miércoles, 10 de mayo de 2017

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3. SOBRE EUSKADI, LA CONTINUIDAD REPRESIVA DEL GOBIERNO Y LA FALTA DE DIÁLOGO.  FERNANDO ARAMBURU Y CITAS DE JOSEBA SARRIONAINDÍA.
 
Primera cita.
 
En el País Vasco no hay sino piedra, vasquismo sordo, vasquismo mudo. En la piedra vasca no hay sino ruido de golpes y ecos.
 
La ideología cristiano franquista, la continuada práctica y doctrina inquisitorial, la "profesionalización" económica y política de quienes dirigen las asociaciones de víctimas del terrorismo, y los intereses cavernarios del Gobierno y del Estado. que necesitan de una constante percusión publicitaria sobre un tema en el que se consideran vencedores para así desligarse de sus propias violencias políticas, económicas e incluso terroristas, se superponen a la necesidad de un diálogo entre quienes, afortunadamente, cesaron en su violencia terrorista para buscar otros caminos de acción política. Continuidad de directrices trazadas desde los tiempos de Aznar y Mayor Oreja, para instrumentalizar a las víctimas de ETA, con organizaciones que hablan en su nombre para servir sus intereses presentes y de futuro. Mientras se culpabiliza a quienes hablan de diálogo. Al fin, buenos seguidores de Santo Tomás de Aquino:
 
Los mayores gozos de los bienaventurados en el cielo será contemplar los sufrimientos de los condenados en el infierno.
 
Aquí, los bienaventurados son los "vencedores" y los sufrimientos de los "vencidos", los presos y militantes o quienes busquen la pacificación para Euskadi. Imaginemos la diferencia con lo ocurrido en otros países. Uruguay, por ejemplo, donde un "terrorista" llegó tras la paz a ser proclamado Jefe de Gobierno. O lo ocurrido con el IRA en Irlanda. O lo que se vive actualmente en Colombia.
Porque las víctimas, no son quienes pueden reclamar un papel político. Ellas, por desgracia, solo son víctimas y nada ni nadie podrá ya compensarlas. Víctimas reconocidas como tales, a diferencia de las miles que ocasionó el genocida Franco y muchos de sus dirigentes, a las que incluso no sólo no se reconoce, sino que se prohíbe buscar sus "restos".
Euskadi, que también sufrió otro terrorismo, con torturas, represiones e incluso asesinatos, luchó en tiempos del franquismo por su libertad ante la represión no solo política, sino incluso cultural que sufría. Eso llevó a luchas de toda índole, pacíficas, violentas, y al final, desgraciadamente, equivocadas.
 
Segunda cita.
 
A veces da la sensación de que los huecos de la tierra se llenan con nuestros muertos y nuestros sueños.
 
Los corruptos gobernantes del Gobierno español, que someten a gran parte de los ciudadanos a una siniestra explotación y destrozan derechos humanos y hasta pálidas conquistas sociales, no solo desean "honrar" a los muertos, sino victimizar los sueños de justicia y libertad de quienes quieren una paz justa y no el eterno "¡ay de los vencidos!"
Pero el lenguaje es hoy una impostura. Quienes hablan de paz solo piensan en la venganza. Y quienes son condenados al silencio o denominados incluso "cómplices de los terroristas" solo desean buscar unas estructuras socio políticas ajenas a la corrupción y otras formas sutiles de represión. Ya Friedrich Nietzsche decía que no hay razón en el lenguaje, que el lenguaje es una vieja embaucadora y que mientras sigamos creyendo en la gramática no ahuyentaremos la idea de Dios, no superaremos nuestras estrechas limitaciones. Ese lenguaje que en cambio bendice torturas, guerras, bombardeos, Patrias, banderas, y si es preciso envía a la muerte a sus ciudadanos, o destruye ciudades y pueblos en aras de sus intereses económicos. Pero eso no son ni atentados ni actos de terrorismo, aunque causen millares y millares de muertos.
Se habla de paz mientras continúa la represión y se castiga a las familias de los presos, a los que al tiempo se aplican leyes especiales a modo de venganza. Nadie pone en duda lo inexcusable de la paz ni deja de condenar la deriva de ETA como impulsora de atentados sin justificación ni humana ni política, pero tampoco dudamos de que cuando estos gobernantes, que fueron ministros del Interior o aprobaron las torturas a todos los detenidos vascos y propiciaron incluso asesinatos policiales de bandas surgidas a las sombra del Estado hablan de paz, implican en sus condiciones que se acepten las estructuras socio políticas y culturales establecidas de dominación capitalista y sometida al imperialismo multinacional. Y de hecho buscan que se acepten sus monopolios de la violencia.
 
Fernando Aramburu. El compromiso de los escritores.
 
No vamos a referirnos a la obra literaria del escritor. Reflexionamos sobre el escritor y su compromiso social, político, con ocasión de la concesión de uno de los innumerables premios recibidos por su última obra, que siendo literaria, han convertido sobre todo en política. El de Francisco Umbral. Fotos en que aparece, condescendiente, por usar una palabra no lesiva, al lado de personajes como Rajoy, Zoido, Méndez de Vigo, Cristina Cifuentes, Ana Pastor y otros. Habla Rajoy que nos sorprende al decir que había leído con entusiasmo su novela. No nos asombra por lo del entusiasmo, sino porque haya sido capaz de leer un libro, cuando se nos había dicho mil veces que solo leía diarios deportivos.
Y cuando habla Aramburu, que desde nuestro punto de vista, en los momentos que atraviesa España no debía aceptar rodearse de semejante compañía, y ya que lo hizo, no dirá una sola palabra para denunciar el "terrorismo de la corrupción", que empobrece e incluso mata a tantos ciudadanos españoles, ni, aprovechando la presencia del Ministro que se dice de Cultura, denunciar a un Estado en el que los escritores jubilados no pueden cobrar sus derechos de autor, ni las conferencias que den, o artículos que escriban, si esa cantidad sobrepasa los 7.000 euros anuales, porque de ser así, se les quitará o rebajará al mínimo la pensión, no llegará a doscientos euros al mes con lo que tendrán que vivir si carecen de otros bienes.
 
Esas imágenes en las que todos aparecen sonrientes y parecen buenos compañeros y sobre todo esa ausencia de palabras por parte del escritor sobre la realidad que nos acosa, deforman al propio escritor que es incapaz en ocasión semejante, por quienes le acompañan, de realizar una sola crítica, ya que le brindan la ocasión, sin que le impongan la censura, que tantos sufrimos por no poder decirles en su cara lo que pensamos de semejantes gobernantes, sobre quienes destruyen el pensamiento, la literatura, la libertad y la ética.
 
Última cita de Joseba Sarrionaindía.
 
La patria de los vascos es el euskera. El euskera es nuestra patria, pero una patria que nos ha sido usurpada y escamoteada durante generaciones, pues los vascos hemos nacido en un pueblo sometido y humillado al que se le ha impuesto otro idioma y otra cultura. Yo creo que casi todos los vascos añoramos un uso natural,  práctico e inocente de nuestra lengua, como anhelamos un país en que no tengamos que reivindicar y reafirmar nuestra nacionalidad sino que podamos ser vascos sin restricciones y casi inadvertidamente... Vascos en el mundo, sin perder las raíces y la lealtad a lo heredado, lo que podría decirse sentido de la tierra, pero abiertos a la universalidad, a otras tradiciones y a otras sensibilidades que también representan sentido de la tierra. El mundo debe formar parte de nosotros, si queremos formar parte del mundo... Nuestras raíces en la lengua y la cultura vasca no son para cerrarse sino para abrirse a otras tradiciones.
 
 
 
 
 
 
 
 
 


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