista" llegó tras la paz a ser proclamado Jefe de Gobierno. O lo ocurrido con el IRA en Irlanda. O lo que se vive actualmente en Colombia.
Porque las víctimas, no son quienes pueden reclamar un papel político. Ellas, por desgracia, solo son víctimas y nada ni nadie podrá ya compensarlas. Víctimas reconocidas como tales, a diferencia de las miles que ocasionó el genocida Franco y muchos de sus dirigentes, a las que incluso no sólo no se reconoce, sino que se prohíbe buscar sus "restos".
Euskadi, que también sufrió otro terrorismo, con torturas, represiones e incluso asesinatos, luchó en tiempos del franquismo por su libertad ante la represión no solo política, sino incluso cultural que sufría. Eso llevó a luchas de toda índole, pacíficas, violentas, y al final, desgraciadamente, equivocadas.
 
Segunda cita.
 
A veces da la sensación de que los huecos de la tierra se llenan con nuestros muertos y nuestros sueños.
 
Los corruptos gobernantes del Gobierno español, que someten a gran parte de los ciudadanos a una siniestra explotación y destrozan derechos humanos y hasta pálidas conquistas sociales, no solo desean "honrar" a los muertos, sino victimizar los sueños de justicia y libertad de quienes quieren una paz justa y no el eterno "¡ay de los vencidos!"
Pero el lenguaje es hoy una impostura. Quienes hablan de paz solo piensan en la venganza. Y quienes son condenados al silencio o denominados incluso "cómplices de los terroristas" solo desean buscar unas estructuras socio políticas ajenas a la corrupción y otras formas sutiles de represión. Ya Friedrich Nietzsche decía que no hay razón en el lenguaje, que el lenguaje es una vieja embaucadora y que mientras sigamos creyendo en la gramática no ahuyentaremos la idea de Dios, no superaremos nuestras estrechas limitaciones. Ese lenguaje que en cambio bendice torturas, guerras, bombardeos, Patrias, banderas, y si es preciso envía a la muerte a sus ciudadanos, o destruye ciudades y pueblos en aras de sus intereses económicos. Pero eso no son ni atentados ni actos de terrorismo, aunque causen millares y millares de muertos.
Se habla de paz mientras continúa la represión y se castiga a las familias de los presos, a los que al tiempo se aplican leyes especiales a modo de venganza. Nadie pone en duda lo inexcusable de la paz ni deja de condenar la deriva de ETA como impulsora de atentados sin justificación ni humana ni política, pero tampoco dudamos de que cuando estos gobernantes, que fueron ministros del Interior o aprobaron las torturas a todos los detenidos vascos y propiciaron incluso asesinatos policiales de bandas surgidas a las sombra del Estado hablan de paz, implican en sus condiciones que se acepten las estructuras socio políticas y culturales establecidas de dominación capitalista y sometida al imperialismo multinacional. Y de hecho buscan que se acepten sus monopolios de la violencia.
 
Fernando Aramburu. El compromiso de los escritores.
 
No vamos a referirnos a la obra literaria del escritor. Reflexionamos sobre el escritor y su compromiso social, político, con ocasión de la concesión de uno de los innumerables premios recibidos por su última obra, que siendo literaria, han convertido sobre todo en política. El de Francisco Umbral. Fotos en que aparece, condescendiente, por usar una palabra no lesiva, al lado de personajes como Rajoy, Zoido, Méndez de Vigo, Cristina Cifuentes, Ana Pastor y otros. Habla Rajoy que nos sorprende al decir que había leído con entusiasmo su novela. No nos asombra por lo del entusiasmo, sino porque haya sido capaz de leer un libro, cuando se nos había dicho mil veces que solo leía diarios deportivos.
Y cuando habla Aramburu, que desde nuestro punto de vista, en los momentos que atraviesa España no debía aceptar rodearse de semejante compañía, y ya que lo hizo, no dirá una sola palabra para denunciar el "terrorismo de la corrupción", que empobrece e incluso mata a tantos ciudadanos españoles, ni, aprovechando la presencia del Ministro que se dice de Cultura, denunciar a un Estado en el que los escritores jubilados no pueden cobrar sus derechos de autor, ni las conferencias que den, o artículos que escriban, si esa cantidad sobrepasa los 7.000 euros anuales, porque de ser así, se les quitará o rebajará al mínimo la pensión, no llegará a doscientos euros al mes con lo que tendrán que vivir si carecen de otros bienes.
 
Esas imágenes en las que todos aparecen sonrientes y parecen buenos compañeros y sobre todo esa ausencia de palabras por parte del escritor sobre la realidad que nos acosa, deforman al propio escritor que es incapaz en ocasión semejante, por quienes le acompañan, de realizar una sola crítica, ya que le brindan la ocasión, sin que le impongan la censura, que tantos sufrimos por no poder decirles en su cara lo que pensamos de semejantes gobernantes, sobre quienes destruyen el pensamiento, la literatura, la libertad y la ética.
 
Última cita de Joseba Sarrionaindía.
 
La patria de los vascos es el euskera. El euskera es nuestra patria, pero una patria que nos ha sido usurpada y escamoteada durante generaciones, pues los vascos hemos nacido en un pueblo sometido y humillado al que se le ha impuesto otro idioma y otra cultura. Yo creo que casi todos los vascos añoramos un uso natural,  práctico e inocente de nuestra lengua, como anhelamos un país en que no tengamos que reivindicar y reafirmar nuestra nacionalidad sino que podamos ser vascos sin restricciones y casi inadvertidamente... Vascos en el mundo, sin perder las raíces y la lealtad a lo heredado, lo que podría decirse sentido de la tierra, pero abiertos a la universalidad, a otras tradiciones y a otras sensibilidades que también representan sentido de la tierra. El mundo debe formar parte de nosotros, si queremos formar parte del mundo... Nuestras raíces en la lengua y la cultura vasca no son para cerrarse sino para abrirse a otras tradiciones.
 
 
 
 
 
 
 
 
 


La Linterna del S. XXI