lunes, 15 de diciembre de 2014

Número 81



TERRORISTAS Y ESCLAVOS. EL NEOLIBERALISMO: LA NUEVA RELIGIÓN EXPLOTADORA.


LEY DE TRANSPARENCIA: EL TOTALITARISMO DIGITAL.


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RAFAEL DE CÓZAR


Escribo las siguientes reflexiones cuando recibo una noticia que hiere mi memoria con fuerza devastadora. Has muerto, que no desaparecido. Eras algo más profundo que un amigo. Cuando pase algo de tiempo tal vez encuentre palabras no contaminadas ni rituales para poder escribir sobre ti, Fito. Como si todavía nos encontráramos viajando por algún lugar del mundo, jugando a vivir.
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Terroristas y esclavos: el neoliberalismo, la nueva religión explotadora

He ahí sus rostros, escuchemos sus palabras. Rajoy, Guindos, Sáenz de Santamaría, Cospedal, Montoro, en un espejo (si el Ministro del Interior se asoma a él puede explotar): al fondo, diluidos, ya subyugados, pasivos, Zapatero, Sánchez, Centella, Toxo, Méndez.
Contemplando su imagen cada vez importa menos comprobar si son capaces de hablar, el significado de lo que dicen, ruido demasiado reiterado para que pueda atraernos. Solo les importa, a ellos,  los medios, que callan, y los suyos, que los jalean.
El ser humano se ha convertido para quienes se sitúan más allá del espejo, los auténticos ocupantes del poder, no los asalariados a los que pagan para que ejecuten sus órdenes, solamente en mercancía. Y el conjunto de seres humanos conforman una base de datos para poder operar directamente sobre ellos. No hay pueblos, culturas, clases sociales: solamente un único sujeto al que poder explotar: alienado, él no comprende su utilización, su lenta pero paulatina desaparición como ser libre y pensante.

Ha surgido un nuevo catecismo tecnócrata en el desarrollo económico-religioso de nuestro tiempo. Sus mandamientos son: rendimiento, beneficios, operaciones bursátiles, cartera de pedidos, transacciones comerciales, optimización de resultados.
En el santuario del neoliberalismo, en sus iconos consumistas, desaparece el lenguaje escrito-hablado, se proscriben -el gran pecado- los pensamientos y acciones individuales. Todos los fieles son convocados a las nuevas formas de comunicación desideologizada: televisión, internet, teléfono móvil, iPad, Facebook, redes digitales, mensajes de breves signos que cada vez sustituyen más a las palabras.
Ya apenas existen seres libres. Solo cuerpos -importancia de la cultura física, los gimnasios, el deporte, los ejercicios al aire libre. enganchados a la producción industrial para mantenerse en forma y poder rendir lo que se les exige sin convertirse en materia de deshecho, agostada la conciencia de la diferencia, convencidos y comulgantes en que el mundo ha de ser así. En la sociedad neoliberal avanzada, Estados Unidos, Europa, solo cuentan los números "aprovechables". El resto, aunque tengan figura humana, no son sino basura, seres improductivos, a los que es preciso desalojar de la historia, de la vida real, apartar del gran cerebro digital  que opera sobre el resto: los números aprovechables. Muertos vivientes, decían algunos films. No, peor: vivientes muertos. Al fin Milton Friedman y los suyos pueden sentirse orgullosos: sus esfuerzos por la nueva sociedad encuentran acomodo en esta búsqueda de la esclavitud, de la misma forma que los burócratas nazis se encontraban detrás de los campos de concentración.
No hay "judíos", éstos han sabido integrarse muy bien   en la organización. Solo palabras. Crisis es la preferida. Ella pone al borde del abismo a los congregantes a la gran misa neoliberal para que asuman voluntariamente que han de someterse a las condiciones económicas y políticas que les marca el gran hermano sin rostro, el que opera con números y balance de resultados.
Hora es de remitirnos a un libro tan pequeño como profundo, que recomiendo en esta era de los IPod, Facebook -no sé siquiera si se escribe así y si han quedado desfasados por nuevos inventos- y otras zarandajas destructoras. Se  llama  Psicopolítica y su autor es Byung-Chul Han.
Primera cita:
"Neolengua es la lengua ideal en el Estado vigilante de Orwell. Tiene que desplazar totalmente "la vieja lengua". La Neolengua tiene como único fin estrechar el espacio del pensamiento. Cada año el número de palabras disminuye y el espacio de la conciencia se reduce... así se limita también el concepto de libertad. No la eliminación, sino el incremento de palabras, sería la característica de la sociedad de la información actual. El Smartphone sustituye a la cámara de tortura. La eficiencia de su vigilancia reside en su amabilidad. Comunicación y control coinciden totalmente".
Hablamos del culto a la cultura del trabajo -no maldición bíblica, sino necesidad de vida- que conduce a la esclavitud -toda la existencia humana se ordena en esa necesidad de trabajar- al precio y las condiciones que nos impongan, recordemos, estamos en crisis. Frente a la cultura del ocio, su necesidad como liberación. Todo se reduce a proclamas y estrategias simples: si hay menor número de parados resucita la Arcadia: aunque éstos queden encadenados a condiciones cada vez más leoninas y prolongadas hasta su muerte. La izquierda no lucha ya por las condiciones de vida y la necesaria amplitud para su mínimo disfrute del ocio y el tiempo libre, por la cultura de la libertad, sino por someterse a la esclavitud que los grandes poderes con sus más poderosas palabras les demandan si quieren recibir unas migajas que les permitan subsistir, que el precio a pagar por ello ya no cuenta, solo interesan las estadísticas que cocinan los mismos explotadores, de ellas desaparecen los seres humanos, sus condiciones de vida, sus búsquedas de un mayor bienestar: que crezca la productividad, se incremente la plusvalía de bancos y empresas, ese es el Dorado del neoliberalismo. Es esa izquierda que incluso pelea por ser más austera con los sueldos de los suyos, vigila los gastos de sus esclavos, les pide que coman, viajen, habiten en condiciones cada vez acordes con la frase repugnante que han asumido y les retrata para siempre: "apretarse el cinturón".
Esa izquierda que acepta el envenenado caramelo -¡ah, Sánchez, Sánchez!, y perdón por lo de izquierda- de "controlar" lo que ganan los políticos, al fin vasallos como ellos, solo que de lujo, pero no pide transparencia, culpabilidad, cárcel y desde luego imposiciones leoninas para quienes se emplean en las empresas privadas, los Botines, Amancio Ortega, o los mil y un "héroes de las masas" que se sitúan al margen de esa crisis, los Fernando Alonso, Ronaldo, Messi, que superan la estela de los Rato, Pujol, Aznar, Felipe González y otros venerados padres de la patria, seglares o eclesiásticos.
Los terroristas de cuellos blanco u otras vestimentas hablan desde los púlpitos de los bancos o las iglesias, tocan campanas o se solazan en sus paraísos fiscales con sus vicios públicos no reseñados en quienes ensalzan sus públicas virtudes.
Transparencia: la falsedad de los datos  y la información. Otra forma de "alienar" a los incautos o sobornados acólitos del sistema, los mismos que creen que la democracia no es una frase manejada por el poder del dinero y sus medios de comunicación. Los datos y las estadísticas conforman leyes de una neoreligión ideológica, el nuevo dominio sobre la conciencia y el pensamiento, forma al fin de un rejuvenecido y edulcorado nazismo.
Segunda cita del libro recomendado:
"Transparencia es la palabra clave de la Segunda Ilustración. El dataismo, que pretende superar toda ideología, es en si  ismo ideología. Conduce al totalitarismo digital. por eso es necesario una Tercera Ilustración que revele que la Ilustración digital se convierte en esclavitud".
En próxima reflexión hablaremos de una nueva forma revolucionaria: el idiotismo.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Número 80

Un 20-N. DE LA MUERTE DE UN CAUDILLO A LA DE UNA DUQUESA.

CUBA, AMÉRICA LATINA Y LA INFORMACIÓN ESPAÑOLA.

Un 20-N. De la muerte de un Caudillo a la de una Duquesa.

Los que somos viejos recordamos aquel día: ya nos había destrozado tanto el franquismo que apenas nos quedaban ganas para celebrar la noticia. Moría demasiado tarde Franco y no como hubiéramos deseado. Periódicos, televisión única, radios, interminables colas de gentes participando en el espectáculo morboso y repulsivo del culto a la muerte, y la Iglesia católica siempre en primer término en el mismo, con sus ritos, parafernalias. Todo demasiado siniestro para que no nos quedara sino una simple frase: triste, miserable España.
¿Cuántos años han transcurrido? 39. Y es otro 20 de noviembre. Y es otra nauseabunda farsa la que nos despierta, acompaña este día en que sigue vigente la herencia de una España que ya no nos asombra con ninguna de sus miserias: apenas nos restan fuerzas para abominar de ella. Un personaje, la duquesa de alba, que debía haber desaparecido hace 500 años -como la Iglesia, sus aristócratas, sus militares, sus banqueros, sus señoritos y sus "gentes" alienadas por mitos, fanatismos, irracionalidades que se manifiestan en fiestas, procesiones, "culto" a los símbolos que tanto propician los poderes públicos para obtener el servilismo, el vasallaje, formas de esclavitud y sumisión antigua o moderna que parece no ha de desaparecer nunca para mantener así la explotación de los poderosos sobre los humillados que jalean con palmas, eso si, los espectáculos que les sirven.
Reyes, marquesas, duquesas, pueblo: dónde quedan el ser humano, el pensamiento, la libertad, la diferencia?
Y los periodistas? Triste oficio, también el nuestro, el de escritor de la cultura de la pantomima, el libro mercancía, la crítica e información al servicio de las multinacionales, de la "casta" -palabra que a fuer de repetida ya nos cansa- que dirige y posee los medios de comunicación.

CUBA, AMÉRICA LATINA Y LA INFORMACIÓN ESPAÑOLA.

Raro es el día en que los medios de comunicación de España -no hablamos de los alternativos que puedan leerse a través de Internet o no sean meramente comerciales- sean periódicos, radios o televisiones, no ofrecen sus páginas a disidentes o lanzan editoriales que arremeten contra Cuba, Venezuela, Bolivia,  otros países que buscan un camino propio en la construcción social y política de sus pueblos, lejos de la hegemonía que durante decenas de años impuso sobre ellos el imperialismo yanqui, países a los que consideraba las cuadras traseras de su Imperio.
Y como contrapartida, mantienen silencio sobre sus logros en materias educativas, culturales, de justicia social, sanitarias -apenas tres líneas cuando no tienen más remedio que informar frente a los reportajes y páginas o emisiones que dan para denostarlos y atacarlos con espurias informaciones. Tomemos por ejemplo el fenómeno de la sanidad cubana: hoy en el tema del ébola y su casi increíble solidaridad con los países africanos por él afectados. Un país de doce millones de habitantes desplaza más médicos para atender la epidemia que todas las naciones de Europa juntas, que su tradicional enemigo económico y político, los Estados Unidos con sus millones de habitantes y sus recursos producto del expolio que impone sobre el mundo entero. Ocurrió ya con la tragedia de Haití y el apoyo que Cuba ofreció para paliar los efectos devastadores causados por el seísmo.
Gran parte de nuestros intelectuales, celosos guardianes del orden neoliberal con Vargas Llosa a la cabeza, miran entonces para otro lado. Como ocurre, en el caso de los presos cubanos que pese a leyes y campañas de solidaridad siguen todavía sufriendo el rigor de las cárceles yanquis, y no digamos nada de los sometidos, sin garantías ni procesos, en la cárcel de Guantánamo, tierra por otra parte usurpada a Cuba. Ya sabemos de la política informativa en lo que respecta a América Latina. Recordemos el caso de Honduras: en su día, por no plegarse a los intereses de Estados Unidos y buscar la libertad en su independencia, se la atacaba casi a diario en nuestros medios. Tras el golpe militar con apoyo de los norteamericanos, cayó en el más absoluto silencio. De las dictaduras que durante siglos han mantenido y todavía subsisten en algunos países- a sus pueblos en la esclavitud, apenas se habla: hasta que intenten, eso si, un proceso revolucionario.
Pero claro, aquí existe libertad de expresión, se nos dice un día si y otro también, ignorando la realidad de una censura económica que impone como ha de ser y darse la información y opinión, siempre políticamente correcta. Apenas, para disimular, se abre de vez en vez una ventana para que se opine de manera distinta y mantener de esa forma   la libertad de expresión, la diferencia, que nosotros consideramos imprescindible para todas las sociedades del mundo.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Número 79

EL MAYO 68 FRANCÉS Y PODEMOS

Y los partidos comunistas ayer y hoy

En la revista EL VIEJO TOPO, septiembre de 1978, y en una larga entrevista que me realizó Víctor Claudín, reflexionaba yo sobre un tema que 36 años más tarde veo conserva toda su actualidad. Mayo 68 en Francia, el 15-M en España y sus secuelas marcan, a mi modo de ver, la ceguera o simplemente impotencia burocrática de los partidos comunistas en Francia o España para desmarcarse de la política de alianzas y supeditaciones a los poderes capitalistas que les mantienen maniatado. Escribía en 1978:
 
"No intento realizar análisis de culpabilidades individuales, herencias o megalomanías y enfrentamientos personales. Intento trascender lo anecdótico para encontrar lo esencial en la interpretación política, estratégica e incluso ideológica. Mi crítica a los partidos comunistas radica en su no incisión en el problema de la revolución cultural, su absoluto oportunismo, su lucha coyuntural, que si a la corta parece necesaria, a la larga resulta perniciosa, incluso nauseabunda. Recuerdo que cuando vivía los últimos días del mayo 68 en París, antes de marchar a Praga, se planteó el tema de que al final de aquella revuelta imaginativa iniciada por estudiantes pero secundada en gran parte por miles y miles de trabajadores, se impuso el diálogo en el que participaron tanto De Gaulle y Pompidou como el PCF con Waldeck Rochet y George Seguy. Y las tesis del PCF, refrendadas por la dirección del partido español fueron: ¿Veis? La revolución es imposible, totalmente utópica, hasta los propios trabajadores se retiran cuando se los quiere atrapar en una lucha aventurera". Y en la semana siguiente, ya en junio y terminados los enfrentamientos, las huelgas, las barricadas, las acciones que provocaron la mayor crisis política que ha conocido Occidente en nuestro tiempo, el órgano del partido comunista francés L,Humanité, se descolgaba con un artículo triunfalista en el que subrayaba que " ya hay gasolina para el próximo weck.end". Como si este fuera el objetivo prioritario de una sociedad.
Para mi el problema del mayo francés no radicaba en el  análisis que hagamos de él -no se encontraba detrás de él un partido organizado, ni planteaba programas concretos de gobierno y acción sindical, era un grito, una revuelta contra la podredumbre y explotación capitalista, contra un Gobierno corrupto y autoritario, por un mundo distinto, una sociedad más justa, libre e igualitaria- sino en como  desde hacía veinte años el PC francés estaba conformando una militancia anti revolucionaria, condicionando a sus propios militantes para que nunca se enfrentaran al hecho de la propia transformación radical de la sociedad, y cuando se planteaba una acción revolucionaria preferían refugiarse en el conformismo, entregarse al poder depredador y destruir incluso los sueños de quienes generosamente luchaban por un mundo mejor.
El problema que se plantea hoy, diez años después, en 1978 -seguía diciendo yo en la entrevista-, no es el de la táctica concreta, pactista, coyuntural que los partidos de izquierda mantienen, y sobre todo el partido comunista, es el problema de la desmovilización ideológica y cultural que realizan con sus propios militantes para condicionarles al hecho de asumir casi de una manera ya maniquea, de una manera que parece ha de ser eterna, una sociedad capitalista. Para que nunca puedan enfrentarse con la posibilidad de una auténtica revolución que transforme en sus raíces, en su esencia, en sus contenidos básicos, la sociedad presente. A partir de este problema grave se plantea el del intelectual en el partido.
- ¿Cuáles serían en tu opinión las directrices que, en el término de la revolución cultural habría que desarrollar?, me preguntaba Víctor Claudín.
Y respondía yo:
"Debieran ser antidirectrices, es decir, una insistencia absoluta en volver a situar el papel del ser humano dentro del marxismo. Una lucha brutal y rígida contra la degeneración de su lenguaje. Y una práctica cotidiana que cuestione constantemente el papel de esos fenómenos burocráticos que se dan en todo partido. Una práctica crítica constante y diaria que impida la sacralización, la mitificación de sus dirigentes, la división entre una minoría que realiza el trabajo político y una mayoría que se queda reducida exclusivamente al papel de correa de transmisión de ese trabajo, de simple fuerza material que lo lleva a efecto y una permanente revisión de la propia práctica democrática de ese partido. No es tanto el definirse frente a la acción de la Unión Soviética o de China, que no dejan de ser dos grandes Estados en disputa de los mercados mundiales, como el hecho de  definirse en la forma de organizar la gestión, la participación y la elaboración colectiva de su línea teórica y de la práctica política del partido dentro del propio país, en la militancia, en la organización de quienes le componen. Creo que debemos poner ahí el acento más que en lo coyuntural, la forma de ir conquistando esas pequeñas parcelas de poder que el capitalismo va  propiciando pero que en  el fondo no van a transformar nunca la sociedad"

Hoy, -añado ahora- en 2014, Podemos surge como consecuencia de todas las acciones colectivas, asamblearias o manifestaciones que encuentran su punto de inflexión en el 15-M. Largas fueron las conversaciones que mantuve con José Luis Sampedro, antes de morirse, sobre este tema. Él apoyaba estas nuevas formas de combatir el modelo corrupto y cada vez más explotador del llamado neoliberalismo. Y el partido comunista, cada vez más en declive y en desarrollo endogámico, lejos de criticar y denostarlas debiera fijarse en ellas y buscar puntos de inflexión para su propia organización y métodos de lucha, en vez de conformarse con servir de apoyo al régimen corrupto y dependiente de la gran oligarquía mundial, e incluso a veces participar en sus prácticas cada vez más explotadoras y asfixiantes para el proletariado, los profesionales y las clases medias.
 
 
 

jueves, 2 de octubre de 2014

Número 78

LA CLOACA ESPAÑOLA

La masa. Los nacionalismos. Los partidos. Sánchez Ferlosio

  • Uno se cansa de reflexionar. De intentar razonar con la palabra, cuando las palabras están al borde de la desaparición: mercancía y fanatismo destruyen los significados. Reflexiona para sí mismo, para no sumergirse en el abismo de la vulgaridad, la mentira, la alienación. Unos simples ejemplos para concluir con las palabras de alguien que no veréis en las tertulias televisivas, escucharéis en las conversaciones de las radios, seguiréis sus palabras en las columnas de opinión de los periódicos. Y sin embargo es la voz de la razón en el atropello de la comedia política, cultural y humana que satura lo que se denomina -otro atropello- democracia española. Me refiero a Rafael Sánchez Ferlosio. Porque leer unas líneas suyas es el mejor purgante que podemos tomar ante el atropello del vocinglerío, la farsa en que se sumerge la cloaca española.
  • Antes de transcribirlas, solo breves reflexiones.
EL TORO DE TORDESILLAS
     El problema va más allá de la defensa de los animales. Muchos de quienes la practican no se acuerdan de la tortura que cada segundo sufren en todas las partes del mundo los humanos. Lo atroz es contemplar los rostros, los gestos del "pueblo", quienes se regodean ante el martirio, la sangre, la muerte de la pobre e indefensa bestia. Porque allí se contempla su subconsciente, su primitivismo: allí están los que pueden ser un día violadores, xenófobos, carceleros y seguidores de la violencia irracional y genocida, en la guerra y en la paz. Eso es lo que produce más náusea.
 
LAS PESADILLAS DEL NACIONALISMO
 
Demasiadas veces hemos recurrido en estas páginas a quienes razonan denunciando a las iglesias nacionalistas, a quienes anteponen el culto a las banderas, los himnos, las fronteras, a la singularidad, a la cultura e independencia de cada ser humano, el intercambio de ideas y conocimientos entre todos los pueblos y habitantes de la Tierra. Lo que ocurre ahora en Cataluña roza  también el esperpento y la mentira corrupta y alienante. No porque quieran independizarse -palabra usada por todos los dictadores- sino por el cómo, el para qué, el quiénes gestionan esta historia. Los mismos corruptos que solo aspiran al poder propio, a ser lacayos de otros imperios, y los bancos y capitalistas son tan españoles como alemanes o norteamericanos, y a éstos no los denuncian y hablan de luchar contra ellos, o contra las iglesias, el más pernicioso de los nacionalismos y es frecuente ver a sus dirigentes hermanados con ellas, los mismos que también  ocultan todos los desmanes que a diario cometen contra su explotado y alienado pueblo. Menos banderas -todas son odiosas-, menos fanatismo político religioso, y más conocimiento, diferencia, libertad y derechos en el día a día de la vida cotidiana. 
 
LOS PARTIDOS
 
El capitalismo, para obtener una mayor explotación a través de sus bancos y oligarcas de los ciudadanos ideó tras la crisis del 29 en Estados Unidos una fórmula mágica: convertir en asalariados a sindicatos y partidos políticos para impedir la vieja historia de las revoluciones. Hablar de ellos en la España de hoy también provoca repulsión. Da igual el padre de la patria Pujol o su fiel servidor Artur Mas que los burócratas de I.U, PSOE, Comisiones o UGT de Caja Madrid, y no digamos los Cospedal, Rajoy, Aznar, Rato y sus servidores tipo Bárcenas. De asalariados a corruptos solo media un paso. Se expulsa a unos para que vengan otros. Y mientras, se acomodan a convertirse en freno de las protestas y luchas de quienes intentan al menos soñar con otro mundo posible.
Hablar de España hoy, y recordemos que es la herencia del ayer y por desgracia si no lo remediamos los prolegómenos del futuro, es sumergirnos en la podredumbre y convertirnos en siervos del lenguaje que estupidiza y aliena a los ciudadanos. Por eso nos refrescamos con las palabras de Rafael Sánchez Ferlosio extraídas de su libro La hija de la guerra y la madre de la patria. 
 
El mitin electoral reaviva mis prejuicios contra la democracia de partidos. Todos ven la abyección de los oradores, pero nadie la del público (...) El supuesto forzoso de la unanimidad incondicional convierte todo mitin en una práctica fascista: el local se transfigura en una Piazza Venecia, donde cualquier partido es "partido único". En cuanto a los que acuden a los mítines , tal vez la cotidiana catarata de aplausos al dictado de la televisión colabore no poco en atrofiar cualquier resto de orgullo, de  sensibilidad y de vergüenza (...) Se trata de la conversión de los partidos en "empresas" análogas a las empresas comerciales, mediante el desarrollo de una "máquina" electoral, dirigida por el "boss" -un empresario de tipo capitalista, que no tiene "principios" políticos fijos, carece por completo de ideología y sólo pregunta qué es lo que proporciona votos-, que conduce la campaña electoral hasta la "convención nacional" del partido, en la que se designa el candidato, y -dato especialmente relevante- "sin intervención de los parlamentarios".
 
Añadimos: mítines, manifestaciones, y vemos en los documentales las de Franco, Hitler, también miles de miles, un mismo hombre o mujer, ayer, hoy, triste, repugnante razonamiento para los que siguen afanándose en hablar en nombre del pueblo, ser la voz del pueblo, dirigir la empresa política o cultural por mandato del pueblo, mientras banqueros y empresarios sonríen complacidos.

lunes, 18 de agosto de 2014

Número 77

OTRA CASTA, LA DE LOS PUJOL

¿Cuándo llamaremos terrorismo a lo que es simplemente terrorismo?

Defensa de los lobos contra los corderos. Hans Magnus Enzensberger

Todos los días, meses, años, la misma cantinela: los banqueros, oligarcas, políticos denunciados por esquilmar al pueblo español. Aquellos patriotas que piensan es preciso obtener las mayores ganancias en el mínimo espacio de tiempo. Si un día son descubiertos, no faltan en el mundo paraísos, a lo Islas Caimán, donde pueden refugiarse con los millones que robaron para vivir como reyes hasta el fin de sus días. Se van unos, vienen otros. Y mientras, en la doctrina de las resignaciones cristianas, los ciudadanos van comprobando como enferman, mueren, son explotados, recluidos en colmenas que parecen cárceles y que han de pagar con su trabajo, agotan sus vidas para que no les falten beneficios a esos esquilmadores que les llaman eso sí, a defender su patria, a realizar sacrificios por ella, patrias españolas o catalanas, qué más da.. Y quienes les explotan inicuamente no dudan en convocarles para que se manifiesten en defensa de banderas o contra terrorismos que si no existieran tendrían que inventarlos, porque se necesita un enemigo para distraer su atención. La llamada oposición acepta estas reglas del juego y contribuye a la ceremonia de la confusión que ha olvidado ya luchas sociales, revoluciones, ideas que sacaron a los pueblos de la esclavitud del pasado. Ahora solo impera la esclavitud de las conciencias y el Estado que diferencia cada vez más la vida de quienes explotan y son explotados.
Y si existen explotadores y explotados, aunque este lenguaje no guste a los primeros, existen igualmente terroristas que no quieren así ser denominados, pero que ejercen su terror blanco, encorbatado, sobre los pueblos que dominan con sus leyes, estructuras económicas y alienaciones ideológicas, religiosas y culturales. Y mientras no se los denomine terroristas, y se los acose con otras formas que las de las lamentaciones y resignaciones, serán cada vez más terroristas y la mayor parte de los ciudadanos más explotados. Pero ellos son los dueños del lenguaje, los medios de comunicación y la justicia.
 
EL CLAN DE LOS PUJOL Y EL NACIONALISMO POR ELLOS ENCARNADO
 
Ha sido el último y abominable escándalo. Tras los protagonizados fundamentalmente por PP y PSOE, el de Catalunya. "Honorables" familias como en cualquier mafia que controla territorios y extorsiona a los ciudadanos sobre los que ejerce su poder, que se ampara en conceptos como el de la familia, la nación, el honor o el patriotismo, para desarrollar sus negocios e imponer junto a la ley del latrocinio la del silencio.
Una vez más el lenguaje canalla y corrupto del poder, en este caso el de los herederos y por ellos designados sucesores -caso de Artur Mas- intentando lavarse las manos y salirse del guión -más de treinta años de historia- de la película, con hipócritas lamentaciones, como si nada tuviera que ver con ellos y con sus planes soberanistas -aquí todo son Patrias, la española de Aznar o la catalana de los Pujol- (como si no pudieran existir nacionalismos revolucionarios y no corruptos desde su nacimiento, y mejor aún pueblos soberanos sin otras fronteras que las de la igualdad, libertad y soberanía propia, no dependiente de los bancos y oligarcas e iglesias sean españolas,  alemanas o yanquis) y todo para seguir engañando, explotando y robando. Con votos o con banderas, con entregas a los bancos multinacionales o a hipócritas que se denominan nacionalistas. Como si ellos no formaran parte de una única familia, la del capitalismo neoliberal y terrorista. Como si el gran y honorable patriarca no hubiera él mismo, de acuerdo a la tradición, elegido a sus sucesores. Décadas de gobierno mintiendo, alienando a "sus ciudadanos" mientras conformaban una gigantesca fortuna para los suyos, las honorables familias y quienes obedecen, callan y continúan la saga.
Pero basta ya de palabras. Amamos la poesía. Esta dice lo que TV3, la prensa al servicio del capital, gran parte del pueblo embaucado y ciego, y no digamos la camada de políticos que están en el corazón de la noticia, nunca diría.
PP, PSOE, CIU, tres grandes y "honorables" partidos de 3 grandes y "honorables" naciones: España, Andalucía, Cataluña.
 
DEFENSA DE LOS LOBOS CONTRA LOS CORDEROS.
Hans Magnus Enzensberger.
 
¿debe comer el buitre nomeolvides?
¿qué miráis, idiotas, de la colada en la pantalla mentirosa?
¿quién coge la propina,
el denario de plata,
la moneda que compra el silencio?
Mucho es lo robado, pero los ladrones,
¿quién les aplaude pues?
¿quién pone las condecoraciones?
¿quién ansía la mentira?
 
Mirad en el espejo:
cobardes ahuyentando el cansancio de la verdad,
poniendo el pensamiento en manos de los lobos,
cualquier extorsión es para vosotros demasiado suave.
 
La fraternidad reina entre los lobos,
Van en manadas.
Loados sean los ladrones:
vosotros, os lanzáis al lecho podrido de la obediencia.
Aún gimiendo mentís.
Vosotros no cambiáis el mundo.
 

jueves, 24 de julio de 2014

Número 76


DE LA "SOLUCIÓN FINAL" A LA "SOLUCIÓN DE GAZA"
Auschwitz nunca desaparece.

UN JUEZ JUSTO Y UNA SENTENCIA EJEMPLAR
Ascenso y caída de Cospedal. Se soluciona el problema del paro.

De la "solución final" a la "solución de Gaza".
Auschwitz nunca desaparece.

Las víctimas se lamentan. Los hipócritas gobernantes miran para otro lado con moralinas repulsivas. La gran potencia, el mayor imperio de los últimos siglos y su colonia España justifican la reacción de Israel ante las "provocaciones" palestinas para defender su integridad. Israel es un poderoso Estado, posee un ejército armado con todo tipo de armas ultramodernas y ejerce un lobby económico sobre numerosos países, desarrollado sobre todo en los Estados Unidos de América. Palestina no tiene Estado propio, solo miseria y explotación por parte de los vecinos y divisiones internas por parte de sus gobernantes y combatientes.
La "solución final" de Wansee adoptada por los dirigentes nazis también encontraba en los medios de comunicación de su tiempo "justificaciones": los judíos tenían poder económico en las ciudades alemanas, imponían culturas no representativas de la grandeza, historia y destino del pueblo teutón y...Es decir, un materialismo judío envuelto en un fanático teísmo militante dominador que pretendió expandirse y envolver la cultura y el ser alemán. No más palabras. Aquello terminó en Auschwitz y otros campos de exterminio. No todos los judíos murieron en ellos. Los más influyentes, poderosos, no solo se salvaron, sino que algunos colaboraron en determinados países europeos ocupados con la selección y deportación de sus hermanos. Pero Auschwitz no concluyó el día de la liberación. Desde entonces, a menor escala y no con aquellos resultados genocidas, con aquel sacrificio del pueblo judío llevado a cabo por los alemanes y más o menos consentido por las potencias occidentales, con la colaboración de Estados como España, Ucrania, Hungría, Italia, Francia, etc. en países africanos y en otras guerras y golpes de estado repartidos por el mundo, se sigue reproduciendo, con otros métodos pero no menores nefastas consecuencias para las víctimas.
Y ahora Palestina. La mayor parte de los sacrificados no son producto de la guerra, apenas se cuentan soldados. Son infortunados habitantes de la tierra que el poder israelita controla y aspira a dominar impidiendo que exista un auténtico estado palestino y un pueblo libre y dueño de sus destinos.
 
Por eso, tras las miserables palabras que se escriben, las reuniones de los gobiernos occidentales, de la propia ONU, los apoyos de Obama, ese ciudadano negro  que al acceder al poder algunos pensaron que "por eso" sería distinto a la mayor parte de los presidentes norteamericanos -como si además ellos tuvieran efectivamente el control del poder- razonamiento que es similar al de los que defienden por encima de sus ideas o hechos a las mujeres o los homosexuales que acceden a altos cargos -de Thatcher, Esperanza Aguirre, al embajador de Estados Unidos o al juez Marlasca-, cuando nunca es cuestión de razas, sexos, géneros, pueblos, religiones o prácticas sexuales y si de ejercicio del poder bajo el dominio de determinada clases social, imperio, etc. siendo lo demás palabrería vana y engañosa, no nos queda más que argumentar como no principio de solución al problema, sino de información, lo siguiente:
 
mientras el cuerpo de Netanyahu -y es un ejemplo- envuelto en una bandera sionista y lanzado por un misil de sus fuerzas terrestres no se estrelle contra el cuerpo destrozado de un niño que jugaba en una playa y fue alcanzado por una de las bombas que ellos lanzan, que nadie nos hable de justicia
 
 
JUSTICIA EN ESPAÑA. UN JUEZ JUSTO Y UNA SENTENCIA EJEMPLAR.
Un sueño: ascensión y caída de Cospedal. Se soluciona el problema del paro

El juez Ramón Sáez Valcárcel es un gran jurista, un hombre de gran cultura y sensibilidad, un ser humano que antepone la razón y el juicio mesurado y justo a intereses espurios de cualquier índole, partidistas, especulativos o al servicio de intereses corporativos o mediáticos.
Ha sido el ponente de una sentencia que ha sublevado a la casta de los políticos que se reparten las prebendas del poder y a la mayor parte de los medios de comunicación. Me refiero a la de las protestas ante el parlamento catalán.
Sus argumentos: respeto al derecho fundamental de la libertad de expresión y manifestación:
La democracia se sustenta en un debate público auténtico, en la crítica a quienes detentan el poder... Las conductas estaban destinadas a reivindicar los derechos sociales y los servicios públicos frente a los recortes presupuestarios y a expresar el divorcio entre representantes y representados. Todos ejercen el derecho fundamental de manifestación... cuando los cauces de expresión se encuentran controlados por medio de comunicación privados.
La obligada confrontación fue debida al cierre por razones de seguridad de todos los accesos al Parlamento salvo uno.

La sentencia ocupa 164 folios. De los 20 acusados 19 son absueltos. Se los acusaba de delitos contra las instituciones del estado, atentado y asociación ilícita. Acusadores de la casta económica como los Pujol o la política como Artur  Mas que eso sí, se desplazó en helicóptero a la Cámara. Un auténtico luchador independentista, vaya. Así no se entera de las 1000 personas que gritaban e increpaban contra su política al servicio de los más oscuros intereses catalanes y europeos, sus verdaderos amos "independientes"; de la banca catalana a la Merkel
Claro que la casta corporativa, desde El País al ultimo periodicucho, sale tras leer la sentencia pidiendo la cabeza del juez. Estamos en el primer round. Para los intelectuales este tampoco parece ser tema de interés. Y luego se extrañan de la existencia de gentes como Gallardón y sus leyes.
 
 
Ascenso y caía de Cospedal. Se soluciona el problema del paro.
 
 Ignoro cual es la carrera profesional y la política de Cospedal. De todas maneras me encuentro entre quienes opinan que un titulado universitario no significa que no pueda ser neo analfabeto y otro político -y no hablamos de corrupto- inepto y romo. Mas volvamos a la mujer de la que hablamos. Si tenemos la desgracia de escucharla o leerla en algún medio de comunicación, nos quedamos lelos con su lenguaje, tan pedestre y reiterativo como falaz y cínico. Se define como eximia representante del partido de los trabajadores y en todo momento muestra las excelsas virtudes de su gobierno que está alcanzando unas cuotas de bienestar y prosperidad que parecen inimaginables. Para mantenerlo es consciente de que debieran ser ellos, los populares trabajadores, quienes se ocuparan en exclusiva de administrar la justicia, la ley, la economía y la cultura. Con el apoyo naturalmente de su casta y servicial Iglesia y si acaso con alguna ayuda, o al menos quejas pero educadas, de opositores "responsables", eliminando a toda la morralla de los político que solo saben protestar y armar gresca. Una nueva ley electoral hecha como todas las que formulan -véase la del aborto- a su medida. En cuanto a la democracia, ella es la voz del pueblo y en su nombre habla.
Pero esta noche he tenido un sueño que reivindica a Cospedal, convirtiéndola en pueblo y justificando que hable en su nombre..
Veía a Cospedal, en la idílica Comunidad que preside, expulsada de la vivienda en que habita porque no ha podido pagar el crédito que pidió para adquirirla; después me la encontré entre los enfermos tumbados en camillas hacinadas en los pasillos de un hospital que esperaban pacientemente a que alguien pudiera atenderles. Más adelante se encontraba en la cola de un numeroso grupo de gente que por carecer de comida aguardaba la escudilla con   la sopa de los pobres en un centro asistencial. Al fin la comunicaron que su hijo o hija, por no poder pagar sus estudios, había sido expulsado del centro en que los cursaba.  Paciente y bien ataviada, sin dejar de sonreír pese a todo, se dirigió a la cola del paro por ver si la contrataban aunque fuera por cuatrocientos o quinientos euros al mes y trabajo de diez o doce horas diarias para oficiar de camarera. Al menos para lo que restaba de verano.
Cuando desperté Cospedal se encontraba hablando y felicitando a todos los españoles por los nuevos datos que ofrecían las estadísticas del paro, que había descendido en el último trimestre. Y para agrandar la sonrisa de su señor Rajoy le apuntaba una brillante idea: la reforma laboral era insuficiente: había que facilitar a los empresarios la posibilidad de que contrataran al resto de parados por un salario que no superara un euro la hora de trabajo autorizándoles además a jornadas de doce o catorce horas diarias, nada de vacaciones y despidos cuando se les antojara a los empleadores. Así los datos del próximo trimestre asombrarían al mundo.
Me di cuenta de que seguía en España y que los periódicos se alborozaban con semejantes noticias.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

lunes, 7 de julio de 2014

Número 75


SOBRE EL LENGUAJE Y LA CRISIS
La otra casta: empresarios depredadores
La ultraderecha contra Pablo Iglesias.

SOBRE EL LENGUAJE Y LA CRISIS

Insistimos en el tema del lenguaje por considerarlo fundamental a la hora de analizar la pasividad, sometimiento y frustración de gran parte del pueblo español, lo que genera incapacidad para la necesaria respuesta que debiera manifestar frente a la explotación y desinformación al tiempo de que es víctima.
En el siglo XIX Carlos Marx argumentó certeramente que "la religión era el opio del pueblo". La mayoría de las clases bajas, y sobre todo mujeres y ancianos -las tabernas eran las iglesias de los trabajadores- incluso de pequeños industriales y profesionales y desde luego campesinos, empleaba  su tiempo libre en acudir a los templos, celebrar las fiestas religiosas y participar en público o en privado en las ceremonias, ritos y dogmas impuestos por el clero. Prédicas, oficios religiosos y catecismos conformaban las escasas horas del ocio  actuando como cloroformo para la cultura y el pensamiento de los pueblos.
El desarrollo de los medios de comunicación y de las nuevas tecnologías impone en nuestro tiempo otras formas de alienación colectiva, con menor olor a muerte, sacristía y añejos hábitos pero de efectos igualmente paralizantes y nocivos para la libertad de los ciudadanos, que encima se creen protagonistas de una cultura colectiva y de progreso por los medios técnicos que utiliza, no entrando en el análisis de los intereses y fines de esos poderosos grupos mediáticos que la dominan precisamente para convertirlos en masa sometida, obediente, a la que van extirpando la capacidad de raciocinio y sometiéndola, ocupando todo el tiempo que les queda fuera del trabajo con sus "espectáculos" musicales, literarios, o festivos, vulgares, anodinos y descomprometidos de la auténtica realidad en que viven, buscando no piensen en ella y procurando se aturdan con la vocinglería de los deportes, fiestas cada vez más escatológicas y embrutecedoras y músicas enloquecedoras, buen narcótico para que no se piense ni se ejerza  la imaginación, la diferencia, y la lucha para impedir que un puñado de sátapras, corruptos políticos y oligarcas vayan marcando cada vez mayores diferencias de vida entre los que poseen y organizan su vida y ocio con su poder económico y los sometidos a leyes cada vez más restrictivas para la educación, sanidad, y sobre todo trabajo y formas de vida.
Paraíso e infierno: islas lujosas y ciudades cada vez más concentracionarias, castas privilegiadas y masas que las alimentan: las clases cada vez más se van distanciando de ese "estado del bienestar" que un día las luchas y revoluciones propugnaban para todos los ciudadanos.
El lenguaje: ellos, los que dominan lo imponen. Tomemos por ejemplo la palabra "crisis". Repetida una y cien veces, los ciudadanos la interiorizan, hacen suya y repiten como dogma de fe, como en su día aceptaron el de la Santísima Trinidad. Crisis. ¿Cómo, por qué se produce? Como si fuera caída del cielo. De ahí otra frase empleada hasta la saciedad: "Con la que está cayendo". Sigue el cielo siendo responsable de la situación. Una tercera frase escuchada día tras día, empleada por el Presidente del Gobierno, Ministros, empresarios y políticos: "con el sacrificio de todos los españoles". Y gracias a ese "necesario sacrificio", o a "arrimar el hombro", los españoles han de aceptar que les bajen los salarios, les ofrezcan contratos basuras, les despidan de sus trabajos sin explicaciones, les suban impuestos y les recorten prestaciones sociales: en sanidad, educación, cultura, derechos de las mujeres... porque, han dicho los que mandan "todos hemos de sacrificarnos y apretarnos el cinturón". Naturalmente no hablan de como los grandes empresarios han obtenido más beneficios esto años de "crisis" que cuando éstas no existían, que los bancos, tras apropiarse de miles de millones sus ejecutivos y estar inmersos en desfalcos, corrupciones, fuga de capitales, evasión de impuestos, han sido refinanciados con "el sacrificio de todos los españoles".
El lenguaje no es inocente. Víctor Klemperer, teórico y profesor alemán escribía en su obra La lengua del Tercer Reich:
"El nazismo se introduce en la carne y la sangre de las masas a través de palabras aisladas, de expresiones, de formas sintácticas que imponían repitiéndolas millones de veces y que eran adoptadas de forma mecánica e inconsciente. Las palabras pueden actuar como dosis ínfimas de arsénico"
Esta utilización del lenguaje bien la conocen quienes controlan la información y la cultura del ocio. Con el deporte -el fútbol como catecismo supremo- los cotilleos sensacionalistas, los sucesos, música y literatura de usar y tirar. Lo que buscan es eliminar el pensamiento, la capacidad crítica para enfrentarse a la auténtica crisis, no casual, sino provocada, que vivimos: la impuesta por el feroz capitalismo bajo el que somos cada vez menos libres, independientes y humanos.

LA OTRA CASTA. EMPRESARIOS DEPREDADORES

Algunos llevamos tiempo hablando de la "casta política" tal como ahora lo hace Pablo Iglesias. Y eso indigna a quienes se instalaron desde la tra(ns)ición en ella. Acomodados, corruptos, embaucadores, son quienes crean el espejismo de la democracia e intentan con su lenguaje torticero hacer creer a los ciudadanos que ellos les representan y cuanto hacen es en su beneficio.
Pero existe otra casta de la que se habla menos y que tiene más poder y a la larga resulta más nefasta: la casta empresarial. Escuchando hablar por ejemplo a los dirigentes de los grandes bancos o a quienes presiden las organizaciones empresariales, pensamos que esa casta emplea un lenguaje "terrorista" para imponer sus condiciones leoninas de trabajo y de existencia que lógicamente solo a ellos les beneficia. Lo terrible es que no sean denunciados y combatidos hasta impedir que al menos aparezcan todos los días burlándose de quienes les escuchan, dado que dominan todos los medios de comunicación y salvo críticas aisladas son respetados y hasta paseados como hombres y mujeres importantes, españoles de primera clase.

LA ULTRADERECHA CONTRA PABLO IGLESIAS

Seguimos hablando del lenguaje. Porque Pablo Iglesias no gobierna, dicta leyes, tiene poder para cambiar las condiciones de vida y los sufrimientos y explotación de que son víctimas los españoles. Simplemente habla, sea en televisión, en prensa, en las reuniones y concentraciones de quienes aceptan escucharlo. Y su lenguaje es diferente al mentiroso y corrupto que se emplea normalmente en los medios, los mítines o las comparecencias públicas. Con él denuncia y propone cambios concretos, sociales y políticos. No acepta sumisiones, traiciones, ni engaños como los que a todas horas propugnan la casta empresarial, política y tendríamos que hablar también de la casta periodística e intelectual. Y por ese simple hecho  de usar un lenguaje diferente, se desata una feroz y miserable campaña contra él por parte de quienes por mucho que se disfracen de personas democráticas no dejan de ser ultraderechistas en sus concepciones  ideológicas y prácticas políticas. Gentes ante cuyas palabras uno solo siente el deseo de salir huyendo, esconderse donde no pueda ver sus rostros ni recibir sus palabras para que la náusea no le atore la garganta. Sean mujeres, Cospedal, Aguirre, Sáenz de Santamaría, u hombres, Cañete, Montoro, Gallardón... Y hasta para culminar la decadencia del socialismo, Felipe González.
La "caza" de Pablo Iglesias se realiza por quienes reencarnan la Inquisición que propagan los Rouco Varela políticos.

miércoles, 18 de junio de 2014

Número 74


Un 19 de Junio de 2014
MALDITO JUEVES

MADRID, CIUDAD TOMADA
En la algarabía de los corderos

La vieja, reaccionaria, imperialista monarquía inglesa, maestra de ceremonias del embrutecimiento colectivo, gritaba en los días gloriosos de su historia, infames de su otra historia, ante la sucesión regia:
¡El Rey ha muerto! ¡Viva el rey!.
 
En la España de 2014, cuando las víctimas del fascismo nunca derrotado en nuestro país continúan yaciendo, innominadas y ultrajadas en las cunetas, ríos o cementerios clandestinos, este jueves, 19 de Junio de 2014, podrían gritar:
¡Franco no ha muerto! ¡Viva el franquismo!
 
Volverán las banderas rojigualdas en sus balcones a colgar; otra vez los himnos y marchas militares, los gritos de rigor, atronarán nuestros oídos. Periódicos, radios y televisiones, a través de sus banales locutores o escribidores al servicio del orden, no se cansan de jalear, alborozados por participar en miserables y esperpénticas ceremonias: ¡Vivimos un día para la Historia! ¡Qué ejemplar y paradigmática página para la otra historia la del periódico El País del día 18: media página para el retrato del nuevo Rey y con gruesos titulares: "Vive la historia antes de que sea historia", con sus tres "conductores" de la historia, Pepa Bueno, Carlos Francino, Ángels Barceló, diciéndonos: "Escucha con nosotros la vida", sí, la vida, su vida y la de esa emisora tan acomodada como su grupo al poder del dinero, al orden corrupto y a los "conductores" de la llamada crisis que tanto llena su boca y contribuyen a su existencia.
Historia, decimos, triste historia que no  nos deja ni calificativos para lamentarnos de haberla vivido, de continuar incrustados como víctimas en ella. Historia del infortunio que parece no tener fin. Hablamos del presente, de la libertad, algo que fenece día a día sin que sus víctimas se den cuenta de ello, ni les importe, aletargados a su vida virtual, a su sometimiento resignado y pagado por el mercado de la estulticia; unos acomodados porque les beneficia -nunca la diferencia entre clases sociales fue tan abismal-, otros lacayos porque viven medianamente, los más silenciosos y apagados por falta de organizaciones de resistencia que les empujen a la acción, y algunos -por desgracia todavía los menos- luchadores y acosados por todo tipo de represiones.
 
Un país secuestrado por los más mediocres y nocivos personajes, en el poder y en la oposición, que se atropella a codazos por participar en el aquelarre de la fiesta regia, que les servirá para decir bobaliconamente a sus hijos o nietos: nosotros también estuvimos allí, fuimos protagonistas de la historia.
 
Madrid, jueves 19 de junio. Ciudad tomada, sometida por tierra, mar y aire por las fuerzas de la represión. Edificios, calles, espacios aéreos, alcantarillas: en todas partes la sombra de los fusiles para mostrar el alcance de la libertad "real" de que se disfruta en la capital de España. ¿Qué programa habría desarrollado Orson Welles, la amanecida de este jueves, rememorando la guerra de los mundos en este despertar acosado y vigilado por, no los extraterrestres, sino los uniformados de la cabeza a los pies llegados de todos los rincones de las tierras que vigilan y en las que atemorizan a sus habitantes?
 
Y mientras los corderos de toda índole, arrastrados unos para que usen sus aplausos primates como en cualquier romería o espectáculo festivo y una vez más sean tan vocingleros como en el Rocío o los festejos del fútbol, sometidos otros para que no importunen con sus gritos el acto, escucharán como de la boca de los impostores les llaman ciudadanos. ¡Ah del lenguaje, quién responderá un día...! No los que se llaman académicos, que con sus serviles galas también participarán en los festejos de la ignominia.
 
La vida continúa siendo un cuento narrado por estúpidos idiotas con demasiado ruido y escasas y necias palabras..
 
 
 
 
La vida continúa

lunes, 2 de junio de 2014

Número 73


PODEMOS  Y  PABLO  IGLESIAS
FELIPE  GONZÁLEZ,  EL PARTIDO SOCIALISTA Y LA IGLESIA CATÓLICA.
LOS ESCRITORES MEDIOCRES Y PUBLICITADOS
BAJO LA  EXTINCIÓN  DE  THOMAS BERNHARD

Seguramente Pablo Iglesias, el joven, no ha leído ni leerá nunca a Thomas Bernhard. Una lástima. Porque si él, quienes como él sueñan o intentan transformar la sociedad en que viven, leyeran a Thomas Bernhard y algunos otros escritores como el austriaco, contados con los dedos de las manos, tendrían una visión más real y menos fundamentada en lo mediático, de la realidad en que viven. Podemos es una palabra, como todas, por si sola vacía de contenido: podemos el qué, para qué, cuándo, cómo. Pero puede ser también una palabra ilusionante si no tropieza en su caminar hacia otras formas de desarrollar la política.
 
Lo ocurrido estos días en la llamada democracia española -democracia: una vez más el secuestro de las palabras, la destrucción de los conceptos- tiene que ver, en mi análisis subjetivo, con el mundo del que se habla en la novela, para mi una de las mejores del siglo XX, de Thomas Bernhard, Extinción. No es tiempo de elucubrar sobre lo que existe tras los planes estratégicos, fines y ambiciones de Pablo Iglesias, que será de la evolución del movimiento que él lidera -lidera: palabra tan nociva como peligrosa, pero hemos de usar el lenguaje convencional para transmitir nuestras dudas-, si continuará ahondando en el procedimiento y discurso -de lo mediático a la denuncia de realidades concretas- que le ha llevado a recortar en el proceso electoral el poder corrupto de la inmensa mayoría de los partidos que soportamos en la España actual -dejemos aparte el hecho "religioso" y oportunista de Cataluña- no ajenos a las estructuras y explotación neofascista del capitalismo salvaje liderado por la gran banca alemana y europea. Ignoramos si lo que pretende al combatirlos no es sino integrarse en el gran circo llamado cámara de diputados, participar en la farsa política que ahora combate, a lo que sin duda van a intentar empujarle los grandes medios que ahora le jalean, desde España a Estados Unidos y con las miras de la CIA hasta los estrategas de los grandes partidos y oligarcas que intentan siempre destruir con su dinero a quienes luchan precisamente contra ellos, y ojalá siga combatiendo esta seudodemocracia,  farsa que para desgracia de los que no podemos evadirnos totalmente de ella tiene unos guiones escritos por neoanalfabetos y es interpretada por pésimos, vomitivos actores.
 
Lo importante es el grito que Pablo y Podemos han dado para marcar la extinción, el inicio se sobreentiende, su posibilidad si crecen y se multiplican sus participantes en ella, de esta ininterrumpida representación escénica en la que las víctimas, aturdidas por el espectáculo visual que las entontece, agonizan. Siempre saludaremos los pequeños incendios que vayan lamiendo y formando círculos destructivos de la alfombra roja en que se desarrolla la gala de la virtual política de nuestro tiempo.
 
Felipe González ha graznado contra esta incursión de Podemos en el que, según su criterio, debiera ser territorio acotado para los que como él son actores privilegiados y bien pagados del sistema que contribuyeron a desarrollar a la muerte de Franco.
Y mientras escribo se celebra la otra feria, comercial y destructora de la creación y el pensamiento con su parafernalia publicitaria y mercantil además de estupidez mediática, en el Retiro madrileño. Ah de los escritores, que dados son a las galas, los oropeles, el entierro del corazón en que se refugia, frente al vocinglerío, la estupidez y el esperpento circense, la auténtica creación literaria. También la literatura se encuentra necesitada de una pequeña sacudida sísmica como la desatada en el campo político con la irrupción, por limitada que sea en su alcance- de este fenómeno Podemos.
Vayamos ahora, siento que tenga que escribir estas líneas en un medio de expresión prácticamente clandestino, y por tanto que las palabras que voy a reproducir no alcancen a Pablo Iglesias, escritores o políticos, que sirvieran para una mínima reflexión. Pero reproduzcamos unos fragmentos extraídos, sobre estos temas, de la obra Extinción.
Sobre el Socialismo, la Iglesia Católica, dos poderes, el uno en decadencia -gracias entre otros a gentes como Felipe González- el otro como siempre pujante -por cierto, en el discurso de Iglesias no encuentro el ataque de Podemos a este gigante político e ideológico, también mediático, que se muestra incombustible en nuestra perenne España.
 
SOCIALISMO
Hoy no tenemos ningún socialismo real, en ninguna parte del mundo, solo ese fingido, simulado... Nuestro siglo ha logrado que la palabra de honor del socialismo se arrastre por el fango de tal manera que resulta francamente para vomitar... Los que pensaron el verdadero Socialismo y creyeron en él y creyeron haberle fundado para la eternidad se retorcerían en sus tumbas si pudieran ver lo que sus repulsivos seguidores han hecho de él.
 
IGLESIA CATÓLICA.
La Iglesia Católica tiene sobre su conciencia al hombre destruido, al caotizado, al en definitiva completamente infeliz... Millones y, en definitiva, miles de millones deben a la Iglesia Católica el haber sido radicalmente destruidos y echados a perder para el mundo, el que en naturaleza se haya convertido en antinaturaleza.
 
ESCRITORES
Los escritores, en conjunto, son la gente más repugnante que hay... A todos esos escritores que visité o más o menos espié los considero hoy como abyectos, si , innobles, si, tontos, que han conseguido cierta fama literaria, a cuya compañía puedo renunciar, porque solo me dan su mediocridad... Todos ellos son absolutamente burgueses, lo mismo que lo que escriben y lanzan al mercado... Hoy tenemos una literatura provinciana... No, nunca quise ser escritor, pero sin embargo, siempre he tenido la idea de escribir algo solo para mí. No soy realmente escritor, solo un intermediario de la literatura.
 
 

martes, 20 de mayo de 2014

Número 72


¡ MALDITO FÚTBOL!

Cuando éramos pequeños estábamos deseando que llegara el recreo en el colegio para irnos al patio y jugar al fútbol. Improvisábamos las porterías con nuestras chaquetas o con piedras. Los días de fiesta buscábamos plazas, explanadas, atrios de las iglesias, cualquier lugar público,  para echar un partidillo aunque fuese con pelotas cosidas de trapo que improvisaban nuestras madres cuando nos faltaban las de verdad. Los domingos íbamos al campo a ver los partidos, fueran de regional o de cualquier división. Apoyábamos a los equipos de la localidad pero no dudábamos en tener simpatías por otros, el Bilbao acaparaba las mayores. Reconocíamos a los jugadores que entonces solían ser de su tierra o se identificaban con ella. No se hablaba de dinero. Se desconocía el nombre de los dirigentes del club. El fútbol era un deporte y su alcance se limitaba al campo, o a la colección de cromos o chapas con sus rostros o nombres que nos servían para jugar.
Con el tiempo el deporte fue desapareciendo, el mercado se apoderó de los clubs, gentes tan corruptas como las que medraban en otras industrias y desde luego bancos, se fueron apoderando de ellos para obtener grandes beneficios con su explotación, y al tiempo los medios de comunicación, al servicio de la publicidad, fueron llevando al "espectáculo de masas" informaciones truculentas o sensacionalistas, meros cotilleos, que ocupaban la mayor parte de sus páginas o emisiones. Y el carácter partidista empezó a lindar con lo xenófobo y violento -todo nacionalismo exacerbado termina siéndolo- y a "comer" el tiempo libre de la mayor parte de los ciudadanos convirtiendo lo que nació como deporte y ya era gigantesco negocio especulativo y sujeto a otro tipo de mafias organizadas, en pavorosa "religión" alienante a la que rendía culto la mayor parte de la población. Y así las multitudes, desprovistas cada vez más de lenguaje y pensamiento, se entregan mecánicamente a vivir casi para y por lo que creen deporte y no es sino perfecto medio para domesticar su libertad, su intimidad, su diferencia..
Gentes sin trabajo, desprovistas de derechos sociales, privadas de una seguridad médica igualitaria y eficiente, abocadas a una educación castrante y discriminatoria, cada vez más explotadas laboral y económicamente por el capitalismo más voraz de los últimos tiempos, no dudan en hacer bromas y hasta aplaudir y reconocer la "necesidad" de que a algunos de los jugadores  sus clubs les paguen 20 millones de euros al año o cifras parecidas, creo que entre 50.000 y 80.000 euros diarios, por militar en "sus" equipos, ellos los creen suyos, se llamen Messi, Ronaldo, Neymar, Bale, como casos más destacados, se identifican con los equipos creyendo que son ellos, los ciudadanos, "quienes ganan", que "es su victoria", y aplauden y aceptan a la casta de dirigentes que no dudan en beneficiarse de esta situación, con turbios negocios, cuentas oscuras, especulaciones  fraudulentas. Incluso si alguno es acusado o detenido, salen en su defensa. Todos los que"llevan su misma camiseta" parecen héroes.. Casta turbia que aparece mezclada a operaciones mobiliarias, bancarias, en las que colaboran para vulnerar la ley ¿qué Ley? las autoridades políticas que los cobijan. Y el vocinglerío, la barahúnda, el mal gusto que rodea este espectáculo en radios y televisiones -y algunas se dicen informativas- aturde hasta límites inenarrables a quienes desprecian el silencio, la mesura en los comentarios, la posibilidad de reflexionar lo que se ve, y ya solo se sienten seguros gritando, ondeando banderas, en el gran rebaño conducido hasta la desaparición de la libertad individual. Cuando uno de sus equipos gana algo, llámese Barcelona, Real Madrid, Sevilla, Atlético de Madrid, Valencia, o a menor escala los que ascienden de división, o la salvan u obtienen cualquier trofeo menor, acuden decenas o centenares de miles de ellos a gritar y gritar, mientras permanecen en silencio cuando día tras días les "informan" de nuevas leyes represivas, medidas económicas que atentan contra sus condiciones de trabajo, o atentados a la cultura y la libertad. ¡Triste, desalentador espectáculo el del otro día en Madrid: apenas cien personas en la puerta del Sol recordando el aniversario del 15-M y 200.000 ¡doscientas mil! como si vivieran en el mejor de los mundos porque había ganado su equipo. Neptuno, Cibeles, Canaletas, etc. etc. podrían denominarse fuentes de la desdicha y la alienación y enloquecimiento colectivo.
Recuerdo que cuando fue el Mundial de Argentina, testimonialmente participé junto a algunos grandes escritores de aquel país, Daniel Moyano, Antonio Di Benedetto entre otros, en coloquios contra su celebración por la criminal Dictadura Militar que en esos momentos allí imperaba. Y a todos nos gustaba el fútbol. Hoy me sentiría gratificado si dentro de un mes, esos trabajadores y ciudadanos que protestan en Brasil contra el mundial, consiguieran paralizarlo. Ya sé que es imposible. Pero por mucho que uno disfrute a veces viendo un  partido, sin sonido eso si, y sin querer saber nada de lo que ocurre más allá de los 90 minutos que dura, sería una victoria de la razón contra la mentira, el anonadamiento de las masas.
Ah, que bello era el deporte, como nuestra infancia perdida. Y que degradante, miserable, es el nocivo espectáculo, comercial, aberrante y selvático, en que nos lo han convertido.

miércoles, 30 de abril de 2014

Numero 71

A PROPÓSITO DE LOS SINDICATOS ESPAÑOLES

¿Quiénes son los corruptos?
¿Quiénes frenan las luchas de los trabajadores?

¡HASTA CUÁNDO, PODER RELIGIOSO?

Es necesario huir del lenguaje "políticamente correcto" y denunciar a quienes lo único que les preocupa, y por lo que pactan, es por conservar su poder o al menos las migajas que el auténtico poder -el financiero y el eclesiástico- deja a sus vasallos.
Desde hace años los sindicatos -el laboratorio experimental fueron los Estados Unidos, que tras las grandes huelgas de las primeras décadas del siglo XX y la crisis económica del 29 decidieron mejor que acosarles y perseguirles domesticarlos, ponerlos al servicio de los grandes capitalistas y trust financieros- vienen constituyendo una organización burocrática al servicio del capitalismo, no son sino muros de contención del neoliberalismo más agresivo contra las reivindicaciones de los ciudadanos, trabajadores o clases medias unificados en simplemente explotados de las oligarquías que gobiernan el mundo. Lógicamente al renunciar en su práctica a la historia de los hechos auténticamente reivindicativos, y aceptar su manutención por parte de los gobiernos explotadores capitalistas, se burocratizan y colaboran con quienes les pagan, mantienen y ordenan los límites de sus acciones, si no quieren perder las subvenciones que mantienen su status quo social, entrando así a formar parte de la corrupción generalizada consustancial a los grandes partidos políticos. Ellos conforman ya parte de esa corrupción que de vez en vez  salta, sin que tras el ruido tenga otras consecuencias punibles, a la opinión pública.
Este es un tema fundamental para abordar el presente histórico que vivimos. Los "malos", quienes se sitúan del lado de los explotadores, no son solo la cabeza visible de los partidos que se reparten el poder mantenido por la banca y las grandes empresas en el monopolio económico de Estados Unidos, Alemania y algunos otros sicarios de Europa. Sea en Andalucía, sea en Cataluña, -de los ERE de unos a los pactos con la oligarquía más reaccionaria y repulsiva aunque se vista de nacionalista de los otros-, los dirigentes sindicales han conducido a estas organizaciones -ah, tiempos añorados de los Marcelino Camacho de antaño- a un grado de podredumbre que o se combate por todos los medios o incapacitarán para la lucha reivindicativa al pueblo español para siempre. Ellos, más todavía que las fuerzas represivas llamadas del orden, meros autómatas al servicio de los poderes autoritarios, son los verdaderos frenos y obstáculos de la acción necesaria para impedir la esclavitud y sometimiento absoluto del pueblo español.
 
¿HASTA CUÁNDO, IGLESIA Y PODER RELIGIOSO?
 
Ya hemos pasado la llamada Semana Santa. Luego el Vaticano y los Papas. Pronto las romerías, Vírgenes de toda índole, homilías y peregrinaciones sin cuento. Y los políticos "bailando el Santo", que todos ser apuntan al folklore y la fiesta del gran emporio económico e ideológico que posee escuelas, bancos, lugares de ocio, radios, periódicos, televisiones, fincas,  etc. Así, desde hace siglos, se conforma la alienación colectiva. Opio visible o invisible del pueblo al que pocos se atreven a combatir, ignorando que conforma el más poderoso y eficiente aliado de la explotación capitalista y salvaje. Un día sí y otro también, envueltos por las palabras malditas que vuelven zombies a millones de personas. Y dando ejemplo en las imágenes, gentes que se llaman socialistas y hasta comunistas y piensan que así ganan un puñado de votos. Por un puñado de votos se pierde la posibilidad de que se pueda transformar un día el mundo y la libertad no sea una palabra tutelada por los poderes de siempre. Difícil resulta mientras exista el poder de las iglesias, en Europa o en el mundo árabe o asiático o africano, las cristianas, musulmanas o de cualquier otra índole, hablar del desarrollo de la civilización, del progreso. El presente será cada vez más débil- la industria de la incultura del ocio también se encarga de ello y para alimentar su fuego basta escuchar las palabras o leer los escritos de quienes la dirigen-. Pocos son los que se rebelan. ¿Hemos de extrañarnos así de que la censura  que no se ve pero que existe más desarrollada y eficaz que en tiempos del franquismo, aliada con el mercado y la publicidad, vaya conformando una sociedad cada vez más débil en su libertad? Porque para ser esclavo no se necesitan hoy ya las cadenas: los hilos invisibles que se mueven a través del desarrollo de la técnica y de la concentración de poderes manejados por los oligarcas y sus aliados -entre ellos las iglesias- convierten en siervos a quienes pasivamente aceptan esta situación, -otros, los menos, se rebelan, y son los perseguidos no solo por el poder represor, sino por los partidos y sindicatos del orden-, y entre unos y otros se agiganta la nómina de los perdedores de las antiguas conquistas sociales y del estado del que llamaban bienestar -otra palabra vacía de contenido- digamos mejor del estado de libertad conquistada con tantos sacrificios de miles y miles de ciudadanos, y hasta de guerras aunque fueran perdidas. Pensamiento rebelde. Lenguaje no censurado, conformista o correcto. Y no aceptación de leyes injustas. Otra forma de luchar que huya de la burocratización de quienes han traicionado la acción política, social y reivindicativa.

jueves, 3 de abril de 2014

Número 70

LA CRISIS QUE NUNCA EXISTIÓ

El lenguaje de Goebbels para engañar a los pueblos

Fueron los banqueros quienes inventaron la historia -necesidad sería más correcto decir- de la crisis, palabra salvadora para ellos y sus Consejos de Administración -donde están presentes representantes de los principales partidos políticos, no lo olvidemos- y palabra condenatoria para quienes iban a ser sus víctimas. Al poner en práctica su proyecto económico, político y social, estamos en crisis, obligaron a los gobiernos neoliberales -que dependen de las oligarquías que los imponen y corrompen, a ellos y al sistema democrático y su manipulación electoral- a dictar leyes para obligar a que se los "saneara" -decían- impedir su quiebra -es decir reponer sus recursos dilapidadores y que pudieran regresar a sus cuantiosos beneficios y reparto de dinero entre la casta política y económica que los conforman. De paso, empresarios y oligarcas fueron compensados con leyes y reglamentos que venían demandando, más rígidas que las vigentes, que pusieran freno a las conquistas sociales que a lo largo de las últimas décadas habían ido consiguiendo trabajadores y clases medias con sus luchas y reivindicaciones. Se aliaba así el terrorismo bancario y financiero con sus títeres políticos para imponer la reducción de salarios de quienes constituyen más del 80% de la población, incrementar sus horarios laborales, favorecer los despidos con menores indemnizaciones, eliminando derechos y contratos que los  hasta reducirlos a su antojo  -hoy cierro aquí la fábrica o empresa y la traslado a lugares donde aumente mis ganancias con explotaciones más inicuas y sin cortapisas legislativas, flexibilizo las plantillas en costes reduciéndolas, impongo contratos coyunturales con menos de 600 euros mensuales y con autorización para terminarlos cuando nos de la gana, incluso utilizo trabajadores emigrantes no sujetos a legislación alguna, sumergidos los llaman, etc. Y en cuanto al Estado, para "salvar" bancos, autopistas que no funcionan, aeródromos que no existen, empresas fraudulentas y en quiebra, cajas de ahorro, constructoras del gran negocio de la construcción, promulgación de leyes sobre ocupación del territorio en playas o lugares rústicos no urbanizables a los que ahora se da legalidad, etc. se reducen los gastos sociales en capítulos como educación, sanidad, cultura, se privatizan muchos servicios, se suspenden pagas extraordinarias, asistencias de servicios sociales, se congelan todo tipo de salarios, prestaciones de jubilación -ya se sabe que esto no afecta a los banqueros, consejeros, grandes empresarios, aparatos de partidos, directivos de medios de comunicación, etc.-
Es decir, todo un programa económico amparado bajo la palabra crisis para reconducir el capitalismo a una explotación más salvaje y que aumente los beneficios de los empresarios y los oligarcas, y paralelamente, subida de impuestos para la población trabajadora y flexibilidad para los defraudadores, condonación de la deuda de los que evaden capitales y engañan al fisco con la no tributación de sus impuestos, no entrar en los miles de millones que campan al margen de las leyes españolas en lo que llaman "paraísos fiscales".
Y para apuntalar estas medidas de la crisis decretada por quienes dijeron "basta" a esa farsa del estado del bienestar, regresemos al más viejo y salvaje capitalismo para el que tendremos que arbitrar además nuevas leyes punitivas y contra derechos como los de expresión, manifestación y otros similares, un día si y otro también impondremos -son nuestros seguros servidores- a lo que se denomina -seguimos en el lenguaje que deforma realidad y machaca las conciencias para terminar haciendo de la mentira verdad- medios de comunicación, ¿cuándo se los denominará para una más justa definición, medios de alienación?, que machaquen con la palabra crisis todas sus informaciones y opiniones, añadiendo otras "perlas" lingüísticas tan siniestras como los rostros de los personajes que las emiten: la gran vomitona podría titularse esta película que protagonizan entre otros Montoro, Cospedal, Guindos, Sáenz de Santamaría, Werth, Báñez -estos protagonistas principales, los secundarios se limitan a reproducir sus vómitos, en cuanto a Rajoy es como la gallina clueca que los acoge bajo su silencio-,  perlas semejantes a "necesidad de sacrificios", "por el bien de todos los españoles", "con la que está cayendo", "apretarse el cinturón", "así saldremos todos adelante", frases que conformarían un diccionario del terrorismo léxico que acompaña al terrorismo eclesiástico para conformar el catecismo político opresor y deformante de la eterna educación española. Es el fascismo informativo que a veces se impone con conceptos  y símbolos como el de banderas, patrias, independencias (¿de qué, para qué, acaso de la oligarquía económica europea, del imperialismo norteamericano?).
Y la parte de la población civil que intenta rebelarse contra este atroz engaño, esta farsa  programada para explotar y esclavizar más a los ciudadanos, y organiza marchas como las del 22 de marzo  a Madrid, no tarda en encontrar la respuesta a sus "pacíficas" protestas no ya solo en los sicarios policiales sino en los dueños de los medios de expresión, en radios, televisiones, periódicos, con la ayuda de tertulianos, opinantes, que salvo excepciones, se encuentran muy satisfechos de jugar el papel de criados asalariados de los grandes señores que les pagan hoy aunque les desprecien mañana, que les dan una palmada en su jorobada espalda -en ella cargan el peso de la colaboración siempre con los fascismos y negreros de la historia- por dedicar su lenguaje casposo a agredir a ese puñado de manifestantes que atacaron a "los pobres policías". Es el preludio de la mordaza. Lo que puede ocurrir -siempre ha ocurrido cuando el poder lo necesita- por no callar y aceptar las reglas del juego que se os han impuesto: más violencia y castigos,   y los medios del poder no son los de la desvalida oposición abandonada incluso por los partidos tradicionales que se encuentran muy bien en el juego de tronos. Esos medios de comunicación son los mismos que llevan días, semanas, meses saludando y santificando a los estudiantes, manifestantes -qué insidia que algunos recuerden a los nazis y dictadores que se mezclan e incluso aparecen dirigiendo algunas de esas manifestaciones- que con auténtica violencia,  muertos, muertos, toma de Parlamentos, de televisiones, destrozos de innumerables edificios, sacuden las calles de Ucrania, Venezuela, Egipto o...
Y no damos los nombres de los banqueros, oligarcas, políticos, eclesiásticos o nobles o aristócratas, ese puñado de ilustres ciudadanos -a los que nadie llamará violentos, y menos terroristas, que al contrario, todos saludan y ríen sus gracias y acuden a escucharles -incluso muchos de los que se llaman intelectuales y como vacuos pavos reales gustan de ponerse en la foto al lado de ellos- que vemos en las galas culturales, fiestas y conmemoraciones de toda índole, vacaciones o residencias lujosas, desfiles de modas, gentuza pulcra y bien vestida y comida que nunca visitará los lugares de la inmundicia, es decir, del hambre, la enfermedad, la falta de escuelas, atenciones sanitarias, viviendas -ah, estos de Cáritas que osan dar datos y cifras a los risueños o ceñudos ministros -la historia del gordo y el flaco, el poli bueno y el poli malo, la Virgen de los pobres -en este caso es del partido de los trabajadores (escúchese a Cospedal) o el mafioso buscador de tahúres para sus dominios, copa los films de nuestros altos cargos- lugares que parecen situarse, aunque afecten a casi un tercio de la población española según esos datos, en un país imaginario que nada tiene que ver con España, y que por eso ellos desconocen y no les interesa visitar. Son, si acaso, sus víctimas colaterales.
Resultado: para mantener la crisis y el estado de derecho, cada día se buscará imponer más multas, golpear con mayor saña y medios más modernos, acotar las protestas de todos esos revoltosos no alienados por sus bien controlados medios de la cultura del ocio, hasta conseguir que acepten la sumisión, la esperanza en la vida eterna, y se conviertan en fieles y silenciosos ciudadanos que acatan las leyes y se muestran sumisos y educados con sus guardianes.
También uno esperaría el otro 22 m de los que se dicen intelectuales -no hablamos del puñado de ellos que hacen lo que pueden, en la calle o allí donde escriben o crean opinión crítica con los escasos medios que les dejan en la cada vez más débil cuota de la libertad de expresión que regula el desorden de los monopolios de la censura- en el que como un gran coro denunciara este lenguaje fascista, este estado político, económico, cultural y social que persigue la nueva esclavitud del siglo técnico y científico en el que la civilización humana cada vez se va extinguiendo más, como diría Thomas Bernhard, esa sonrisa crítica a la que escupen cuantos ignoran, los descendientes de los simios que se ocupan de la cosa pública, eso si, encorbatados, bien vestidos, melifluos y de palabra casposa y torticera. Vedlos en cualquier momento en el Parlamento, en la televisión. Y si con gestos o con vuestro silencio no los denunciáis, al menos os reís de ellos, sabed que en el fondo, formáis parte de ellos.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Número 69


ESPAÑA A LOS PIES DE ESTADOS UNIDOS.
-De la guerra a la batalla mediática-


Hubo un tiempo en que gran parte de los intelectuales tenían, o decían tener, ideas claras: Estados Unidos era la culminación del imperialismo. No dudaba en mantener gobiernos títeres y serviles a sus intereses económicos y cuando los pueblos se rebelaban intervenía con sus hombres y armas para mantenerlos o reemplazarlos por otros formados en sus bases militares o esferas de influencia, a costa de feroces represalias con torturas, encarcelamientos y asesinatos masivos sobre los rebeldes. En América, su patio trasero. Más lejos, fuese Corea, Vietnam, otros lugares que deseaba situar bajo su influencia, participando en guerras devastadoras y de larga duración por la oposición que encontraba entre sus pueblos. Oriente Medio, la balsa del petróleo y los sátrapas de toda índole, también ha conocido en las últimas décadas del siglo XX su desmesurada e impune acción criminal.
                       Pero Estados Unidos ha ganado hoy la batalla mediática. Ha conseguido la domesticación absoluta de los medios de comunicación y la pasividad o idiotez de muchos de aquellos intelectuales. Compra periódicos, televisiones y conciencias. Soportamos que solo parezca existir ya una "cultura" en el mundo, la impuesta por ellos: en cine, música, literatura, deportes, hábitos de vida, hasta -aquí es donde más trabajo le cuesta entrar, al fin es cuestión de estómago, no de pensamiento- en comida y bebida. Cadenas de radio como la SER, periódicos como EL PAÍS, se han rendido a su vasallaje por treinta monedas. Otros periódicos, radios o televisiones no necesitan ni esas 30 monedas: son serviles y lacayos por esencias ideológicas. Las informaciones, editoriales, artículos de opinión, contra los regímenes políticos no "gobernados" por su influencia, por su falta de objetividad y sobre todo por el contraste dado el volumen de información y crítica que generan con el silencio ante otros países donde el nepotismo, la corrupción, la miseria y exclusión social son más manifiestos, no producen sino náuseas.
¿Y los intelectuales? En silencio, cuando no en culpable colaboración. Estados Unidos puede bombardear impunemente pueblos enteros, o desplegar sus ejércitos en ellos -en estos días se acentúa el servilismo del gobierno español cediendo más terreno para sus bases militares agresoras- desplegar sus ejércitos donde le venga en gana, no digamos apoyar revueltas, y ejemplos de uno y otro caso van de Libia y Afganistán a Honduras o Venezuela, pero que nadie toque otros conflictos, como ocurre ahora en Ucrania. Puede rodear con barcos cargados de armas los mares de Oriente Medio, pero que a ningún otro país se le ocurra defender los suyos, como ocurre en Crimea por ejemplo. Defiende los nacionalismos que son afines a sus intereses estratégicos y económicos -aunque sean de extrema derecha, fascistas o integristas religiosos y antihumanos-pero no permite otros que -ni los juzgamos ni defendemos que esa es otra historia- no se ajusten a sus intereses económicos o de dominio estratégico, el gas, el petróleo, los minerales preciosos o el enclave para propiciar sus ataques en caso de conflicto armado.
Silencios. Complicidad. Carencias de pensamiento y libertad. Gobiernos, pero también intelectuales postrados de rodillas ante el poder despótico del imperialismo de nuestros días.

lunes, 17 de febrero de 2014

Número 68

Sumario:
LAS VOCES DEL ESTRECHO
EL GENOCIDIO AFRICANO
CARTA DE 2 NIÑOS DESDE UNA PATERA

·El genocidio africano.

La única religión posible y necesaria: la de los derechos humanos.
Mandamientos de la razón que debieran aprenderse desde la infancia en escuelas, institutos, universidades.
Frente a nacionalismos, integrismos religiosos, xenofobias, guerras imperialistas, machismo social, los derechos humanos y la integridad e igualdad económica, social y cultural.
Represión: nunca debiera realizarse sobre el emigrante sino sobre los que vulneran sus derechos: patronos, traficantes, mercaderes y hasta algunos funcionarios, políticos, policías, jueces o comunicadores y responsables de información.
Frente al discurso colonizador, del agresor capitalista y del miedo que buscan provocar en las víctimas, el liberador, no el pasivo o conformista sino el revolucionario.
No a los grandes trust económicos, a la Europa de los banqueros y mercaderes. Rebelión de los ciudadanos en busca de su libre organización, de la defensa multicultural, iguales todos ante las leyes por ellos supervisadas.
Ramón Sanz Valcárcel, magistrado:
"La información se ha convertido en propaganda, la detención de trabajadores del Sur es un acto de captura, como si de atunes del Mediterráneo se tratara".
Cepos y redes para capturar a los atunes. Balas de fogueo y pelotas de goma para hundir a los emigrantes en las aguas del estrecho.
Al fin, ¿cuantos siglos llevan los educados y blancos ciudadanos cristianos imponiendo la ley de la esclavitud, de la explotación, de la muerte, en tierras de África?
La cuestión judía. La cuestión negra. Las soluciones finales. Miserables palabras de los nazis cuando hablaban de las leyes y funcionamientos de los campos de concentración o la palinodia de los jueces y funcionarios que las aplicaban. Miserables palabras de los políticos -hombres y mujeres, no existen diferencias a la hora de prietas las filas, recias, marciales, nuestras palabras van en el orden constitucional en defensa de la Patria- que hoy día enredan con la verborrea de los burócratas al hablar de "estos sucesos". Mendaces colaboradores de quienes llevan siglos imponiendo la ley del esclavismo y el genocidio africano en el Occidente imperialista y cristiano.
 
Las voces del Estrecho.
 
Las voces del Estrecho es un libro que publiqué en el año 2000 sobre la tragedia de los emigrantes africanos que llegan a España. En las dos últimas décadas miles de africanos han muerto en las aguas del Estrecho. Sin nombre. Sin tumbas que les acojan a la mayor parte de ellos. Sin familias que lloren sobre su regreso a la nada. Aquí no hay ceremonias ni velatorios en tanatorios de pago. Sus asesinos también carecen de nombre. ¿O no? Unos les roban el dinero sin importarles que será después de ellos. Otros les cosen a balazos o les ayudan a hundirse en las aguas del océano, a que sus cuerpos se estrellen contra las rocas de los acantilados. Lo importante es que no lleguen al destino que perseguían.
Hace diez años, en el 2003, unos datos nos hablaban de como la guardia civil había interceptado a 10.791 inmigrantes, repatriado a 9.000 sin papeles, y que de los centenares de ahogados solo recuperaron 49 cadáveres en ese año. Desde entonces día a día leemos, leemos historias semejantes. Otras quedan ocultas. Leer y ser pasivos. No asombrarse por lo que ocurre a nuestro alrededor. Auschwitz. Hiroshima. Vietnam. Oriente Medio. África central, meridional, norte o sur. Estrecho de Gibraltar. Leemos. Leemos. Callamos. El drama de la emigración es un terrorismo impune. Los sin papeles, irregulares para la justicia, son sin embargo, cuando consiguen acceder "al paraíso de la democracia" explotados por empresarios sin escrúpulos pero reconocidos y valorados como hombres de bien en su país, abogados o mediadores que les ayudan en el tráfico de papeles y vulneración de leyes fácilmente vulnerables. Las mujeres a cambio de dinero tienen cuerpos que ofrecer. Los niños conforman una mercancía más barata. Los corruptos de corbata y cuello blanco se acogen a paraísos fiscales para ocultar sus ganancias, y leyes flexibles y acomodaticias les acompañan para que puedan ir de negocio en negocio hasta la gran estafa final. Cuando estos trabajadores emigrantes son sorprendidos por la policía encuentran el acomodo de residencias especiales, cárceles no declaradas como tales, que anteceden a su expulsión definitiva por los métodos que sean, ¿recuerda, señor Aznar?
El efecto que denominan llamada no existe. Huyen del hambre y la muerte en tierras que explotan los caníbales gobernantes al servicio de los señores de la gran Europa (o los Estados Unidos de las Américas), de empresarios que practican otro tipo de canibalismo, el económico.
España ha pasado de ser martillo de herejes a martillo de emigrantes.
Escuchando las informaciones sobre este tema coladas entre horas interminables de deportes, desfiles de modas, galas de espectáculos, gastronomía suculenta y exabruptos de los políticos que acceden con desgana y rigor cuartelario a hablar del "problema", soñé que en vez de a la Gala de los Goya todos sus protagonistas se trasladaban a aquellas aguas del Estrecho y allí entonaban -aunque se les mancharan o desgarraran sus lucidos trajes-sus cantos de solidaridad con las víctimas, que decenas de escritores abandonaban sus firmas de libros, discursos académicos o coloquios en sedes bancarias o institucionales y marchaban a hacer compañía a sus colegas de "cultura" a la costa donde los guardias civiles y miembros de policías o ejércitos esperaban recibir órdenes para contener a los negros, si, negros, que ellos eran blancos, que los periodistas cansados de oficiar de mudos receptores de las palabras torticeras y vacías de contenido, tan repetitivas como inocuas y falaces que recogían en ruedas de prensa o comparecencias oficiales, guardaban sus cámaras, grabadoras, ordenadores y bolígrafos y se dirigían a engrosar la lista de los que al fin, en el Estrecho, formaban la gran marcha sin banderas ni himnos que componían el escudo humano que intentaba parar la matanza de las víctimas africanas.
 
Carta de 2 niños desde una patera
 
Y entonces leí en voz alta aquella carta que 2 niños africanos de catorce y quince años de edad, dirigían, antes de morir, que ya su patera naufragaba, hacía trece años, y que introduje en las páginas de mi relato sobre la tragedia del Estrecho, a las autoridades de los pueblos de España y Europa:
 
Habían nacido en Guinea. No llegaron, como otros compañeros, a alcanzar la tierra firme. Perdieron la vida en aquella travesía. La patera dio la vuelta, regresando a su lugar de origen. Cuando atracó, el pasante encontró un papel arrugado en el fondo de la barca. Se le cayó a uno de los niños ahogados, al lanzarse al mar. Leyó su contenido.
Nos dirigimos a las autoridades de España y Europa. Queremos que nos comprendan, nos ayuden. Sufrimos muchos en África. Todos los niños de África sufren. Vivimos sin trabajo, algunos no pueden comer, otros enferman y mueren , muchos, no se pueden contar los que mueren siendo niños. Y sufrimos guerras crueles, terribles, que causan destrozos en nuestras ciudades, y epidemias entre sus habitantes. No pueden contarse los enfermos por el sida, que no sabemos de dónde vino. Y nosotros quisiéramos estudiar, como estudian ustedes, ser niños como los de España y Europa, poder vivir como ellos, desarrollarnos como ellos, y no pensar que la vida es este castigo a morir muy joven. Querríamos que África fuese como Europa. Al fin, fueron ustedes quienes nos han llevado a esta situación tan desesperada, miserable, Por ustedes somos débiles. Ayúdennos, por favor. Se lo pedimos nosotros, dos niños de África, en nombre de todos los niños africanos.
 
El pasante se contrajo de dolor. Él también era un ser humano. No estaba preparado, endurecido suficientemente, para escuchar aquellas voces. Mandó la carta al presidente del gobierno de España y al presidente de los gobiernos de Europa.
Cuando la carta se hizo pública, lingüistas y sociólogos, profesores universitarios y algunas autoridades políticas se limitaron a decir que aquel texto no podía haber sido redactado por los dos niños ahogados. Ignoraban incluso sus nombres. Y apenas si dieron más importancia al asunto. De cualquier forma, los niños no podían contestar: ya tenían los ojos cerrados.
 
 

La Linterna del S. XXI