martes, 28 de enero de 2014

Número 67

          
               ELOGIO DE LA VIOLENCIA

De los periódicos. 85 familias ricas concentran la misma cantidad de dinero que 3.570.000.000 de pobres del mundo.
Algo normal para la ONU, las Iglesias y lo que se llama Democracia (sí, con mayúscula).
Y gracias a ello en los próximos años morirán de hambre, falta de atención sanitaria, insalubridad provocada por las condiciones en que viven, cientos de miles o algunos millones de personas en los pueblos sometidos a la esclavitud del poder capitalista, terrorista, xenófobo, que rige los destinos del mundo. Se trata del genocidio, holocausto no declarado formalmente, de nuestros días. Esta situación, si no se rebelan, pude devorar el mundo, mientras los grandes asesinos de nuestro tiempo histórico, y sus sicarios, Gobiernos, Justicias, Militares, religiosos, detenten el poder y las leyes e impongan sus condiciones de vida. 
Contra esa violencia solo cabe la rebelión. No las palabras, que también: los actos. La violencia organizada y no suicida, sino combativa, día a día, a todas horas, en todos los lugares, con todos los medios a su alcance.
Obama, el servidor perfecto del gran imperio de la violencia, actúa como un payaso que pronuncia palabras sin efecto ni sentido a los dirigentes mundiales con los que se reúne, cuando él no ignora que el l% de la población de su país concentra las riquezas generadas en los últimos diez años.
Tras estos grandes depredadores de las riquezas o economías del mundo se sitúan los grandes banqueros, los oligarcas, los empresarios, que tienen sus guaridas inexpugnables -como los viejos poderosos piratas de los siglos de hierro- en lugares ahora legales y reconocidos como recintos sagrados por los importantes gobiernos que se sitúan a su servicio y que cuando consideran que las ganancias que obtienen no son las necesarias para mantener su poder económico, dictan nuevas leyes y prestan sus fuerzas militares para que el orden no sea alterado.
Las palabras que emplean para alienar a las poblaciones son cuidadosamente elegidas y programadas por los bien remunerados lacayos asesores que cuidan del mantenimiento de la falsa democracia, que secuestran el lenguaje, lo deforman y corrompen, para hacerlo lo más ilegible posible y oscuro a las críticas de los que se sitúan fuera de la secta bursátil y mercantil.
Por eso decimos: contra esa violencia estructural que actualmente gobierna en los jardines imperiales de la democracia, no cabe otro recurso que impulsar, desde el conocimiento y el análisis, la necesidad de la violencia revolucionaria, de la que han abdicado por espurios intereses los partidos y las organizaciones sociales que debieran impulsarla, también secuestrados por la limosna que les otorgan los magnates del poder.
Es un problema de lenguaje al menos.
 
DISTINTAS FORMAS DE VIOLENCIA
 
La violencia como estado mental permanente contra el servilismo y la esclavitud.
La violencia como ejercicio de un lenguaje no convencional ni vocinglero, demagógico y alienante, un lenguaje de permanente y rigurosa denuncia contra políticos, eclesiásticos, mercaderes, publicitarios, legisladores, que la emplean como monopolio para embrutecer, dominar y volver inofensivos y unidimensionales a las gentes y los pueblos.
La violencia en la acción para denunciar, allí donde se les sorprenda, donde intenten ocultarse, donde aparezcan públicamente, a los corruptos dominadores de la economía, de la política o de la cultura.
La violencia para hacer ver a los opresores que ellos no son los dueños exclusivos de su ejercicio, y que también contra ellos puede volverse.
La violencia de los acosados contra los acosadores, de los condenados contra quienes a través de leyes e instituciones- ejércitos y policías en última instancia- les explotan, marginan y pretenden silenciarlos.
La violencia bíblica del templo ejercida en el sagrado recinto de la plaza pública por los auténticos revolucionarios que siguen al Cristo alzado contra los mercaderes.
 
NO REGRESEMOS A LA ESCLAVITUD
 
Para no ser esclavo preciso es gritar y decir no a demócratas o religiosos que propugnan, para defender sus intereses, la sumisión, intentan consolar con sus miserables obras de caridad, y hablan de cielos eternos o elecciones democráticas como si en ellos no se encontrara las raíces de la esclavitud.
Violencia. Insumisión. Acoso. Que al menos el puñado de poderosos que se reparten el mundo sepan que se les denuncia y persigue, y que si todavía, no hoy, un día, esos millones de ciudadanos a los que explotan, unidos, pueden formar un océano de brazos y puños alzados contra ellos, que los obliguen a correr por los aires y refugiarse en esos lugares nuevos que pretenden colonizar y ahora ofrecen como paraísos turísticos (¿o en el futuro fiscales?): la Luna, Marte, o los que puedan descubrir y donde estaría bien que se refugiaran, sin posibilidades de regreso, para siempre.
Alberti exclamaba: a galopar, a galopar, hasta arrojarlos en el mar. No. Que los mares forman parte del planeta Tierra, y la Tierra debe ser para los ciudadanos que la habitan y ese 1% de grandes terroristas y genocidas de pueblos han de ser expulsados por la ira y la violencia de sus víctimas fuera del Planeta.
 

jueves, 16 de enero de 2014

Número 66

"REINA POR UN DÍA"

"Un día en Nueva York" con "el negro que tenía el alma blanca"

El Imperio, desde su unificación, consideró a la mayor parte de los países limítrofes de "su" América, como sus patios traseros o establos a su servicio. Decenas de años imponiendo dictadores, apoyando con golpes de Estado a generales o genocidas, explotando sus riquezas y usándolos como lenocinios o fincas de recreo.
Tras la segunda guerra mundial también buscó su expansión en Europa. España, la España de Franco repudiada unos años, pocos, por los países vencedores de la contienda, fue la primera en caer bajo los dominios de los USA. Aquella "alianza" servía para convertir al "centinela de Occidente" en bastión al servicio de sus fuerzas y bases militares, intereses estratégicos y cuando resultaba necesario rampa de apoyo para sus cruzadas guerreras y de exterminio contra otros países del mundo. A cambio, le facilitaba un cierto reconocimiento o legalidad internacional, ya era EEUU la potencia dominante del mundo occidental, y queso amarillo, leche en polvo y otras zarandajas para los famélicos habitantes hijos del único fascismo vigente en Europa. Y así surgía la historia de "Bienvenido Mr. Marshal"
En aquella España de Fraga Iribarne, antecesor del actual Ministro del Interior, Fernández, que seguro le idolatra y le tiene como mentor, junto a toros, fútbol, lotería, los concursos de radio y televisión, la única, la que debiera seguir siendo para el orden y la moral nacionalcatólica, cobrarían un valor ilusionante, es decir, alienante, para los habitantes del miedo, la represión y la censura. Y entre los concursos, cómo olvidar  el de Reina por un día?
Como puede observarse no sólo en temas como el del aborto recogemos la herencia de quién "lo dejó todo atado y bien atado".
La sonrisa perenne y bobalicona, los ojos iluminados en su ceguera habitual, de quién ha jugado el papel de ganador de un concurso semejante, invitado a trasladarse de los patios traseros del Imperio al corazón de la gran manzana, y poder así retratarse en salones ovales o asistir a cenas con tiburones -les llaman financieros- y que al fin no son sino devoradores de pueblos y economías, sus grandes bocas necesitan alimentarse con la sangre y la carne de millones de habitantes para mantener su brillo y robustez, han ilustrado a la reina por un día de nuestro tiempo, bien acompañado siempre por ese mofletudo y melifluo, repeinado, y boca abierta perennemente encajada en gesto de adulación y sonrisa sandia, que le precede atento y dispuesto a limpiarle los zapatos si en sus paseíllos cogen una mota de polvo.
Espectáculo edificante. Los tertulianos de las cadenas de radio y televisión -ah, ese inefable J.A. Gudín de la SER, tan melifluo como aquellos de los que hablamos-, gran parte de los escribidores de los periódicos, todos satisfechos de que el Emperador, que además es negro y por tanto servil empleado de los verdaderos amos del dinero y la política del país líder de la doble moral, predicadores y adolescentes asesinos de las escuelas, puritanismo legislativo y pornografía dominante para el comercio mundial, fiestas catecúmenas y control de todo tipo de drogas para sanear sus arcas, espionaje a amigos y enemigos y matanzas y bombardeos de pueblos enteros, cultura -de los deportes y la música a la comida y las costumbres- impuesta y monopolizadora de los grandes países de la Tierra, ha concedido -Vida eterna al Emperador- unas palabras de apoyo y unas palmadas en la espalda a la agradecida y siempre sonriente "reina por un día", premiada al fin tras años de espera -ya no debe envidiar al que le autorizaron a poner sus botas encima de la mesa que le reunía con otro emperador con el  que compartía amigables decisiones para el bien de la Humanidad- en el peculiar concurso que rige la historia más esperpéntica todavía que siniestra de nuestros días.
En cuanto al lenguaje... mejor sigamos utilizando títulos de películas, aunque esto no sea ficción y sí amarga realidad.

miércoles, 1 de enero de 2014

Número 65

ABORTO : GALLARDÓN
Regreso al pasado: Del Rey abajo ninguno...

  • Como en la gran literatura española: del Rey al último ministro o representante de ese aborto que se llama PP, nada escapa al terrible abrazo que, con el poder de la Iglesia, de la banca y de la oligarquía financiera y empresarial española y europea a la cabeza nos lleva a tiempos que creíamos superados: inquisitoriales, de feroz discriminación social, de embrutecimiento de la gran masa del pueblo español. Surgen voces airadas que se pierden en la marea reaccionaria impuesta por quienes controlan los grandes medios de la información y la comunicación. Son de agradecer las de esos escritores, menos políticos, que alertan de estos tiempos viejos que se van imponiendo día a día en el nuevo fascismo español. Habrá que realizar un esfuerzo mayor, y a poder ser colectivo, para impedir que las gangrena se extienda del todo sobre  nuestras tierras y sus habitantes.
  • Comienza el nuevo año y ellos, eso sí, continúan en su ritual. No es ni cínico: resulta tan repulsivo como la exigencia del confesor a la gente arrodillada ante la celosía en que cuenta sus pecados y mientras éste las interroga para sacar hasta la última de las "perversidades" que han cometido se masturba y agita en su cubículo afiebradamente.
  • Anonadado, estupefacto, casi mudos, pensamos en la barbarie que nos rodea mientras suenan los villancicos. La mujer. Desde los libros más antiguos. Gracias, Dios mío, por no haberme hecho mujer. Y porque me diste el poder de legislar, castigar, imponerme a ella y utilizarla para nuestro placer.
  • Aborto. Gallardón. ¿Es el que impone la ley o el engendro disfrazado de ser humano que se esconde tras las palabras?
  • Uno más de los curiosos personajes no denunciados, con la rotundidad que merece, por la opinión pública de nuestro tiempo histórico.
  • Eran, son cultos, dicen muchos de quienes los conocieron. Y no escribimos para quienes redactaron los libros que llaman sagrados, ni siquiera para quienes dictan las leyes jurídicas, que los abortos que no alcanzan la vida al menos no resultan peligrosos para sus contemporáneos, pero aquellos no realizados y que debieron existir y terminan desarrollándose a plenitud pueden terminar convirtiéndose, y de hecho se convierten, en un peligro público.
  • Y vemos al hombre joven, bello, perfectamente vestido -ya la marca Hugo Boss vestía a los nazis, marcas de alta costura, coleccionistas de obras de arte, hasta filósofos, cuánta hez humana envuelta en la parafernalia de los aristócratas- de sonrisa encantadora interpretando al piano una obra de Bach o de Mozart. Galantea con la mujer, de alta sociedad naturalmente, que recibe sus caricias. Resulta maravilloso haciendo el amor, dirá ésta. Y habla lo mismo de Wagner que de Goethe. Posee unos conocimientos profundos y su bella voz te embelesa. La joven no le contemplará en sus horas más íntimas: cuando planifica junto a otros compañeros, algunos son zafios y soeces, pero eso no importa, la creación y el funcionamiento de las cámaras de gas y los hornos crematorios. Se llama Heinrich Heydrich tal vez.
  • No llegará a tanto Gallardón. Los tiempos son otros, afortunadamente. Pero es un hombre al que arquitectos, pintores, escritores, otros intelectuales, se refieren como persona de gran cultura. ¡Ah, la cultura! Se le ve en la ópera, o en el Auditórium aplaudiendo entusiasmado las obras de grandes compositores, a los elegidos intérpretes que ofician en los grandes fastos de la música. También en reuniones literarias o exposiciones pictóricas. No quieren referirse a sus labores de despacho, cuando -y en esto sigue las normas de sus más nobles antepasados y las que dictan túnicas y capelos que siguen imponiendo su filosofía de la sumisión y la muerte a sus seguidores- prepara leyes sobre el funcionamiento de la justicia, o el respeto a la vida de quién no es, porque al fin la mujer ya fue castigada para su finalidad esencial dentro de lo que llaman familia, concebir, obedecer y si se rebelan putas o mantenidas para el escape sexual necesario al hombre- y así el exquisito se convierte en uno más -recordemos, del Rey abajo ninguno es el título de una obra literaria que de seguro Gallardón, a Rajoy, Montoro o Sáez de Santamaría puede sonarles a chino- de los ejecutivos del ordeno y obedezco a quienes mandan que nos hagan retroceder siglos en eso que llaman civilización o derechos humanos. Pero eso sí, los cuervos que administran su inmoral moral sonreirán hipócrita y satisfactoriamente al tiempo que administran sus hostias -consagradas, que para las sucias ya se encargan los Gallardones de imponer sicarios y leyes-.
  • Felices Pascuas. Próspero Año Nuevo. El rito de las palabras malditas. Luces. Cabalgatas de Reyes. Fuegos artificiales. Campanas y músicas de baile. Que siga el carnaval: no faltarán las fiestas, romerías, cultos, procesiones, fiestas locales, palabras embaucadoras sobre desarrollo económico o independentismo: la mentira para otro título literario: todo el año es carnaval.
  • Yo, en mi Antorcha, con la mirada perdida en enfermos, desahuciados, mujeres maltratadas, vendidas, abandonadas a su condición -existe esta palabra para diferenciarlas y someterlas- niños y niñas vagabundos o esclavizados en el trabajo o el sexo desde sus siete u ocho años de edad, ancianos para los que se pide que no molesten más y se mueran de una puta vez, gentes sin trabajo, esclavos con trabajo, pueblo sin pensamientos ni dudas, uncidos a las cadenas de lo que llaman cultura del ocio y no es más que sometimiento mental y pérdida de su condición humana, gentes de pensamiento y voluntad que intenten encontrar formas -al margen de la burocracia política y sindical, militen donde militen- les insto a encauzar una necesaria, cada vez más necesaria rebelión,y solo puedo recomendar a los moradores de las catacumbas donde el poder nos obliga a refugiar nuestras ideas, que busquen y consigan de la manera que sea un buen vino para beberlo al tiempo que idean maneras de llevar a los abortos que tienen el poder -del rey abajo ninguno, otra vuelta de tuerca a la antigua obra literaria-al lugar que les corresponde en la historia, y que quienes abominan de los movimientos de intolerancia, dictadura, y regresión social y cultural, ya saben cual es, porque no podemos hablar del infierno, que es otra palabra rescatada por ellos para definir lo que quisieran para los esclavos que necesitan en su dominio sobre los pueblos.

La Linterna del S. XXI