miércoles, 18 de junio de 2014

Número 74


Un 19 de Junio de 2014
MALDITO JUEVES

MADRID, CIUDAD TOMADA
En la algarabía de los corderos

La vieja, reaccionaria, imperialista monarquía inglesa, maestra de ceremonias del embrutecimiento colectivo, gritaba en los días gloriosos de su historia, infames de su otra historia, ante la sucesión regia:
¡El Rey ha muerto! ¡Viva el rey!.
 
En la España de 2014, cuando las víctimas del fascismo nunca derrotado en nuestro país continúan yaciendo, innominadas y ultrajadas en las cunetas, ríos o cementerios clandestinos, este jueves, 19 de Junio de 2014, podrían gritar:
¡Franco no ha muerto! ¡Viva el franquismo!
 
Volverán las banderas rojigualdas en sus balcones a colgar; otra vez los himnos y marchas militares, los gritos de rigor, atronarán nuestros oídos. Periódicos, radios y televisiones, a través de sus banales locutores o escribidores al servicio del orden, no se cansan de jalear, alborozados por participar en miserables y esperpénticas ceremonias: ¡Vivimos un día para la Historia! ¡Qué ejemplar y paradigmática página para la otra historia la del periódico El País del día 18: media página para el retrato del nuevo Rey y con gruesos titulares: "Vive la historia antes de que sea historia", con sus tres "conductores" de la historia, Pepa Bueno, Carlos Francino, Ángels Barceló, diciéndonos: "Escucha con nosotros la vida", sí, la vida, su vida y la de esa emisora tan acomodada como su grupo al poder del dinero, al orden corrupto y a los "conductores" de la llamada crisis que tanto llena su boca y contribuyen a su existencia.
Historia, decimos, triste historia que no  nos deja ni calificativos para lamentarnos de haberla vivido, de continuar incrustados como víctimas en ella. Historia del infortunio que parece no tener fin. Hablamos del presente, de la libertad, algo que fenece día a día sin que sus víctimas se den cuenta de ello, ni les importe, aletargados a su vida virtual, a su sometimiento resignado y pagado por el mercado de la estulticia; unos acomodados porque les beneficia -nunca la diferencia entre clases sociales fue tan abismal-, otros lacayos porque viven medianamente, los más silenciosos y apagados por falta de organizaciones de resistencia que les empujen a la acción, y algunos -por desgracia todavía los menos- luchadores y acosados por todo tipo de represiones.
 
Un país secuestrado por los más mediocres y nocivos personajes, en el poder y en la oposición, que se atropella a codazos por participar en el aquelarre de la fiesta regia, que les servirá para decir bobaliconamente a sus hijos o nietos: nosotros también estuvimos allí, fuimos protagonistas de la historia.
 
Madrid, jueves 19 de junio. Ciudad tomada, sometida por tierra, mar y aire por las fuerzas de la represión. Edificios, calles, espacios aéreos, alcantarillas: en todas partes la sombra de los fusiles para mostrar el alcance de la libertad "real" de que se disfruta en la capital de España. ¿Qué programa habría desarrollado Orson Welles, la amanecida de este jueves, rememorando la guerra de los mundos en este despertar acosado y vigilado por, no los extraterrestres, sino los uniformados de la cabeza a los pies llegados de todos los rincones de las tierras que vigilan y en las que atemorizan a sus habitantes?
 
Y mientras los corderos de toda índole, arrastrados unos para que usen sus aplausos primates como en cualquier romería o espectáculo festivo y una vez más sean tan vocingleros como en el Rocío o los festejos del fútbol, sometidos otros para que no importunen con sus gritos el acto, escucharán como de la boca de los impostores les llaman ciudadanos. ¡Ah del lenguaje, quién responderá un día...! No los que se llaman académicos, que con sus serviles galas también participarán en los festejos de la ignominia.
 
La vida continúa siendo un cuento narrado por estúpidos idiotas con demasiado ruido y escasas y necias palabras..
 
 
 
 
La vida continúa

lunes, 2 de junio de 2014

Número 73


PODEMOS  Y  PABLO  IGLESIAS
FELIPE  GONZÁLEZ,  EL PARTIDO SOCIALISTA Y LA IGLESIA CATÓLICA.
LOS ESCRITORES MEDIOCRES Y PUBLICITADOS
BAJO LA  EXTINCIÓN  DE  THOMAS BERNHARD

Seguramente Pablo Iglesias, el joven, no ha leído ni leerá nunca a Thomas Bernhard. Una lástima. Porque si él, quienes como él sueñan o intentan transformar la sociedad en que viven, leyeran a Thomas Bernhard y algunos otros escritores como el austriaco, contados con los dedos de las manos, tendrían una visión más real y menos fundamentada en lo mediático, de la realidad en que viven. Podemos es una palabra, como todas, por si sola vacía de contenido: podemos el qué, para qué, cuándo, cómo. Pero puede ser también una palabra ilusionante si no tropieza en su caminar hacia otras formas de desarrollar la política.
 
Lo ocurrido estos días en la llamada democracia española -democracia: una vez más el secuestro de las palabras, la destrucción de los conceptos- tiene que ver, en mi análisis subjetivo, con el mundo del que se habla en la novela, para mi una de las mejores del siglo XX, de Thomas Bernhard, Extinción. No es tiempo de elucubrar sobre lo que existe tras los planes estratégicos, fines y ambiciones de Pablo Iglesias, que será de la evolución del movimiento que él lidera -lidera: palabra tan nociva como peligrosa, pero hemos de usar el lenguaje convencional para transmitir nuestras dudas-, si continuará ahondando en el procedimiento y discurso -de lo mediático a la denuncia de realidades concretas- que le ha llevado a recortar en el proceso electoral el poder corrupto de la inmensa mayoría de los partidos que soportamos en la España actual -dejemos aparte el hecho "religioso" y oportunista de Cataluña- no ajenos a las estructuras y explotación neofascista del capitalismo salvaje liderado por la gran banca alemana y europea. Ignoramos si lo que pretende al combatirlos no es sino integrarse en el gran circo llamado cámara de diputados, participar en la farsa política que ahora combate, a lo que sin duda van a intentar empujarle los grandes medios que ahora le jalean, desde España a Estados Unidos y con las miras de la CIA hasta los estrategas de los grandes partidos y oligarcas que intentan siempre destruir con su dinero a quienes luchan precisamente contra ellos, y ojalá siga combatiendo esta seudodemocracia,  farsa que para desgracia de los que no podemos evadirnos totalmente de ella tiene unos guiones escritos por neoanalfabetos y es interpretada por pésimos, vomitivos actores.
 
Lo importante es el grito que Pablo y Podemos han dado para marcar la extinción, el inicio se sobreentiende, su posibilidad si crecen y se multiplican sus participantes en ella, de esta ininterrumpida representación escénica en la que las víctimas, aturdidas por el espectáculo visual que las entontece, agonizan. Siempre saludaremos los pequeños incendios que vayan lamiendo y formando círculos destructivos de la alfombra roja en que se desarrolla la gala de la virtual política de nuestro tiempo.
 
Felipe González ha graznado contra esta incursión de Podemos en el que, según su criterio, debiera ser territorio acotado para los que como él son actores privilegiados y bien pagados del sistema que contribuyeron a desarrollar a la muerte de Franco.
Y mientras escribo se celebra la otra feria, comercial y destructora de la creación y el pensamiento con su parafernalia publicitaria y mercantil además de estupidez mediática, en el Retiro madrileño. Ah de los escritores, que dados son a las galas, los oropeles, el entierro del corazón en que se refugia, frente al vocinglerío, la estupidez y el esperpento circense, la auténtica creación literaria. También la literatura se encuentra necesitada de una pequeña sacudida sísmica como la desatada en el campo político con la irrupción, por limitada que sea en su alcance- de este fenómeno Podemos.
Vayamos ahora, siento que tenga que escribir estas líneas en un medio de expresión prácticamente clandestino, y por tanto que las palabras que voy a reproducir no alcancen a Pablo Iglesias, escritores o políticos, que sirvieran para una mínima reflexión. Pero reproduzcamos unos fragmentos extraídos, sobre estos temas, de la obra Extinción.
Sobre el Socialismo, la Iglesia Católica, dos poderes, el uno en decadencia -gracias entre otros a gentes como Felipe González- el otro como siempre pujante -por cierto, en el discurso de Iglesias no encuentro el ataque de Podemos a este gigante político e ideológico, también mediático, que se muestra incombustible en nuestra perenne España.
 
SOCIALISMO
Hoy no tenemos ningún socialismo real, en ninguna parte del mundo, solo ese fingido, simulado... Nuestro siglo ha logrado que la palabra de honor del socialismo se arrastre por el fango de tal manera que resulta francamente para vomitar... Los que pensaron el verdadero Socialismo y creyeron en él y creyeron haberle fundado para la eternidad se retorcerían en sus tumbas si pudieran ver lo que sus repulsivos seguidores han hecho de él.
 
IGLESIA CATÓLICA.
La Iglesia Católica tiene sobre su conciencia al hombre destruido, al caotizado, al en definitiva completamente infeliz... Millones y, en definitiva, miles de millones deben a la Iglesia Católica el haber sido radicalmente destruidos y echados a perder para el mundo, el que en naturaleza se haya convertido en antinaturaleza.
 
ESCRITORES
Los escritores, en conjunto, son la gente más repugnante que hay... A todos esos escritores que visité o más o menos espié los considero hoy como abyectos, si , innobles, si, tontos, que han conseguido cierta fama literaria, a cuya compañía puedo renunciar, porque solo me dan su mediocridad... Todos ellos son absolutamente burgueses, lo mismo que lo que escriben y lanzan al mercado... Hoy tenemos una literatura provinciana... No, nunca quise ser escritor, pero sin embargo, siempre he tenido la idea de escribir algo solo para mí. No soy realmente escritor, solo un intermediario de la literatura.
 
 

La Linterna del S. XXI