lunes, 19 de agosto de 2013

Número 56

EL ESTADO DE LA NACIÓN (2)

Reflexiones con citas de otros autores para los dirigentes políticos

4 CITAS DE KARL KRAUS PARA RAJOY, ARTUR MAS, GALLARDÓN Y WERT.
Y ADOLF LOOS, ENZENSBERGER Y FRANZ KAFKA PARA ELLOS Y MUCHOS MÁS

Algún día, en un momento incontrolado, cuando no me vaya a ocurrir nada y exista el peligro de que la sociabilidad penetre en mi cerebro, me pegaré un tiro. Rajoy leyendo a Kraus
 
El nacionalismo es un hervidero en el que se incrusta cualquier otra idea.
Arthur Mas leyendo a Kraus
 
Quizás resultase mejor que los hombres tuviesen bozales y los perros leyes; que se llevara a los hombres con correa y a los perros con religión. La rabia decrecería en la misma medida que la política.
Gallardón leyendo a Kraus.
 
Cuando una cultura siente que su final se acerca manda llamas a los curas.
Werth - Kraus
 
El gran arquitecto Adolf Loos, escribió un día:
 
Una casa puede ser un delito.
 
No existen en España cárceles suficientes para encerrar a quienes en los últimos cincuenta años supeditaron su carrera y oficio -que incluso hay quién lo cataloga como arte- a los más espurios intereses de desvergonzados y corruptos políticos y constructores que se dedicaron a ganar dinero a costa de destruir el país.
 
Hans Magnus Eszenberger.  Fragmentos de un poema escrito hace varias décadas pero que podríamos aplicar a los gobernantes actuales, y a gran parte de los políticos de la oposición y del propio pueblo español.
 
¿quién coge la propina, / el denario de plata, / la moneda que compra el silencio? / Hay mucho robado, pocos ladrones. /¿quién les aplaude pues? /
¿quién pone las condecoraciones? / ¿quién ansía la mentira?./ ...
Loados sean los ladrones: vosotros, / invitando a la violación, / os lanzáis al lecho podrido / de la obediencia. Aún gimiendo / mentís, desgarrados / queréis ser. Vosotros / no cambiáis el mundo.
 
Y una reflexión final de FRANZ KAFKA dedicada a escritores, críticos, repetidores de los latiguillos literarios que dicen sin saber lo que dicen,. porque pocos son quienes se plantean quién fue Kafka, qué escribió Kafka. Por eso les recomendamos que antes de citarlo y convertirle en cadáver en sus bocas, lean estas palabras suyas. Antes de ir a comprar uno de sus libros que consumen como inocuo veneno, tal vez no tan inocuo, que así se van agotando los lectores y la literatura, lean estas palabras suyas que resumen el sentido de toda su obra:
 
Si el libro que leemos no nos despierta con un puñetazo en el cráneo, ¿para qué leemos pues el libro?... Un libro debe ser el hacha para el mar helado en nosotros. Eso creo.

jueves, 1 de agosto de 2013

Número 55

El Estado de la Nación.

DE PERIÓDICOS Y PERIODISTAS.

A) El empresario de prensa puede cometer todas las vilezas sin tener que arrepentirse de ninguna.                        Karl Kraus

Y si ese periódico, esa emisora de radio, esa televisión, colonizadas por USA y los bancos y oligarcas europeos, se muestran cada vez más reaccionarios -¡tiempos hubo en que eran venerados por la denominada izquierda!-, por Dios, ¿cómo son los otros? ¿Y qué será de los lectores, oyentes, televidentes ante su información y opinión devastadora, a qué grados de conformismo serán conducidos?
En la reciente farsa escenificada del ¿debate? en el Senado -un tipo entre los tipos que no andan entre rejas llamado Bárcenas-, ese, esos periódicos, esa, esas radios, esa, esas televisiones, cuando concluyeron su turno los dos grandes actores de la pantomima -la democracia de la alternancia en el poder de los dos partidos mayoritarios- se precipitaron para desconectar y dar voz a la publicidad o a los tertulianos de turno.
La empresa no deja de ser partidista.
 
B) La idea viene porque la tomo de la palabra- K.K
 
Las palabras fueron vulneradas en su significado, de ellas se apropiaron los magnates de la desinformación y la opinión, los dueños de los grandes partidos políticos, para que los conceptos dejaran de existir en su original acepción.
La Razón es un diario. A diario el periódico nos muestra en sus páginas como desaparecen los caminos de la razón.
 
C) El austriaco Ferdinand Kürnberger,  que por sus ideas revolucionarias tuvo que exiliarse siete años de su país -escribir, para él, de política, no era sino escribir la versión teatral de la tragedia austriaca-, escribió en 1873:  Desde 1872 asistimos a una especie de patriotismo bursátil austriaco, en el que toda la nación parece haber sido sobornada y comprada. Enjambres de ciudadanos cultos se postran ahora y besan el suelo patriótico del índice de la bolsa"                          K.Ktaus
 
Han transcurrido 140 años desde aquellas palabras. La clase política y numerosos burócratas de la opinión, se postran reverentes ante la idea de que todo vale para apoyar a los bancos en su fraudulenta, corrupta y terrorista estructura y actuación pública.
Y he ahí, impotente y obligatoriamente sumiso si quiere sobrevivir, al periodista fatigado. Estudió una carrera, se preparó, con su mejor ánimo, para investigar, opinar, reflejar la realidad del país o del mundo, razón de ser de su oficio, y al final encontró que no le dejaban ni tan siquiera realizar preguntas en las ruedas de prensa de los hacedores de mentiras, los políticos en el poder.
A veces recuerda tiempos que pensó fueron ignominiosos pero en los que podía verter, más o menos encubiertas, sus opiniones y análisis. ¿Estamos seguros de que cualquier tiempo pasado fue peor, o los tiempos, como las guerras y las explotaciones de los amos de las tierras, los negocios y los bancos, sobre la mayor parte de los ciudadanos, solo cambian sus coyunturales métodos?
 
y D)  La democracia significa poder ser esclavo de cualquiera.  K.Kraus
 
Poseer el poder económico, los medios de comunicación, y a través de éstos, cada vez más los pensamientos y las voluntades de los súbditos o neo esclavos.  ¿Cómo hablar de libertad entonces?
Los periodistas más famosos y con mayores ingresos no tienen pasado. Son el presente de la democracia. Algunos directamente herederos del franquismo. Otros reconvertidos tras la tra(ns)ición. Y así, unos y otros, los de derechas de toda la historia y los de izquierdas de entonces que muestran como lo eran por simple oportunismo y no por convicción, configuran el gran poder de los medios de la coerción y la mentira. Muchos serían los que pudieran escribir o hablar en sus medios de comunicación o en sus poltronas -que varios son los periodistas encamados en la que llaman Real Academia de la Lengua Española-, de esta otra tra(ns)ición.

La Linterna del S. XXI