miércoles, 28 de noviembre de 2018

número 152


F I T O.    RAFAEL DE CÓZAR. POETA Y COMPAÑERO  DE MI VIDA

                                                         Andrés Sorel

 

Éste fue el último trabajo que he escrito sobre ti, Fito, y apareció como prólogo a tu hermoso  y póstumo poemario “Huecos de la memoria”. Luego, una terrible mañana de diciembre, me llamaron desde Sevilla para decirme que habías muerto. Tardé mucho tiempo en reaccionar. Demasiado profundo el golpe recibido. Hasta que me di cuenta de que aquellas palabras no eran exactas. Muertos, aunque vivan, están para mí algunos de los compañeros nuestros. Pero tú, Fito, sigues viviendo en mi memoria y en mi corazón. Y rememoro los viajes que hicimos a Portugal, Francia, la URSS, Marruecos, Cuba, otras ciudades y entre ellas las españolas. Compartimos palabras, amistades, congresos, trabajos literarios, y sobre todo nuestra existencia. Nada nos fue ajeno: éramos más que hermanos. Por eso hoy, cuatro años después de tu terrible accidente, quiero recordarte con estas líneas.

 

 

I

 Cuando conocí a Rafael de Cózar, poco tiempo después de morir Franco y yo regresar del exilio parisino, una explosión de vida, de creatividad y amistad entró en mi existencia. Dirigía yo la colección literaria de la Editorial ZYX y pronto Cózar pasó a ser uno de los colaboradores de aquellos pequeños libritos de poesía que conservan todavía algunos lectores en sus bibliotecas. Sus propios poemas aparecieron en la antología  de “Nueva poesía. Sevilla”. Cózar, Fito, no podría llamarle de otra manera, encarnaba el postismo, el romanticismo erótico, la poesía visual. Siempre le he visto dibujando poemas, componiendo versos geométricos, artísticos, formando acrósticos, ilustrando con palabras rimadas imágenes artísticas, históricas, de cópulas amorosas. La relación de la poesía con la música, el dibujo, la pintura, se remonta a los orígenes de la memoria del ser humano. En un trabajo que publiqué en la revista República de las Letras, Antonio Gamoneda lo expresa con precisión. Dice: “el primate se empeñó  en ser hombre y, a partir de cierto momento, el determinante mayor de su humanidad no fue otro que la aparición en su vida del lenguaje… Recordamos las manifestaciones plásticas rupestres, las figurativas, que, en España, tienen, más o menos, entre 20.000 y 35.000 años de antigüedad. Los científicos, recientemente por cierto, se inclinan a opinar que tales pinturas comportan un “pensamiento crítico y prefilosófico”.

Yo, a este respecto, recomiendo la lectura del gran libro de Rafael de Cózar Poesía e imagen.

Carlos Edmundo de Ory, un poeta que nunca pudo separar esa simbiosis que se da entre literatura y vida fue uno de los grandes compañeros de Rafael de Cózar, y sin duda le influyó con su obra y su quehacer humano y poético. Hubo un tiempo que pasamos, en Sevilla o en Amiens, largas horas juntos. ¿Conversar, jugar, beber? Todo tenía cabida en aquellas hermosas veladas. Y Cózar era uno de sus grandes animadores.

 

 

 

                                           II

 

Rafael de Cózar, siempre en la estela del amor. Rafael de Cózar, siempre en la huida de la huella de la muerte. Gozar y sufrir por   el amor, un poema del propio vivir. Primero es el sentimiento, después llega el dolor de ausencia y la necesidad de volcarlo en palabras e imágenes para sobrevivir. Tiembla en las marcas que van dejando las heridas del dolor mientras la memoria navega por los canales de la imaginación impregnados del reciente pasado, las palabras atoran la garganta, pasa los dedos que resbalan en el vacío  que los otros dedos han dejado al no asirse a los suyos, y entonces surge el poema. Hermosura de un poema amoroso que brota en el flujo del “Cantar de los Cantares”. Belleza que brota al tiempo de la mejor poesía romántica.

Si siempre decimos que la escritura es la vida, o que escribir es vivir, en Rafael de Cózar escribir, vivir, amar y luchar con la angustia del crecer hacia la muerte, es una constante que cuando se profundiza en la compañía de Fito, más allá de la risa, el chiste fácil que explota en la reunión furtiva, se encuentra agazapada en esa soledad que en el fondo siempre le acompaña en sus largas duermevelas, en los presentimientos íntimos que guarda celosamente en su más íntima sensibilidad. Preciso es entonces buscar en lo que no dice pero si escribe, por ejemplo el poema “Tal vez en unos años”. Estar “en las horas anteriores y presentes del dolor”, cuando se siente frío y miedo pero al tiempo se tienen infinitas ansias de vivir, de seguir viviendo. “No te mueras todavía, amigo”, que dice Vallejo en uno de los grandes poemas de amor de todos los tiempos. No nos dejes náufrago por tu ausencia, esas ausencias que tiemblan en los versos del poeta.

 

                                      III

 

¿Qué es la poesía? Y sobre todo, ¿qué supone leer poesía? Como helados cuchillos traspasan mi sensibilidad éstos últimos poemas publicados por Fito, Huecos de la memoria. Porque en muchos de ellos se encuentra la vida compartida, y en otros la memoria que no puede olvidar la crueldad del tiempo, hecho siempre de pérdidas y ausencias. ¡Cuántos años transcurridos! ¡Cuántas cosas juntas vividas!

 

La soledad es hacer el amor con la nada.

La soledad es un trozo de noche en la garganta.

 

Y esa soledad de la que habla este poema es un reguero de imágenes que de pronto se precipitan en la memoria, y la memoria vuelve a dar vida a lo que motiva la escritura cuando Rafael de Cózar insiste en avivarla:

 

La razón para elegir tu cuerpo

como el más idóneo lugar para morir.

 

Remansada, asumida la ausencia en estos “Huecos de la memoria”, decantada la poesía que ya no grita por el amor ausente, sino que lo convierte en belleza. Y regresa al juego, a la expresión plástica, a la declaración “poética”. Muchos años transcurridos desde que volcara en palabras y ritmos aquellos entonces candentes momentos de ausencias, y lo que es peor, presencia de la ausencia. No había llegado todavía el tiempo del desgaste que conduce hacia el olvido. Palabras que sumergen las perdidas caricias, mientras surgen las nuevas, en vinos espumosos, cálidos, que conforman imágenes depositadas en otros ríos, los de Bécquer, Rimbaud, para que los versos dibujen y superen el dolor.

Ahora –siempre insistiendo-: ¡cuántas cosas hemos vivido!, compañero amigo- los leemos. Y al penetrar en ellos, aunque el lector no le haya conocido, tratado, puede imaginarse la estancia abandonada, la ropa perdida, los besos flotando y deshilachándose como vaporosas nubes en el gran cielo de los sentimientos. Y un hombre que siempre es un doliente niño, abandonado en la cama deshecha y llena de lágrimas, y contemplar su esfuerzo para incorporarse y pese a todo seguir viviendo. ¿Por qué la lluvia siempre acompaña el dolor de ausencia? Simbolismo, surrealismo, impresionismo, experiencia humana.

El lector, entonces, también se sentirá protagonista de estos poemas. Porque su autor le dice en uno de ellos:

 

Que yo recuerde, y lo recuerdo,

nuestra historia no tiene edad.

 

Y todos somos: “náufragos de plata asidos a la misma roca” y

 

El tiempo acuchilla poco a poco,

sin remedio,

el camino agridulce de la vida.

 

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viernes, 2 de noviembre de 2018

151


 
CARLOS MARX. EL JOVEN POETA Y ENAMORADO
 
 
Carlos Marx ha sido, para gran parte de la humanidad, el hombre más influyente de la segunda mitad del siglo XIX y del siglo XX.
Sus teorías fueron devoradas por destacados intelectuales y políticos para impulsar organizaciones, fundamentalmente de trabajadores, que impulsaron acciones contra el floreciente capitalismo e imperialismo que pronto creó una explotación masiva de millones de ciudadanos y beneficios exhaustivos para las clases acomodadas. Miles de libros han glosado su obra. El desarrollo de la civilización y el impulso de las grandes ciudades e industrias expansivas, encontró de inicios, en sus trabajos fundamentales, un análisis crítico pronto  asumido por quienes eran víctimas del nuevo dios, el dinero y sus profetas cada vez más poderosos, los bancos, la publicidad y los medios oficiales de comunicación. Un impacto global que alentó numerosas revoluciones, muchas de ellas pronto alejadas, una vez triunfantes y por desagracia, de los principios que las motivaron e impulsaron.
 
Este año se han cumplido 200 años de su nacimiento y numerosos estudios y trabajos sobre su vida y obra se han publicado en España. Pero hace dos años se editó una obra magna titulada Karl Marx, ilusión y grandeza del catedrático de la Universidad de Londres, Garet Stedman, sin  duda una de las más importantes que se han creado sobre él, no solo por el reflejo de su vida y obra, sino por el análisis que realiza de la vida política y social en que confluye su existencia en la Europa que va -Carlos  Marx nació en 1818- de los años que convulsionaron Europa, hasta su muerte, en 1883.
 
En este pequeño trabajo vamos a glosar únicamente, dos de las características que humanizan al personaje: su dedicación, de joven, a la poesía, que siempre leyó con entusiasmo, y su amor por la bella y culta Jenny Longuet, a la que acompañó hasta su dolorosa muerte, dos años antes de que él mismo muriera, sufriendo tanto por su propia enfermedad como con la agonía de ella. También había desaparecido su hija más amada, Jenny, dos meses antes de que él perdiera la vida, entre pesadillas, alucinaciones y dolores crueles, cuando contaba solo 38 años de edad.

Desde que cursaba estudios, Karl Marx fue un gran amante de la literatura. Alternaba entonces a Hegel con los grandes poetas que florecían en Alemania. Y aunque ya, desde joven, participaba en reuniones políticas con los estudiantes, no dejaba de escribir poesía.
Damos un breve fragmento extraído del libro comentado de una de ellas, para ver como se envolvía, desde sus inicios, en cuestiones sociales que anticipaban sus trabajos revolucionarios.

Este universo pigmeo por si solo se colapsa.
Pronto la Eternidad abrazaré y al fin podré aullar
al oído de la humanidad mi maldición ciclópea.
¡La eternidad! Eso que es apenas un eterno dolor,
¡la muerte inconcebible siempre inabarcable!
un artificio maligno burlándose de nosotros,
que solo somos mecanismo de relojería, máquinas de cuerda,
necios subordinados al calendario y al tiempo.

En 1836 Karl llega a Berlín, conoce a Jenny, le envía varios libros de poesía y se enamora de ella, comprometiéndose por su altura intelectual y su gran atractivo en que su corazón se una a la devoción que él siente por ella.
Ya en 1939 Marx se ha comprometido ansiosamente con la filosofía y el amor. Ha renunciado a la poesía, pero no va a dejar su pasión por la literatura, hasta el punto de que desea crear una revista dedicada al teatro.. Y ya participa, activamente, en proyectos revolucionarios con otros jóvenes estudiantes, mientras lee apasionadamente a Hegel, Kant, Hölderlin, Schelling o Heine.
Pero antes de cerrar estas líneas, demos otro fragmento de poema que habla de su dedicación a la bella, sensual y culta Jenny. Destacó que su esposa fuese vista como "la más bella chica de Tréveris, princesa encantada en la imaginación de todo un pueblo".
Su poema más sensible, quizás, es el que reproducimos:

Ah, si mi corazón hablara, si solo pudiera
verter lo que habéis agitado en su fondo,
las palabras serían todas un fuego melodioso,
y cada exhalación una absoluta eternidad,
un cielo y un infierno, infinitamente vastos,
en que cada vida resplandecería con sus pensamientos
llenos de suaves anhelos, plenos de armonía,
y con el mundo dulcemente encerrado en su pecho,
fluyendo radiante de puro amor,
¡pues cada palabra llevaría tu nombre!

Esta sensibilidad, plena desde su juventud, impulsó sus anhelos revolucionarios por un mundo más justo, sin la brutales explotaciones y colonialismos que esclavizaban a tantas gentes y pueblos, e hizo que Karl Marx creara unas ideas y proyectos, en connivencia con Federico Engels, que cambiaran el futuro del mundo.
Su vida y su obra continúan siendo un ejemplo para muchos de nosotros.

jueves, 18 de octubre de 2018

número 150


LAS  VOCES  DEL  ESTRECHO

En el año 2000, en Muchnik Editores, del grupo 62, publiqué mi novela Las Voces del Estrecho. Ya recibíamos noticias en la prensa diaria de los ahogados en el mar  cuando en pateras intentaban, desde África, alcanzar las costas españolas. No tenían nombre, ni historia: no parecían seres humanos, simplemente fardos desaparecidos en las aguas del océano.
 
Yo intenté -para ello viajé a Marruecos y estudié en distintos lugares aquel inicio de un nuevo genocidio- ponerles en mi libro nombres, historias, vidas, para mortificar nuestras conciencias, culpables de aquel continuo desastre que con los años se fue incrementando. Hoy, dieciocho años después, la realidad se agiganta. No es solo problema de racismo o de la "banalidad del mal". Los culpables son los explotadores -de mafias que comercian con sus sacrificios a gobiernos que explotan sus territorios e incluso desatan guerras devastadoras para apropiarse de sus bienes y situar gobiernos títeres que apoyan sus intereses. Como decía Juan Goytisolo: Occidente derribó el muro de Berlín para levantar muros en el estrecho de Gibraltar". Hoy los muros se levantan ya en toda Europa. Se multiplican las muertes de los innominados, los campos de concentración que encierran a los que consiguen traspasar determinadas fronteras, las explotaciones sexuales y laborales. Con la transformación del cambio climático, es uno de los problemas más innobles y crueles que asolan Europa, la América de Trump, y de la que son víctimas los millones de habitantes explotados, abandonados o destruidos de los países que han sido y son víctimas del imperialismo.
En 2001 el libro fue publicado en Cuba por la editorial Arte y Literatura y en 2016 se hizo una nueva edición en España, en editorial Akal.
Su actualidad, por desgracia, viene ya subrayada en el año 2000 por diversos escritores.
Así escribió Luis Landero:

Las Voces del estrecho es una novela sobrecogedora y admirable. Pocas veces habrá leído uno un relato tan apasionado y torrencial y escrito con tanta furia y extrema lucidez. El tono inspirado, lleno de iluminación y de fuerza poética (…) Leer esta obra es como transitar por un laberinto cuyas galerías (que son historias, fragmentos  gozosos y trágicos de vidas malogradas) confluyen hacia ese Minotauro devorador que es el Estrecho. Sorel da rostro a los muertos anónimos. Pone nombre a quienes lo perdieron junto con la vida. Documenta a los indocumentados. Esta es una novela de nuestro tiempo llamada a pervivir en los venideros.

Por su parte, Luis Mateo Díez, que me presentó la obra en el Círculo de Bellas Artes, escribe entre otras cosas:

Esta hermosa novela, que ensambla el testimonio, la elegía y el obituario, nos cuenta una historia de palpitante y terrible actualidad: la de los emigrantes que saltan a nuestras costas buscando un poco más que la supervivencia. (…) Uno de los grandes aciertos de la fábula es, sin duda, la propia tonalidad de la escritura, la medida elocuente de los contrastes, de las descripciones, la emotiva verdad de esas voces muertas que redoblan en la conciencia del lector (…) De un redoble de conciencia se trata, de una fábula moral que nos lleva más allá del penoso día a día de la noticia fúnebre, de la crónica de sucesos, de un canto desolado para luchar contra el olvido.

Gonzalo Santonja escribió entonces:

Andrés Sorel ha escrito un libro que duele, un libro hermoso e intenso, de esos que dejan huella, sólo se pueden leer, no de un tirón, sino a tirones del alma, en viaje de vértigo a las fronteras más infernales de nuestro tiempo (…) Sorel está gritando en los paredones de la indiferencia palabras desgarradoras.

Muchas fueron las críticas y comentarios surgidos en torno al libro y el tema. Voy a recoger solo, para terminar, unas líneas de la experta a través de libros y conferencias  internacionales, en él: la profesora de la universidad suiza de Neuchatel Irene Andrés Suárez:

Hemos optado por analizar la obra más ambiciosa publicada hasta el presente sobre esta problemática y más concretamente sobre el drama que se está desarrollando en el Estrecho de Gibraltar, la novela de Andrés Sorel Las voces del Estrecho (…) Nos ofrece, en suma, una visión multiforme de la emigración, desde ángulos y perspectivas múltiples (como en un baile de disfraces aparecen y desaparecen rezan las víctimas y los victimarios y cada uno de ellos expone su percepción de los hechos) (…) Es una fábula abierta a muchas vidas, una denuncia de la realidad de los inmigrantes realizada con una prosa que combina los ritmos secos y descarnados en un aliento lírico de hondo dramatismo (…) Las voces que llenan este libro constituyen una sinfonía coral y nos hablan de unos personajes que se han extraviado por el camino en busca del Paraíso (…) y de unas vidas interrumpidas, de sueños quebrados y de historias humanas que el autor va a intentar eternizar.

El presente es todavía más angustioso. Ahora se huye de la miseria, la muerte prematura, pero también de las guerras y exterminios imperialistas.  Las mafias existen por culpa de los gobiernos, los banqueros y hasta los colaboradores policiales o jurídicos. ¿Cuántos naufragios y muros se han producido y levantado en estos 18 años transcurridos? Y triunfan mientras las novelas históricas sobre épocas pretéritas y amores o tragedias individuales, pero este holocausto colectivo apenas golpea las conciencias de quienes debieran luchar por impedirlo. Así crecen la xenofobia y los nuevos fascismos en la Europa del mercado y la globalización


 

viernes, 5 de octubre de 2018


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Número 149
 

 
                   LA CENSURA NUNCA MUERE
 

 Preámbulo.

 

 

                                  La realidad es una antorcha, pero gigantesca; de ahí   

                                                que todos intentemos pasar a su lado con los ojos 

                                  entornados, temiendo incluso quemarnos.

                                                          

                                                                   J. W. Goethe

 

Durante los meses que van de julio a octubre, solo he podido publicar dos de mis Antorchas. El motivo ha sido que estaba terminando dos libros, he tenido que pasarlos de mis cuadernos -suelo utilizar al menos tres para cada obra y sus distintas versiones- al ordenador, y afortunadamente, ya hoy, están en manos de sus editores. Cuando vaya a publicarlos hablaré de ellos.

 

Puedo regresar ya a mi Antorcha, que tanto me complace, para hablar de política, literatura y sociología, con una mayor dedicación, y lo inicio con un tema de candente actualidad  .

 

La censura nunca muere.

 

Existen muchos tipos de censura, a la política sucede la económica. Pero la política nunca muere. : condena al silencio a los disidentes y críticos muchas veces e incluso -con la influencia de la terrible Iglesia católica y sus autoridades sigue siendo, al parecer, perenne- actúa políticamente. Sobre todo en España. Que no puede olvidar, para muchos disfrazados de demócratas, los cuarenta años de franquismo en que las ideas retrógradas y la persecución de los artistas favorecía sus intereses.

 

Particularmente, en los años 60 y 70 -etapa de Fraga Iribarne- la censura me prohibió la publicación de seis libros. Pese a los intentos, conversaciones e incluso cambios que me propuso Carlos Barral, que intentó con ellos, al fin no autorizaron la novela que él pretendió publicar. E igual ocurrió con otras editoriales.

Un autor de la tesis que ha realizado en universidades francesas sobre mi obra, el profesor , Carlos Sainz Pardo, indagó estos años en los archivos para sacar los informes censoriales sobre mi obra. Había varios informes: el político, el religioso, el ideológico, el social e incluso uno literario. No olvidemos que Camilo José Cela fue, por breve tiempo, también censor. El más divertido era el último. Decía sobre mis dos novelas que estaban bien escritas y le recordaban a algunos franceses contemporáneos, por lo que podían ser más dañinas para los lectores.

 

Mas regresemos a nuestro tiempo histórico. Un libro del escritor vienés  nacido en 1912, Jean Amèry, que estuvo internado en Auschwitz de 1943 a 1945 y se suicidó en Salzburgo en 1978,  dejó, entre otros libros, uno majestuoso: Más allá de la culpa y la expiación.

No solo es un exhaustivo análisis del hitlerismo, sus métodos de tortura y exterminio, sino también un análisis de la culpa de gran parte del pueblo alemán con el sistema. Lo contrapone a intelectuales como Thomas Mann que huyeron antes de ser detenidos para combatirlos desde el exterior.

Echamos de menos testimonios semejantes en España. No se trata de la política espectáculo, reducido todo a Franco o un puñado de generales fascistas, sino de analizar la propia culpabilidad de parte del pueblo español, profesionales, intelectuales e incluso trabajadores. Pero este es un tema que analizaremos en otros trabajos más adelante.

 

Dice en su prólogo Jean Amèry:

Los protagonistas del "milagro económico alemán" incapaces de condolerse de las víctimas, activaron mecanismos para "superar", es decir, olvidar, reprimir o minimizar su pasado criminal.

 

Nos recuerda la postguerra española. Mientras se torturaba, fusilaba, encarcelaba, o se forzaba el exilio, los trabajadores que tenían su sueldo, por parco que fuera, o gran parte de los miembros de la Real Academia Española de la Lengua u otras Academias, como los integrantes de la justicia y muchos profesionales, artistas y técnicos de cine, siempre hubo excepciones, o periodistas y literatos, miraban para otro lado y no querían saber nada de cuanto ocurría a su alrededor.

 

Y más adelante Amèry escribe:

 

en la escena política de Alemania Occidental todavía se encuentran en activo personalidades próximas a los verdugos porque, a pesar de la ampliación del plazo de prescripción para los crímenes graves de guerra, los criminales gozan de buenas oportunidades para envejecer con honores y sobrevivir triunfando sobre nosotros, como garantiza la actividad que desarrollaron en sus buenos tiempos.

 

Estas palabras las escribía apenas 20 años después de la desaparición del nazismo. En España es peor. Aquí no se celebraron nunca juicios para condenar el fascismo imperante del franquismo. Y 40 años después de la desaparición de Franco, en la llamada era democrática, todavía simples críticas a la religión, a la monarquía -que no olvidemos fue instaurada por el propio franquismo- son enjuiciados por magistrados, fiscales, políticos, en un ataque, que parecía debilitado, a la libertad de expresión.

Y terminamos con otra frase de Améry:

 

En los veinte años consagrados a reflexionar sobre cuanto m sucedió creo haber comprendido que todo perdón y olvido forzados mediante presión social son inmorales.

 

No es todo sacar unos huesos de una tumba para que se olvide cuanto ocurrió en el franquismo: es inmoral supeditarlo a un espectáculo y no a una continuidad de acusaciones a una de las épocas más innobles e inmorales de la historia de España.

Termino con una frase del inspirador de esta Antorcha, Karl Kraus:

 

El verbo expiró cuando despertó aquel mundo.

 

Se refiere al nazismo en sus orígenes. Nuestra palabra también fue secuestrada cuando triunfó el franquismo. ¿Ha de seguir estando secuestrada o desaparecida?

jueves, 2 de agosto de 2018

148



LA MEMORIA HISTÓRICA NO ES ESPECTÁCULO

- con citas de algunos escritores-

Hoy día se tiende, sobre todo por los nuevos medios de comunicación, a reducir todo, sea política o cultura, a espectáculo. Y así no se profundiza en el grave problema de la memoria histórica. Porque ésta nos mostraría, no solo los horrores cometidos en un país, sino en una constante que arrastra desde los tiempos antiguos. Guerras, torturas, campos de concentración, persecución de disidentes, cárceles y largas condenas -cuando no asesinatos sin ley- para los enemigos del poder, silencio o persecución para los críticos, disidentes, largas condenas para  quienes no comulgan y combaten las leyes injustas y los gobiernos dictatoriales.

En el siglo XX se  culminaron, con la insurrección franquista, los horrores nazis que culminaron en los hornos crematorios, y posteriormente, ya en el siglo XXI los constantes muertos, en los mares o las arenas del desierto, los inmigrantes que huyen de ciudades arrasadas, de hambres y faltas de condiciones sanitarias, sin viviendas, de los territorios asolados por los imperios y dictadorzuelos a su servicio.
Y sobre estos hechos se impone el silencio, el no querer hablar de sus causas, se prefiere vivir alienados con los espectáculos masivos que se buscan para alienar a los ciudadanos, mientras menos piensen y analicen la realidad del mundo, mejor. Sea fútbol o deporte, conciertos de saltarines y luces fantasmagóricas y propagandas que atraen a miles de personas, mítines en que unos y otros se aplauden a sí mismo para no discutir ni cuestionar palabras ayunas de contenido, manifestaciones tumultuarias tras banderas, himnos, cantos y discursos demagógicos y falaces, nacionalistas de uno y otro sentido, que avergüenzan a quién tenga un poco de raciocinio.

Y la memoria histórica también quiere reducirse a gestos, desenterrar unos huesos, cambiar algunas estatuas o nombres de calles -que son necesarios pero no trascienden el sentido de los sufrimientos pasados- pues no analizan en profundidad, juzgan y condenan aunque sea en tribunales no reconocidos los hechos salvajes y continuos que se sucedieron durante largos años.

La ética ya no existe, salvo para unas minorías, y la educación y la enseñanza, que es donde debiera figurar su estudio y condena no es capaz de analizar desde las primeras letras hasta los estudios universitarios, esta barbarie que asola la humanidad y destruye civilizaciones.

Damos unas cuantas frases de pensadores rebeldes, que son conscientes de la "banalidad del mal" o del silencio -que no deja de ser colaboración con el mal- de quienes deberían ser referentes culturales para quienes también hacen de las letras diversiones y espectáculos y prefieren no entrar en cuestiones que les llevaría a la protesta para intentar detener de una vez estos hechos y prefieren vivir en la cultura del mercado para ver los beneficios que pueden obtener de él.

Adorno
Mientras no se pueda determinar cuanto se sabía realmente en los tiempos en que se cometían los actos de terror, nadie puede aducir que no sabía lo que sucedió... En primer lugar están los que se limitan a negar lo ocurrido o lo tienen por exagerado...El tirano puede así distanciarse de sus atrocidades, no cometidas por él mismo, que no precisa siquiera controlar, sino que encarga a sus esbirros, mientras que éstos se sienten solo como órgano de ejecución de la orden y temen por su propia vida si no obedecen: de manera que todos los implicados salen del asunto con buena conciencia

Günter Grass. (se puede aplicar a la España actual)
El genocidio que Alemania planeó, ejecutó, toleró, negó y ocultó, y que, no obstante, estuvo y está a la vista de todo el mundo, sigue sin ser digerido, indigerible, como una rueda de molino colgada al cuello de los alemanes, incluyendo a los nacidos después de todo aquello.

Antes de ser asesinado, Luther King expresó que no quería hablar de los culpables que participaban en los crímenes y xenofobias imperantes en EEUU, sino de los intelectuales y profesionales que habían optado por callar y no criticarlos.
El franquismo duró 40 años. La transición todavía sigue. Mientras vivió Franco, salvo las minorías que lo combatieron en montes o después pacíficamente en ciudades, fueron la mayor parte de los ciudadanos quienes callaron ante los crímenes que cometía y la censura rígida que envolvía al país. Y ahí podríamos encontrar a académicos de la lengua, catedráticos, escritores, periodistas, funcionarios de toda índole, jueces y hasta trabajadores. Y cuando murió, y hasta nuestros días, salvo las asociaciones que esforzada, casi heroicamente, intentan denunciar ese terrible periodo histórico, no han surgido quienes exigieran un juicio histórico sobre quienes colaboraron con el franquismo o callaron. Este silencio, este mirar solo a la cultura mercado y a la política oportunismo ha sido uno de los lucros que arrastramos. No se ha exigido un análisis profundo y sin ningún tipo de censuras, que se expusiera en todos los medios de comunicación y se volcara en los textos de enseñanza y fallara, aunque no se ejecutara condena sobre los culpables, a quienes sostuvieron el franquismo, que no era el problema de un hombre, sino de cientos de seres humanos que activa o pasivamente le mantuvieran, y se aprovecharan, en el poder.
Damos para concluir esta breve aproximación a un tema sangrante otras breves citas de quienes son partidarios de estas denuncias públicas.

Jean Baudrillard.
La cobardía intelectual se ha convertido en la auténtica disciplina olímpica de nuestro tiempo.
            
Eduardo Galeano.
La dictadura militar, miedo de escuchar, miedo de decir, nos convirtió en sordomudos. Ahora la democracia, que tiene miedo de recordar, nos enferma de amnesia.  

jueves, 24 de mayo de 2018

147

He publicado un nuevo libro con el título de ETA.  Adjunto el sumario del mismo y unos comentarios sobre el propósito del mismo.

ÍNDICE.

Presentación.
 
I. EL MARCO HISTÓRICO DE EUSKAL HERRÍA.
 
  Introducción General.
  Vasconia.
  Las dos iglesias de Euskadi.
  La cuestión carlista. El PNV.
  Movimiento obrero y revolucionario.
  La Guerra Civil.
 
II. FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS, POLÍTICOS, CULTURALES Y MILITARES DE ETA.

  Los Fueros.
  Los teóricos
  Las razones abertzales.
  Fundamentos militares y culturales.
 
III.ORÍGENES Y DESARROLLO DE ETA. 1951-1968

  Antes de nacer. EKIN.
  ETA.
  Las cinco primeras Asambleas de ETA.
  El Cabra.
  Txabi Eltxebarrieta.
  Melitón Manzanas.

IV. JUICIOS,SECUESTROS,ATENTADOS. EL RUIDO Y LA FURIA.

  El proceso de Burgos. Introducción y Desarrollo
  El mito Txikia.
  Fin de una época: Carrero Blanco.
  De bombas, secuestros, fusilamientos.
  Pertur: El gran misterio.
  Escisión y triunfo de ETA militar. Desarrollo de las 6ª y 7ª Asambleas.

V. AÑOS DE PLOMO.ACCIÓN-REPRESIÓN-ACCIÓN-REPRESIÓN-A...-R--- 1978-2010

  Las reformas políticas.
  Represiones. Época Fraga.
  Apala. Argala.
  La tortura en Euskadi.
  La furia de ETA.
  La alternativa Kas. Herri Batasuna.
  Las campanas doblan en toda España.
  El GAL y otras organizaciones paramilitares.
  ETA contra ETA: Yoyes.
  Negociaciones, treguas, rupturas.

VI. FINAL DE ETA. GUERRA Y PAZ. 2011-2017

  Manifestaciones. Conversaciones por la paz.
  El año 2011. Sortu en Madrid.
  El presente. Elecciones. El tema de los presos y exiliados.

VII. NUEVAS REFLEXIONES SOBRE LAS VIOLENCIAS.

 Violencia religiosa, política y militar.
  Violencia ideológica: lenguaje, medios de comunicación, educación.
  Violencia familiar, social y de la vida vida cotidiana.
  La última violencia del progreso: de la televisión a Internet.
  Fascismo: todas las violencias.
  La antiviolencia. Moral de la no violencia..

Índice onomástico.





 
 
ETA. El libro.  Por Andrés Sorel

 

El 4 de mayo de 2018 ETA anunció su disolución mediante mediadores internacionales. Una campaña de prensa, políticos, y asociaciones de víctimas, se opusieron a los términos en que se manifestó la misma. La noticia no rubricaba sino lo ocurrido en el otoño de 2011, cuando ETA anunció el cese de su actividad armada.

El tema de las violencias siempre ha sido determinante para algunos pensadores y escritores. Porque existen distintas violencias: la de los Estados y el poder de regímenes económicos y políticos sobre pueblos, para su propio beneficio, y la de éstos pueblos sojuzgados que buscan su independencia para terminar con la opresión y, hasta esclavismo, de que son víctimas. Otra cosa es el terrorismo que se individualiza en personas o grupos fanáticos al servicio de catecismos religiosos o ideológicos, y terminan convirtiéndose en grupos armados que, al margen de prácticas de diálogo y acciones globales revolucionarias, terminan cometiendo asesinatos sin sentido alguno.

ETA: de la lucha contra el franquismo fascista pasó a convertirse en sus últimos años en grupos sin análisis ni democracia política que simplemente impulsaban la acción-represión-acción para mantener la excepcionalidad de su ritual político.

Participé, desde la muerte de Franco, con artículos, documentos, conferencias, y tras el asesinato de Pertur en actos públicos y libros colectivos, para buscar el diálogo entre las partes contendientes que terminara con la lucha armada, lo que costó tres décadas en alcanzarse.

Este libro pretende reflejar la historia de ETA, desde sus orígenes en los años 50, en plena dictadura franquista, hasta su deriva final y el presente de quienes solo buscan vencedores y vencidos; y se apoya en conversaciones y textos originales de personajes fundamentales para los inicios y desarrollo de la Organización, consignando documentos públicos o privados, sus Asambleas, el desarrollo de sus continuas crisis internas, las expulsiones e incluso asesinatos de algunos de sus miembros, y la búsqueda, por otra parte, de la acción para conseguir el silencio de las armas.

 

 

Y también muestra las otras violencias, estatales o para estatales, ya desde la oposición del franquismo: la prohibición de la lengua del pueblo vasco, la supresión de numerosas libertades, los estados de excepción y los asesinatos de ciudadanos del pueblo de Euskadi en manifestaciones o represiones policiales. Se ofrece un análisis de las torturas ejercidas sobre cientos de sus militantes o simpatizantes y actuaciones de la otra violencia fascista –el GAL, el Batallón Vasco Español, etc. sobre miembros o no de la Organización.

Un largo recorrido por ese más de medio siglo de vida, que como en guerras, contiendas de toda índole y el terrorismo, destruye lo único que tiene razón de existir y ha de respetarse por encima de cualquier consideración religiosa o política: la vida humana.

Una historia terrible no solo para Euskadi, sino para los ciudadanos españoles, que culmina con un pequeño análisis de las otras violencias ejercidas sobre la sociedad por el sistema económico y político imperante.
   
 

jueves, 26 de abril de 2018

número 146


¿ HASTA CUÁNDO EL PP?

 
Un nuevo poema de Antonio Ferres: LAS INCIERTAS LEJANÍAS
 
 
¿Hasta cuándo el PP?
 
Llevamos más de seis años con uno de los gobiernos más corruptos, retrógrados, seudo fascistas, que ha tenido España desde la muerte de Franco. Pero los partidos políticos y los sindicatos tradicionales  pasan mes tras mes atascados en pequeños sucesos o divisiones internas, ajenos al empobrecimiento de la población, a formas nuevas de censura, convirtiendo la política en espectáculo en vez de trabajar con el pensamiento y con la acción para terminar con esta situación. La burocracia y la aceptación de unas reglas que dicen democráticas, conforman esta parálisis política. Televisiones, medios de comunicación, nuevas y raquíticas formas expresivas, aparecen más preocupadas por la burda parodia, los chistes fáciles, las expresiones malsonantes, las críticas personales, que por profundizar en todos los problemas de la realidad social, cultural, humana, que van hundiendo cada vez más al país, convertido en una bolsa de viajes para que los turistas lo ocupen y vayan desalojando cada vez más a los ciudadanos que mientras se vuelcan en banderas, himnos, y mendigan miserables sueldos para sobrevivir.
 
De Cataluña a Andalucía vivimos una pesadilla que los más lúcidos, hastiados, ya quieren evitar no pensando ni hablando de ella. Es cierto que el mundo se deteriora, por doquier crece la extrema derecha para ocupar los distintos poderes, el imperio norteamericano impone cada vez más leyes, usos y costumbres en un dominio que busca anular los pensamientos y la libertad de los ciudadanos, para que pueda dominarlo. Pero todos acuden a festejos, conmemoraciones, actos oficiales, procesiones o romerías, espectáculos deportivos, sin atreverse a combatir continuamente a quienes los explotan, como serviles criados del neocapitalismo, del mercado y la globalización.
 
Eso sí, se celebran manifestaciones de protesta, pero que a los gobernantes no les causan gravísimos problemas. Y conmemoraciones: dentro de poco ya no quedará un solo día en el año que no se celebre o postule algo, sea viejas fiestas o nuevas rutinas sobre cualquier acontecimiento, sea jocoso o trágico. Y mientras, el tiempo avanza, sigue destruyendo al ser humano, la civilización y al planeta Tierra. Uno recuerda viejos textos revolucionarios, luchas no pactadas con el poder, sin formas por él impuestas, actos que convulsionaron las viejas repúblicas y formas de gobierno.
 
Pero el dios dinero y su profeta la publicidad están imponiendo nuevas formas de sumisión mientras cada día mueren decenas de miles de sacrificados por estos Estados poderosos que, en el lenguaje mentiroso y embaucador que se impone de uno a otro confín, llaman "del bienestar".
 
Un nuevo poema de Antonio Ferres: LAS INCIERTAS LEJANÍAS.
 
Ahora
hablo a voces para borrar
                       el tiempo
y detener el cataclismo
                     de la vida
 
grito en el primer amanecer
                        del mundo
y espero que haya alguien
              que me escuche
 
-como aquella muchacha
                   de las islas-
 
alguien que beba conmigo
el agua dulce de los ríos
 
y camine conmigo
hasta las inciertas lejanías.
 
                        A.F. Abril 2018

martes, 27 de marzo de 2018

número 145


PUIGDEMONT NUNCA LEERÁ A EMILIO LLEDÓ, JOSÉ LUIS SAMPEDRO, FRANZ KAFKA.
 
En el año 2007, con motivo del 90 aniversario de su nacimiento, un grupo de amigos de José Luis Sampedro realizamos, en homenaje a tan extraordinario creador, un libro con nuestras felicitaciones.
 
Once años más tarde, en los tiempos convulsos y desesperantes que vivimos, de la corrupción gubernamental a la de quienes intentan apoderarse de Cataluña para sus intereses personales, no me resisto a reproducir unas líneas de las que el gran pensador Emilio Lledó dirigió a José Luis Sampedro, en las que aclara que se esconde tras los nacionalismos y quienes son los que los apoyan, en este caso herederos de otra corrupción, la de Jordi Pujol y sus gobiernos, con el apoyo de los gobernantes españoles en la ficción de la "democracia". Intereses bastardos que se basan en viejos mitos, como las banderas, los himnos, la falsa historia y la búsqueda de un pequeño "paraíso" en el que poder gobernar impunemente. De ahí su interés porque gobiernos, de Estados Unidos a los de la Comunidad económica europea, les apoyen.
 
Pero vamos a remitirnos a las excelsas palabras que Emilio Lledó escribió a José Luis Sampedro. Decían:
 
Leyendo tus libros descubrimos el testimonio más coherente de esa protesta contra la ignorancia, la hipocresía y el fanatismo, tres de los nombres más sangrantes de nuestro tiempo. Una protesta en la que alienta la realidad de la utopía. Sueños que más allá de lo onírico nos dejan ver los ideales que te mueven y que se alimentan de los únicos, casi exclusivos conceptos que, por encima de las falsas patrias, de los nacionalismos acartonados que sirven solo para que ciertos poderes los manipulen, constituyen la verdadera patria en la que creemos: la justicia, la honradez, la decencia, la verdad, la inteligencia, la racionalidad, la libertad, la bondad, la educación de la sensibilidad, la amistad. Esa es la patria, la única patria de la democracia.
 
Y pues de Sampedro hablamos, recordemos unas palabras suyas que sirven para estos tiempos de destrucción del lenguaje y el pensamiento, de Trump y sus correos, a las de Puigdemont y sus frases -llevamos decenas de años hablando del nacionalismo franquista y de la derecha que nos gobierna-. Pero es necesario denunciar todas las falacias en esta hora que llaman de la globalización y el mercado y no es sino la destrucción de algo por lo que se luchó durante largos años: la libertad, la igualdad, la fraternidad.
Escribe Sampedro:
 
El lenguaje con frecuencia es una trampa: se usa para engañar y persuadir con falsedades o encadenadas con creencias ... El caso es que la palabra, como los alimentos desconocidos o nuevos, debe ser recibida con espíritu crítico pues puede ser un bálsamo o un veneno.
 
Y el caso de Puigdemont y sus palabras lo escenifican: lejos del diálogo, las razones, las búsquedas revolucionarias de una sociedad nueva, justa, culta, ajena a la explotación, las oligarquías, las clases medias y trabajadoras cada vez más depauperadas, él se envuelve en los símbolos alienantes -esteladas, segadores, gritos y manifestaciones de eslóganes únicos que aclaman a personajes esperpénticos convertidos en nuevos caudillos- para así mantener su lucha personal por el poder. Los nacionalismos son perniciosos y terminan siempre en guerras y sometimientos de otros pueblos, del español al alemán o el norteamericano, y cuando triunfan se convierten en panacea para los privilegiados que los administran.
 
Puigdemont es un personaje -como muchos de los que impulsaron los del siglo XX-, de ópera bufa, pero cuyo espectáculo noquea a decenas de miles de ciudadanos que prefiere, a pensar y debatir, dejarse arrastrar por su lenguaje mendaz, falso, compuesto más que por razones por esperpénticos melodramas como los que usan para otros fines pero por idénticos motivos, triunfar, ser aclamados, personajes triunfadores de las televisiones y programas populistas.
Y terminamos con palabras de Kafka que siempre nos ilustran:
 
Los hombres se esconden del tiempo tras las palabras y las ideas gastadas.
Por eso la verborrea es el baluarte más fuerte del mal. Es el conservante más duradero de todas las estupideces.
 

viernes, 16 de marzo de 2018

144

 
LA VIDA Y LA POLÍTICA. ESPECTÁCULO Y REALIDAD
 
UNA HUELGA DE MUJERES. EL ASESINATO DE UN NIÑO.
 
El mundo, desarrollo de las televisiones, los móviles y las tabletas, se ha convertido, cuanto se hace y se dice, en un espectáculo: lo importante es salir en esos medios,  ser entrevistado en ellos.. Estos últimos días hemos tenido dos ejemplos: la importante huelga de las mujeres en toda España  y el rapto y asesinato de un niño en Almería. Éste último eclipsó los telediarios y las emisiones informativas durante doce días, como si hubiese sido una catástrofe universal.
Las trascendentales concentraciones de las mujeres sirvió para que todos los políticos, dirigentes sindicales se agruparan en torno a ellas para ocupar el mayor tiempo posible en los medios. La lucha de las mujeres por su dignidad, equiparación salarial y vital, ha sido, a lo largo de los últimos siglos, fundamental. Y debería seguir siéndolo, no un día, sino todos los días del año. Pero no para rellenar el contenido informativo durante 24 horas. sino para con la reflexión, el pensamiento, las acciones, y sus propias organizaciones, la impusieran con distintos métodos no "controladas" y menos "aceptadas y encauzadas" por la burocracia democrática.
Lo del niño es otra trágica historia. Un caso individual que anula informaciones sobre  los millones de niños esclavizados, asesinados, hambrientos, víctimas de las guerras imperialistas, las masacres humanas y sobre todo la globalización y el mercado que dirigen la política y destruyen a las sociedades, los derechos humanos y la justicia social.
Volvemos a las mujeres. ¿Quiénes son los culpables de su estatus social? Fundamentalmente las religiones y la educación. Son los mayores enemigos de las mujeres, quienes han buscado y persiguen todavía su supeditación al orden    impuesto por Dios en el mundo para la supremacía del hombre, los descendientes de Adán, Moisés, Jesús y Mahoma, y que alumbran las dos principales religiones del mundo, la cristiana y la mahometana.
Mientras no se combatan las religiones, no se transforme la educación y el papel que se hace desarrollar y muchas aceptan en todos los espectáculos, políticos, deportivos, cinematográficos, culturales, difícilmente bastará la importante manifestación de un día, frente a los 364 restantes del año.
En el libro realizado con Olga Lucas, José Luis Sampedro dice:
 
No interesa que sepamos, que seamos seres humanos en toda nuestra integridad, desarrollando todas nuestras facultades. ¡Si a lo largo de la historia no se ha enseñado a leer a las mujeres!
 
Ellas, con sus luchas, consiguieron avanzar, pero no en todos los países. Y en donde ya son libres, se supeditan en muchos casos a las modas, las alfombras rojas, la importancia del cuerpo sobre la mente. No hablemos de la otra civilización, que recuerda nuestras épocas medievales.
Y el niño. No hagamos una excepción de su rechazable asesinato. Y sobre todo no envolvamos, con actos religiosos y políticos, convertidos en espectáculos televisivos y no en  la necesidad de cambiar las estructuras de la sociedad y no poner el acento en las cadenas perpetuas. Ver a determinados ministros, curas, autoridades, escuchar los mensajes de cuantos lloran por la muerte del desgraciado niño -tal vez ocasión para hablar de racismo y xenofobia- nos muestra la hipocresía, el teatro de la vida religiosa y civil y la maldad de quienes al tiempo mantienen una sociedad cada vez más enferma y esclavizada y nos retrotrae a los crímenes religiosos de la Inquisición y las congregaciones y aplausos en las plazas públicas del pueblo cuando quemaban a seres humanos. Las conciencias reaccionarias y criminales se unen en el espectáculo público mientras la libertad, la igualdad, el pensamiento, cada vez permanecen más agostados.


martes, 27 de febrero de 2018

número 143


A N T O N I O    F E R R E S

A. Ferres: Dos poemas. Los campos de verano. En recuerdo de Javier Alfaya
                                   La rana que croa en el estanque
 
 
 
En los años 60 Antonio Ferres fue, junto a Armando López Salinas, mi mejor amigo. Nunca olvidaría las reuniones que manteníamos en su casa de la calle Velarde, a veces hasta altas horas de la noche, hablando de literatura, política y la vida cotidiana. Los tres militábamos entonces en el partido comunista. Poco antes del 68, Ferres, cansado del partido y de su cada vez más estancada vida, marchó a París. Luego se fue a dar clases a universidades de Estados Unidos.
 
Muerto Franco regresó con su pareja americana de entonces, Doris, a España. Nos volvimos a ver con frecuencia, y entonces, como yo era director  literario de la editorial ZYX, publiqué en ella su precioso libro de relatos El colibrí con su larga cola.
 
Ferres es, además de un gran escritor, uno de los personajes más sinceros y entrañables que se han desarrollado en el siglo XX español. En los años del actual siglo ha creado, además de novelas y relatos que con gran sentido literario publica la editorial Gadir, una fuente para mí desconocida y que realza su gran y variada literatura: la poesía..
 
Por eso éste número de La Antorcha del siglo XXI quiere rendir homenaje al gran amigo, escritor y humanista que es Antonio Ferres, con dos poemas últimos que me ha enviado.
 
LOS CAMPOS DE VERANO. En recuerdo de Javier Alfaya.
 
Hay tristeza en la muerte
                             del pájaro
porque el pájaro sabe el ansia
                              del vuelo
sabe volar alto sobre la tierra.
 
Tiene aún colores el pájaro caído
                  -las plumas y las alas-
mientras caminamos bajo las nubes
                                y los árboles.
 
Hay tristeza cuando el pájaro muere
mientras estalla la vida en los campos
                                       del verano.
 
 
 
LA RANA QUE CROA EN EL ESTANQUE.
 
SOLAMENTE EL IDIOTA
    - A LO MEJOR MINISTRO
                  O PRESIDENTE-
SE CREE MÁS IMPORTANTE
              QUE LA HORMIGA
 
MÁS IMPORTANTE QUE LA FLOR
O QUE EL VELERO QUE CRUZA
RADIANTE LA DISTANCIA
 
SE CREE MÁS IMPORTANTE
QUE EL GRANO DE TRIGO
A PUNTO DE MORIR
SIN LA TIERRA Y LAS LLUVIAS
                          TEMPLADAS
DE LA PRIMAVERA.
 
SOLAMENTE EL IDIOTA
SE CREE MÁS HERMOSO
QUE LA RANA VERDE
QUE CROA EN EL ESTANQUE
                      DE LA TARDE
 
               Antonio Ferres.
                
 

miércoles, 7 de febrero de 2018

número 142

 
 
LETIZIA Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
 
Día tras día, mes tras mes, periódicos, revistas, televisiones, hablan de la reina Letizia. ¿Hablan? No: eso supondría indagar en sus ocupaciones literarias o artísticas, en sus estudios sociales y aportaciones para la cultura, la lucha contra la discriminación, los genocidios de los exiliados, la destrucción ecológica y ambiental y la necesidad de romper la cadena de quienes tienen en su país -apenas unos centenares- más dinero que el que ingresan millones de ciudadanos.
Sería entrar en la mujer, en sus pensamientos, en sus posibles acciones, incluso en su vida diaria.
Pero no: todos los medios de comunicación se limitan, cuando aparece en un acto público, a contar como viste, los zapatos que lleva, quienes se los proporcionan. Y las joyas que exhibe. Minuciosas descripciones que acompañan su fotografía. De la cabeza a los pies solo existe el maniquí. No escriben, hablan, reflejan otra cosa, como si no fuera un ser humano y sí un simple figurín que se exhibe para conformar lo que es la vida de una reina, ahora sí auténticamente ficticia. El amor, el dolor, la cultura, la política son algo, para los periodistas que no puede encarnarse en ella-
 
Y esto me hace recordar el capítulo q1ue la dediqué -en él expongo las razones que me llevan a tratarla- en mi libro Antimemorias de un comunista incómodo que me publicó hace ya tres años la editorial Península de Planeta. Se llamaba "Leticia: estudiante en Tutor, reina en la Zarzuela".
Por considerar su evolución acorde a lo que se ha, o la han convertido los medios, recojo algunas frases del mismo.

Ya no es mujer. Olvidan, en la representación a que preceptores, tutores, guardianes y personal de servicio la conducen, desde que se levanta hasta que se acuesta, que también es cuerpo y mente, no solo máscara. La máscara es trabajada por el equipo que la armoniza hasta que consiguen que su rostro se vuelva indefinible, hasta que controlan al límite sus expresiones para que no se descomponga jamás a la luz pública (...)
Y como dentro de los ejercicios brillantemente aprobados no existían palabras, diálogos, controversias, dudas, y sí escenificación para el selecto público donde se exhibía su figura y el aprendizaje de idiomas, y al expresar bien pronunciadas frases en ellos, los aquiescentes aplaudirán complacidos al ritual: sí, oh, magnífica, bella e inteligente, no malogra su figura y habla idiomas perfectamente porque ya no habla ninguno. ¿Y su ética? Esa palabra no figura en el catecismo regio. ¿Cómo va a plantearse si ella ya no piensa, solo interpreta los pales que le asignan?
 La existencia pasa a convertirse en una telenovela para consumo de los espectadores. Y en ella, lo más importante, son los adornos de la intérprete, peinado, vestidos, joyas o ausencia de joyas, zapatos y bien afilados tacones. Que ocupen y realcen los decorados sobre los que se mueven o permanecen estáticos los figurantes -incluso en la entrega de premios literarios o artísticos- que hablen sin hablar, sonrían sin sonreír y no verán nunca lágrimas porque el ejército de maquilladoras y su bien retribuida estrategia impiden que rostros tan bien trabajados y compuestos puedan en cualquier momento descomponerse.
Mas fuera de la representación quedan las alcobas de las niñas, los pasillos sin criados ni mayordomos, el lecho ocupado o vacío, los momentos en que despierta del eterno sueño dominante que la ha paralizado, y tal vez, cuando desaparece la escena, renace la vida. Mas esa ya no está preparada para el espejo público. Solo una poderosa imaginación y un catártico análisis, podría tal vez entrar en ella.
Y al final de las palabras, la memoria, de pronto, regresa a aquella joven que estudiaba periodismo y que estuvo en un modesto piso lleno de libros situado en la calle Tutor. Si ya ha sido premiada y obtenido el gran reconocimiento virtual al que aspiraba, busque, por si casualmente se encuentra en su biblioteca de La Zarzuela, las obras de Shakespeare, y lea en el acto V de Macbeth estas palabras:

¡Apágate, breve llama!
(...)
La vida es un cuento
que cuenta un idiota,
lleno de ruido y furia
que no significa nada.                                   
 

La Linterna del S. XXI