sábado, 1 de septiembre de 2012

En la estela de Stanislaw Lec -2-

Lunes 3 de septiembre de 2012.
Número 35
 
En la estela de Stanislaw Lec - 2 -
 
50 reflexiones para interpretar la España de 2012.
 
                         ÍNDICE
 
La nueva llegada de los bárbaros
 
¿Quién tiene la palabra?
 
En la estela de Stanislaw Lec:
6. ¿Qué es el caos? Es el Orden que fue destruido con la creación del mundo.
7. He soñado con esta frase publicitaria para medios anticonceptivos: "Los no nacidos os bendecirán"
8. También el analfabetismo de los demás hace más difícil escribir
9. Cosa terrible es nadar contracorriente en aguas sucias.
10.Cuando los caníbales quieren conocer el sabor de la ciencia le cortan la legua a los científicos.
 
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 La nueva llegada de los bárbaros

Partidos políticos y sindicatos del extinguido poder pero que se siguen autocalificando como de izquierdas, y los ciudadanos con sus votos, les abrieron las puertas. Y los bárbaros hicieron de nuevo su irrupción arrasando cuanto ocupaban. Ahora no eran aviones nazis ni camisas y legiones pardas quienes les apoyaban: ahora eran bancos y dirigentes alemanes y políticos y legisladores sometidos a sus designios, quienes les dictaban sus exigencias.
Gobernaban por decreto con el apoyo de los medios de comunicación. Sus rostros y palabras adoptaban diferentes formas y expresiones: somnolientos y fatigados, extrañados por tener que dar explicaciones, patibularios, jesuíticos, gitanescos, vampíricos, modelos recatadas, mujeres poco agraciadas y de lánguida y triste faz, beatas, huidizos y chulescos, el payaso que se encuentra en todos los saraos hablando sin saber de que habla, el aristócrata sin título ni castillo del que posesionarse al que ya solo le queda pasear sus viejos modales, el hosco y amenazante resucitador de procedimientos de otros tiempos, quién porta sus códigos y mamotréticas leyes con ojos asombrados de que puedan contemplarse otras cosas. A todos les unían herencias de viejas barbaries: fanatismo, deshumanización, fariseismo, leguleyismo, servilismo a los auténticos amos del poder, lenguajes propios de los analfabetos del tiempo en que vivimos. Herederos o descendientes del gran Caudillo y de su más cercano representante, el homúnculo imitador. Habían aprendido, eso sí, la jerga impartida por las escuelas el gran Imperio, tan cara a los medios de comunicación: deconstruir el lenguaje, volver incomprensibles palabras y conceptos, manipular y tergiversar a su antojo cuanto salga escupido por sus bocas. Consignas que se repiten y repiten machaconamente con una simplicidad criminal y perfectamente orquestada por todos los miembros del gobierno y su partido.
Descalificaciones, peores que insultos, de los auténticos trabajadores por quienes no son sino corruptos semianalfabetos.
Cada vez resultaba más difícil huir de ellos, refugiarse en algún lugar inaccesible para el sonido o la lectura de sus reiterativas, sucias, embusteras voces.
Por eso uno regresaba a Stanislaw Lec y continuaba conduciendo sus pensamientos a nuestra realidad. Isla bienaventurada como la que buscaba Hölderlin. Habitáculo para sobrevivientes, aquellos que todavía creen en el pensamiento, la sonrisa de las criaturas que crecen al mundo sin memoria del pasado ni consciencia del presente, la música del silencio.
Dejemos que los otros retornen, bajo el yugo de los bárbaros que destruyen sus conquistas sociales y anulan la cultura, la libertad y la belleza, a las cavernas, aunque éstas sean ahora virtuales y se pueblen de ordenadores, televisiones de plasma, trajes nuevos de tipos como el Hugo Boss que vestía a los nazis, o galeristas que descienden de quíenes daban dinero a Hitler para que culminara su proceso civilizatorio, para su noche y niebla, y con la perspectiva de casinos y hoteles de lujo y locales de alta prostitución de dadivosos magnates, lumbreras al parecer del desarrollo y del arte al servicio de los viejos nuevos gánsteres americanos.

¿Quién tiene la palabra?

Vosotros, quienes todavía conserváis las llaves que abren el pensamiento a la reflexión y la crítica, ´debéis tener la palabra.
Ellos, corruptos embaucadores al servicio del poder, tienen los medios. Los llaman de comunicación, pero son de embrutecimiento, alienacíon se decía décadas atrás.
La palabra está abocada al silencio. Las soflamas y mentiras de los medios a los votos.
Y la democracia no es ya, gracias al poder del dinero, sino el camino que conduce al golpe de Estado. No lo dan militares con fusiles, sino oligarcas con decretos políticos y económicos, bancos que ocultan los nombres de sus dirigentes bajo el de la palabra todopoderosa que reina ahora entre nosotros: mercados
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Regresamos a Stanislaw Lec.

6. ¿Qué es el Caos? Es el Orden que fue destruido con la creación del mundo.

No escribiremos de lo que resulta imposible hablar: la creación del mundo. Si nos referiremos al Caos. El Caos y el orden caminan juntos. Como los sumos sacerdotes y los jueces, los catecismos y las leyes.
En nuestro presente el Caos es el lenguaje. Ya no se confundirán las lenguas. Se impone una que pretende destruir el lenguaje. Hasta que se consuma y elimine el pensamiento. Maestros, en el año 2012, de las mentiras elevadas a verdad absoluta. La reiteración, repetición de las mentiras para convertirlas en verdades que pedía Goebbels, antecedía a los hornos crematorios.
En España, nombres como los de Rajoy o su adjunta Cospedal no son sino el nombre de todos los nombres. Sus mentiras acaban siendo asimiladas y convertidas en votos.
Canta el pueblo en los grandes fastos deportivos: soy español, español. Y así agoniza y puede desaparecer cantando.
¿Imaginamos a las ratas asomándose a las bocas de las alcantarillas y cantando todas al unísono, miles y miles de ratas: soy rata, soy rata.
Digámoslo más poéticamente: los ciudadanos son hoy herederos de aquellos hidalgos reflejados por la novela picaresca que cuando abandonaban las vacías despensas de sus rancias casas y salían a la calle, sacaban las migas de pan que conservaban como oro en paño espolvoreándolas por su único traje para mostrar su hidalguía.
¿Qué nuevos triunfos nos esperan de nuestros sacrificados y heróicos patriotas deportistas, para que continúen cantando y bailando los agradecidos ciudadanos del soy español, español?

 7. He soñado con esta frase publicitaria para métodos anticonceptivos: "Los no nacidos os bendecirán".

¿Por qué se preocupan tanto del tema del aborto las ministras de los escaparates de Serrano o los ministros del besamanos de los Cardenales? Curas, obispos, sueñan y gozan en sus sueños con imágenes de niños sonrosados y rubicundos, o niñas de doradas trenzas, a los que enseñan con palabras y manos como se debe huir de los actos pecaminosos, no digamos nefandos, mientras despiertos braman e imponen sus doctrinas contra el abominable aborto y predican la castidad cristiana. Saben elegir palabras de los cuentos e historias bíblicas para peedicar la sumisión y la necesaria esclavitud de quienes fueron condenados a trabajar para dar su fruto a los poderosos. Los nacidos han de ser acogidos y sometidos a sus leyes. La mujer no es sino la serpiente del Paraíso. Puede dar placer siempre que se arrastre ante el hombre y no intente igualarle en sus derechos. Cristianos y musulmanes se identifican a la hora de valorarla, aunque éstos últimos lleven siglos de retraso respecto a su desarrollo social. ¡Como añoran nuestros gobernantes los tiempos de la Sección Femenina! Ah, la doctrina del franquismo: hijos, familias numerosas, trabajadoras en casa, las que trabajen en puestos menores y peor remunerados, y un cupo de ellas para los prostíbulos de lujo, incluso bendecidas por el matrimonio. Debieran pensarlo las mujeres: el camino de la Iglesia, de quienes en ella se miran, las conduce al abismo. Naturalmente ese camino no necesitan recorrerlo las pudientes, prominentes, aristócratas o esclavas de lujo. Y en la hora presente los no nacidos bendecirán su no explotación, y los nacidos o luchan o pagarán su entrega.

8. También el analfabetismo de los demás hace más difícil escribir.

Es un pensamiento torturante. ¿Para quién escribes si apenas cuatro te leen? ¿Piensas acaso que la palabra no ha sido secuestrada por los mercados, que la no declarada, invisible, y cada vez más poderosa censura, no guillotina las ideas?
Pobre de tí, escritor, que todavía no te has suicidado... literariamente.
Admirado Lec: no puedes saber lo amargo que resulta vivir en esta tan corrupta como antiestética y anticultural España de nuestros días. Tus palabras, como las de otros compañeros, nos ayudan a mantenernos despiertos, y gracias a ellos, y al juego que nos prestan, nos animamos a continuar reflexionando.

9. Cosa terrible es nadar contracorriente en aguas sucias.
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No resulta terrible Lec, sino necesario. No son aguas sucias solamente, sino que se han desbordado. O nadas o te ahogas.

10. Cuando los caníbales quieren conocer el sabor de la ciencia le cortan la lengua a los científicos.

Lo malo de los caníbales actuales es que además de cortarles la lengua huyen despavoridos -como otros ilustres antepasados- de cuanto tenga que ver con ciencia o cultura. ¡Con tal de que no les dé por el fuego...!

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