jueves, 24 de julio de 2014

Número 76


DE LA "SOLUCIÓN FINAL" A LA "SOLUCIÓN DE GAZA"
Auschwitz nunca desaparece.

UN JUEZ JUSTO Y UNA SENTENCIA EJEMPLAR
Ascenso y caída de Cospedal. Se soluciona el problema del paro.

De la "solución final" a la "solución de Gaza".
Auschwitz nunca desaparece.

Las víctimas se lamentan. Los hipócritas gobernantes miran para otro lado con moralinas repulsivas. La gran potencia, el mayor imperio de los últimos siglos y su colonia España justifican la reacción de Israel ante las "provocaciones" palestinas para defender su integridad. Israel es un poderoso Estado, posee un ejército armado con todo tipo de armas ultramodernas y ejerce un lobby económico sobre numerosos países, desarrollado sobre todo en los Estados Unidos de América. Palestina no tiene Estado propio, solo miseria y explotación por parte de los vecinos y divisiones internas por parte de sus gobernantes y combatientes.
La "solución final" de Wansee adoptada por los dirigentes nazis también encontraba en los medios de comunicación de su tiempo "justificaciones": los judíos tenían poder económico en las ciudades alemanas, imponían culturas no representativas de la grandeza, historia y destino del pueblo teutón y...Es decir, un materialismo judío envuelto en un fanático teísmo militante dominador que pretendió expandirse y envolver la cultura y el ser alemán. No más palabras. Aquello terminó en Auschwitz y otros campos de exterminio. No todos los judíos murieron en ellos. Los más influyentes, poderosos, no solo se salvaron, sino que algunos colaboraron en determinados países europeos ocupados con la selección y deportación de sus hermanos. Pero Auschwitz no concluyó el día de la liberación. Desde entonces, a menor escala y no con aquellos resultados genocidas, con aquel sacrificio del pueblo judío llevado a cabo por los alemanes y más o menos consentido por las potencias occidentales, con la colaboración de Estados como España, Ucrania, Hungría, Italia, Francia, etc. en países africanos y en otras guerras y golpes de estado repartidos por el mundo, se sigue reproduciendo, con otros métodos pero no menores nefastas consecuencias para las víctimas.
Y ahora Palestina. La mayor parte de los sacrificados no son producto de la guerra, apenas se cuentan soldados. Son infortunados habitantes de la tierra que el poder israelita controla y aspira a dominar impidiendo que exista un auténtico estado palestino y un pueblo libre y dueño de sus destinos.
 
Por eso, tras las miserables palabras que se escriben, las reuniones de los gobiernos occidentales, de la propia ONU, los apoyos de Obama, ese ciudadano negro  que al acceder al poder algunos pensaron que "por eso" sería distinto a la mayor parte de los presidentes norteamericanos -como si además ellos tuvieran efectivamente el control del poder- razonamiento que es similar al de los que defienden por encima de sus ideas o hechos a las mujeres o los homosexuales que acceden a altos cargos -de Thatcher, Esperanza Aguirre, al embajador de Estados Unidos o al juez Marlasca-, cuando nunca es cuestión de razas, sexos, géneros, pueblos, religiones o prácticas sexuales y si de ejercicio del poder bajo el dominio de determinada clases social, imperio, etc. siendo lo demás palabrería vana y engañosa, no nos queda más que argumentar como no principio de solución al problema, sino de información, lo siguiente:
 
mientras el cuerpo de Netanyahu -y es un ejemplo- envuelto en una bandera sionista y lanzado por un misil de sus fuerzas terrestres no se estrelle contra el cuerpo destrozado de un niño que jugaba en una playa y fue alcanzado por una de las bombas que ellos lanzan, que nadie nos hable de justicia
 
 
JUSTICIA EN ESPAÑA. UN JUEZ JUSTO Y UNA SENTENCIA EJEMPLAR.
Un sueño: ascensión y caída de Cospedal. Se soluciona el problema del paro

El juez Ramón Sáez Valcárcel es un gran jurista, un hombre de gran cultura y sensibilidad, un ser humano que antepone la razón y el juicio mesurado y justo a intereses espurios de cualquier índole, partidistas, especulativos o al servicio de intereses corporativos o mediáticos.
Ha sido el ponente de una sentencia que ha sublevado a la casta de los políticos que se reparten las prebendas del poder y a la mayor parte de los medios de comunicación. Me refiero a la de las protestas ante el parlamento catalán.
Sus argumentos: respeto al derecho fundamental de la libertad de expresión y manifestación:
La democracia se sustenta en un debate público auténtico, en la crítica a quienes detentan el poder... Las conductas estaban destinadas a reivindicar los derechos sociales y los servicios públicos frente a los recortes presupuestarios y a expresar el divorcio entre representantes y representados. Todos ejercen el derecho fundamental de manifestación... cuando los cauces de expresión se encuentran controlados por medio de comunicación privados.
La obligada confrontación fue debida al cierre por razones de seguridad de todos los accesos al Parlamento salvo uno.

La sentencia ocupa 164 folios. De los 20 acusados 19 son absueltos. Se los acusaba de delitos contra las instituciones del estado, atentado y asociación ilícita. Acusadores de la casta económica como los Pujol o la política como Artur  Mas que eso sí, se desplazó en helicóptero a la Cámara. Un auténtico luchador independentista, vaya. Así no se entera de las 1000 personas que gritaban e increpaban contra su política al servicio de los más oscuros intereses catalanes y europeos, sus verdaderos amos "independientes"; de la banca catalana a la Merkel
Claro que la casta corporativa, desde El País al ultimo periodicucho, sale tras leer la sentencia pidiendo la cabeza del juez. Estamos en el primer round. Para los intelectuales este tampoco parece ser tema de interés. Y luego se extrañan de la existencia de gentes como Gallardón y sus leyes.
 
 
Ascenso y caía de Cospedal. Se soluciona el problema del paro.
 
 Ignoro cual es la carrera profesional y la política de Cospedal. De todas maneras me encuentro entre quienes opinan que un titulado universitario no significa que no pueda ser neo analfabeto y otro político -y no hablamos de corrupto- inepto y romo. Mas volvamos a la mujer de la que hablamos. Si tenemos la desgracia de escucharla o leerla en algún medio de comunicación, nos quedamos lelos con su lenguaje, tan pedestre y reiterativo como falaz y cínico. Se define como eximia representante del partido de los trabajadores y en todo momento muestra las excelsas virtudes de su gobierno que está alcanzando unas cuotas de bienestar y prosperidad que parecen inimaginables. Para mantenerlo es consciente de que debieran ser ellos, los populares trabajadores, quienes se ocuparan en exclusiva de administrar la justicia, la ley, la economía y la cultura. Con el apoyo naturalmente de su casta y servicial Iglesia y si acaso con alguna ayuda, o al menos quejas pero educadas, de opositores "responsables", eliminando a toda la morralla de los político que solo saben protestar y armar gresca. Una nueva ley electoral hecha como todas las que formulan -véase la del aborto- a su medida. En cuanto a la democracia, ella es la voz del pueblo y en su nombre habla.
Pero esta noche he tenido un sueño que reivindica a Cospedal, convirtiéndola en pueblo y justificando que hable en su nombre..
Veía a Cospedal, en la idílica Comunidad que preside, expulsada de la vivienda en que habita porque no ha podido pagar el crédito que pidió para adquirirla; después me la encontré entre los enfermos tumbados en camillas hacinadas en los pasillos de un hospital que esperaban pacientemente a que alguien pudiera atenderles. Más adelante se encontraba en la cola de un numeroso grupo de gente que por carecer de comida aguardaba la escudilla con   la sopa de los pobres en un centro asistencial. Al fin la comunicaron que su hijo o hija, por no poder pagar sus estudios, había sido expulsado del centro en que los cursaba.  Paciente y bien ataviada, sin dejar de sonreír pese a todo, se dirigió a la cola del paro por ver si la contrataban aunque fuera por cuatrocientos o quinientos euros al mes y trabajo de diez o doce horas diarias para oficiar de camarera. Al menos para lo que restaba de verano.
Cuando desperté Cospedal se encontraba hablando y felicitando a todos los españoles por los nuevos datos que ofrecían las estadísticas del paro, que había descendido en el último trimestre. Y para agrandar la sonrisa de su señor Rajoy le apuntaba una brillante idea: la reforma laboral era insuficiente: había que facilitar a los empresarios la posibilidad de que contrataran al resto de parados por un salario que no superara un euro la hora de trabajo autorizándoles además a jornadas de doce o catorce horas diarias, nada de vacaciones y despidos cuando se les antojara a los empleadores. Así los datos del próximo trimestre asombrarían al mundo.
Me di cuenta de que seguía en España y que los periódicos se alborozaban con semejantes noticias.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

lunes, 7 de julio de 2014

Número 75


SOBRE EL LENGUAJE Y LA CRISIS
La otra casta: empresarios depredadores
La ultraderecha contra Pablo Iglesias.

SOBRE EL LENGUAJE Y LA CRISIS

Insistimos en el tema del lenguaje por considerarlo fundamental a la hora de analizar la pasividad, sometimiento y frustración de gran parte del pueblo español, lo que genera incapacidad para la necesaria respuesta que debiera manifestar frente a la explotación y desinformación al tiempo de que es víctima.
En el siglo XIX Carlos Marx argumentó certeramente que "la religión era el opio del pueblo". La mayoría de las clases bajas, y sobre todo mujeres y ancianos -las tabernas eran las iglesias de los trabajadores- incluso de pequeños industriales y profesionales y desde luego campesinos, empleaba  su tiempo libre en acudir a los templos, celebrar las fiestas religiosas y participar en público o en privado en las ceremonias, ritos y dogmas impuestos por el clero. Prédicas, oficios religiosos y catecismos conformaban las escasas horas del ocio  actuando como cloroformo para la cultura y el pensamiento de los pueblos.
El desarrollo de los medios de comunicación y de las nuevas tecnologías impone en nuestro tiempo otras formas de alienación colectiva, con menor olor a muerte, sacristía y añejos hábitos pero de efectos igualmente paralizantes y nocivos para la libertad de los ciudadanos, que encima se creen protagonistas de una cultura colectiva y de progreso por los medios técnicos que utiliza, no entrando en el análisis de los intereses y fines de esos poderosos grupos mediáticos que la dominan precisamente para convertirlos en masa sometida, obediente, a la que van extirpando la capacidad de raciocinio y sometiéndola, ocupando todo el tiempo que les queda fuera del trabajo con sus "espectáculos" musicales, literarios, o festivos, vulgares, anodinos y descomprometidos de la auténtica realidad en que viven, buscando no piensen en ella y procurando se aturdan con la vocinglería de los deportes, fiestas cada vez más escatológicas y embrutecedoras y músicas enloquecedoras, buen narcótico para que no se piense ni se ejerza  la imaginación, la diferencia, y la lucha para impedir que un puñado de sátapras, corruptos políticos y oligarcas vayan marcando cada vez mayores diferencias de vida entre los que poseen y organizan su vida y ocio con su poder económico y los sometidos a leyes cada vez más restrictivas para la educación, sanidad, y sobre todo trabajo y formas de vida.
Paraíso e infierno: islas lujosas y ciudades cada vez más concentracionarias, castas privilegiadas y masas que las alimentan: las clases cada vez más se van distanciando de ese "estado del bienestar" que un día las luchas y revoluciones propugnaban para todos los ciudadanos.
El lenguaje: ellos, los que dominan lo imponen. Tomemos por ejemplo la palabra "crisis". Repetida una y cien veces, los ciudadanos la interiorizan, hacen suya y repiten como dogma de fe, como en su día aceptaron el de la Santísima Trinidad. Crisis. ¿Cómo, por qué se produce? Como si fuera caída del cielo. De ahí otra frase empleada hasta la saciedad: "Con la que está cayendo". Sigue el cielo siendo responsable de la situación. Una tercera frase escuchada día tras día, empleada por el Presidente del Gobierno, Ministros, empresarios y políticos: "con el sacrificio de todos los españoles". Y gracias a ese "necesario sacrificio", o a "arrimar el hombro", los españoles han de aceptar que les bajen los salarios, les ofrezcan contratos basuras, les despidan de sus trabajos sin explicaciones, les suban impuestos y les recorten prestaciones sociales: en sanidad, educación, cultura, derechos de las mujeres... porque, han dicho los que mandan "todos hemos de sacrificarnos y apretarnos el cinturón". Naturalmente no hablan de como los grandes empresarios han obtenido más beneficios esto años de "crisis" que cuando éstas no existían, que los bancos, tras apropiarse de miles de millones sus ejecutivos y estar inmersos en desfalcos, corrupciones, fuga de capitales, evasión de impuestos, han sido refinanciados con "el sacrificio de todos los españoles".
El lenguaje no es inocente. Víctor Klemperer, teórico y profesor alemán escribía en su obra La lengua del Tercer Reich:
"El nazismo se introduce en la carne y la sangre de las masas a través de palabras aisladas, de expresiones, de formas sintácticas que imponían repitiéndolas millones de veces y que eran adoptadas de forma mecánica e inconsciente. Las palabras pueden actuar como dosis ínfimas de arsénico"
Esta utilización del lenguaje bien la conocen quienes controlan la información y la cultura del ocio. Con el deporte -el fútbol como catecismo supremo- los cotilleos sensacionalistas, los sucesos, música y literatura de usar y tirar. Lo que buscan es eliminar el pensamiento, la capacidad crítica para enfrentarse a la auténtica crisis, no casual, sino provocada, que vivimos: la impuesta por el feroz capitalismo bajo el que somos cada vez menos libres, independientes y humanos.

LA OTRA CASTA. EMPRESARIOS DEPREDADORES

Algunos llevamos tiempo hablando de la "casta política" tal como ahora lo hace Pablo Iglesias. Y eso indigna a quienes se instalaron desde la tra(ns)ición en ella. Acomodados, corruptos, embaucadores, son quienes crean el espejismo de la democracia e intentan con su lenguaje torticero hacer creer a los ciudadanos que ellos les representan y cuanto hacen es en su beneficio.
Pero existe otra casta de la que se habla menos y que tiene más poder y a la larga resulta más nefasta: la casta empresarial. Escuchando hablar por ejemplo a los dirigentes de los grandes bancos o a quienes presiden las organizaciones empresariales, pensamos que esa casta emplea un lenguaje "terrorista" para imponer sus condiciones leoninas de trabajo y de existencia que lógicamente solo a ellos les beneficia. Lo terrible es que no sean denunciados y combatidos hasta impedir que al menos aparezcan todos los días burlándose de quienes les escuchan, dado que dominan todos los medios de comunicación y salvo críticas aisladas son respetados y hasta paseados como hombres y mujeres importantes, españoles de primera clase.

LA ULTRADERECHA CONTRA PABLO IGLESIAS

Seguimos hablando del lenguaje. Porque Pablo Iglesias no gobierna, dicta leyes, tiene poder para cambiar las condiciones de vida y los sufrimientos y explotación de que son víctimas los españoles. Simplemente habla, sea en televisión, en prensa, en las reuniones y concentraciones de quienes aceptan escucharlo. Y su lenguaje es diferente al mentiroso y corrupto que se emplea normalmente en los medios, los mítines o las comparecencias públicas. Con él denuncia y propone cambios concretos, sociales y políticos. No acepta sumisiones, traiciones, ni engaños como los que a todas horas propugnan la casta empresarial, política y tendríamos que hablar también de la casta periodística e intelectual. Y por ese simple hecho  de usar un lenguaje diferente, se desata una feroz y miserable campaña contra él por parte de quienes por mucho que se disfracen de personas democráticas no dejan de ser ultraderechistas en sus concepciones  ideológicas y prácticas políticas. Gentes ante cuyas palabras uno solo siente el deseo de salir huyendo, esconderse donde no pueda ver sus rostros ni recibir sus palabras para que la náusea no le atore la garganta. Sean mujeres, Cospedal, Aguirre, Sáenz de Santamaría, u hombres, Cañete, Montoro, Gallardón... Y hasta para culminar la decadencia del socialismo, Felipe González.
La "caza" de Pablo Iglesias se realiza por quienes reencarnan la Inquisición que propagan los Rouco Varela políticos.

La Linterna del S. XXI