martes, 26 de septiembre de 2017

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CATALUÑA Y ESPAÑA -Y 2-

 
CITAS DE ESCRITORES Y PENSADORES QUE HABLAN POR MÍ
 
Albert Einstein.
 
Una comunidad de individuos cortadas por el mismo patrón, sin originalidad ni objetivos propios, sería una comunidad pobre, sin posibilidades de evolución
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En cuestión de dos semanas los periódicos pueden sumergir a las masas borreguiles de cualquier país en un estado de nerviosa furia en que todos están dispuestos a vestir uniforme y matar o morir, en defensa de los sórdidos fines de unos cuantos grupos interesados.
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espíritu nacionalista monstruosamente exagerado que se encierra en ese vocablo tan sonoro y tan mal empleado patriotismo. Durante el último siglo y medio este ídolo ha adquirido en todas partes un poder excesivo de lo más pernicioso.
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Que un hombre pueda disfrutar desfilando a los compases de una banda es suficiente para que me resulte despreciable... Ese culto al héroe, esa violencia insensata y todo ese repugnante absurdo que se conoce con el nombre de patriotismo... Este espantajo habría desaparecido hace mucho si los intereses políticos y convencionales, que sitúan a través de los centros de enseñanza y de la prensa no corrompiesen sistemáticamente el sentido común de las gentes.
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Las posiciones nacionalistas han destruido esta comunidad intelectual. Los intelectuales y los hombres de ciencia han pasado a ser representantes de las tradiciones nacionales más extremas y han perdido aquella idea de comunidad intelectual.
 
Thomas Bernhard.
 
Las calamidades siempre las provoca la masa enfervorizada que aplaude. Todos los horrores provienen de los aplausos.
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Tanto el nacionalismo como el catolicismo son enfermedades del espíritu y nada más.
 
Ferlinghetti.
 
estoy esperando
que los bosques y los animales
reivindiquen la tierra como suya.
Y estoy esperando
que inventen una forma
para destruir todos los nacionalismos
sin matar a nadie.
 
W.H. AUDEN
 
Uno de los atractivos más poderosos del Fascismo reside en su pretensión de que el Estado es una Gran Familia. Su insistencia en la sangre y en la raza es un intento de engañar al hombre de la calle para llevarlo a pensar que las relaciones políticas son personales... En los países democráticos, nada hace más por el descrédito de la democracia que la disciplina del partido.
 
GOETHE
 
Nada hay más repulsivo que la mayoría, pues la integran unos cuantos dirigentes enérgicos, algunos pícaros acomodaticios, unos cuantos débiles que se asimilan y la masa que va detrás sin saber  ni remotamente lo que quiere-
 
THEODOR W ADORNO.
 
El nacionalismo incrementó en la psiquis de los hombres el narcisismo colectivo; brevemente dicho, aumentó hasta lo inconmensurable la vanidad nacional... A modo de sucedáneo el nacionalismo les devuelve, como individuos, parte del propio respeto que la colectividad les sustrae y cuya recuperación esperan de ello al identificarse ilusoriamente con la misma.
 
CIORAN
 
Los verdaderos criminales son los que establecen una ortodoxia sobre el plano religioso o político. Los que distinguen entre el fiel y el cismático. No se mata más que en nombre de un dios o sus sucedáneos: los excesos suscitados por la diosa Razón, por la idea de nación, de clase, de raza, son parientes de la Inquisición o la reforma.
 
HÖLDERLIN
 
Desconocido y solitario vuelvo a mi patria y vago por ella como por un vasto cementerio.
 
KANT
 
Obra de tal modo que la regla conforme a la que actúas pueda ser adaptada como ley por todos los seres racionales.
 
JOSEPH CONRAD.
 
Por remota que parezca su realización, creo en la nación como un conjunto de personas y no de masas.

jueves, 14 de septiembre de 2017

136


 
LITERATURA. ¿QUÉ ES LITERATURA?
 
Con citas de Kafka y Canetti.
 
Literatura es lenguaje. El lenguaje bebe en los ríos de las palabras que los escritores nos han legado. Las leemos. Las asimilamos. Y luego buscamos continuarlas. Dentro de la belleza y el conocimiento que ellas nos proporcionan. No en la destrucción que a través de la mayoría de los medios de comunicación, la política y la vulgaridad de personas cada vez más alienadas -por culpa de la enseñanza, lo que ven, escuchan y reproducen- intentan destruirlo. Y si algo faltaba, las llamadas redes sociales y que el diálogo se reduzca a tres líneas. De fondo, el sensacionalismo, la cultura espectáculo, el neo analfabetismo, el feísmo y el mal gusto que alimentan la religión del dinero y el beneficio y la publicidad engañosa a su servicio.
 
Literatura es pensamiento. Porque intentar hacer reflexionar a quienes la leen, navegar por territorios que alumbran lo bello y el conocimiento, huir de la simplicidad y vulgaridad y hundirse en los grandes temas del ayer y del hoy, de la historia y el conocimiento y desarrollo del ser humano, es consustancial a la literatura.
 
La literatura es música, es plástica y es diferencia y diversidad. Ajena a los catecismos y a las imposiciones y mediaciones políticas, para dirigirse al ser, insistimos, humano, capaz de pensar por si mismo, no gregario de sus orígenes primitivos y menos virtual de los que añoran esclavos sin capacidad de analizar sus actos,   y contribuir al desarrollo de la civilización y no sujeto a los dogmas religiosos o a las constantes mentiras que propagan quienes rigen los destinos de los pueblos.
 
Vivimos en tiempos en que el silencio también es atropellado, resulta difícil sumergirse en él, y cuando se encuentra, uno solo quiere salir de esa soledad en la compañía de los creadores que buscan embriagarnos  con la auténtica realidad que nos deslumbra con su luminosidad estética y nos hace soñar con un mundo diferente.
 
Para algunos la vida es literatura y la literatura vida. Mas, ¿qué vida, qué literatura? Porque significa encerrarse en una sociedad cada vez más irreconocible, como si fuéramos Robinsones deambulando por una isla desierta en la que habitan los Hölderlin y Montaigne frente a las masas vocingleras que todo lo devastan. Pero desgraciadamente ya no existen esas islas desiertas o torres aisladas. Y hoy, la literatura, en su mayor parte, no es sino reflejo de lo que produce ganancias y se publicita y comunica para el común de lo que se llama gente, ciudadanía, pueblo o masas.
 
Algunos escritores desprecian aparecer en programas vulgares, firmar sus libros en centros comerciales donde se publicita lo que interesa venderse, apenas reciben críticas de sus obras, supeditados muchos de quienes las hacen a las editoriales que pagan los periódicos o programas radiofónicos o televisivos, no saldrán en las referencias de los libros más vendidos, como si esto fuese ejemplo de la calidad literaria, ni serán invitados a tertulias y programas con famosos, muestra de la chabacanería y vulgarización del lenguaje y contenido, sometido al sensacionalismo.
 
Porque las leyes y el poder, sea político o cultural no buscan sino la degradación ética y cultural, estética, la anulación del pensamiento diferente, la infravaloración de la enseñanza imaginativa y creadora, el silencio de los creadores críticos y libres, la uniformidad en los gustos y por desgracia, también, en las formas de hacer política.
 
Hemos citado a Kafka y Canetti. Justo es que terminemos con ellos, escritores de todos los tiempos.
 
Todo lo que no es literatura me aburre y lo odio, pues me molesta o estorba aunque solo sea en mi imaginación... Toda mi forma de vida está centrada exactamente en la creación literaria... Los hombres se esconden del tiempo tras las palabras y las ideas gastadas. Por eso la verborrea es el baluarte más fuerte del mal. Es el conservante más duradero de todas las estupideces.
                                                                                                 Kafka
 
El escritor que más puramente ha expresado nuestro siglo (yo diría el futuro) y al que por lo tanto considero como su manifestación más esencial, es Kafka... De todos los escritores de nuestro tiempo, quizá haya sido él quién tuvo el más torturador sentido del poder, de todo cuanto amenaza al individuo. Un poder ante el que se está completamente impotente. Y su forma de sustraerse a ese poder fue metamorfosearse en algo muy pequeño.
                                                                                               Canetti
 

La Linterna del S. XXI