lunes, 6 de junio de 2011

Academia de la Historia: Gürtel y Terrorismo

Número 21.
REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA:
GÚRTEL Y TERRORISMO SOBRE
LA MEMORIA, EL PENSAMIENTO Y LA LIBERTAD.


¿Acaso debiera nadie asombrarse de su Diccionario Biográfico? Y desde luego, las lamentaciones o peticiones para que se cambien los testos sobre determinados personajes en él incluidos, me parecen vacuas. Las Academias, de la Historia, de la Lengua, otras similares, no son sino secuelas del franquismo, como la Monarquía. Como instituciones deben ser denunciadas, y no por los lógicos resultados que producen. Siempre se buscan "chivos expiatorios" para culpabilizar sistemas políticos, económicos, o culturales. No nos cansamos de repetirlo. Nazismo, fascismo, capitalismo no son productos de unas personas: al mal se apuntan, lo apuntalan, instituciones enteras, que comprenden: la Iglesia, el Ejército, las Policías, la Judicatura -todas con mayúscula, tal es el poder que desde los Reyes Católicos han poseído en España- e intelectuales de varia condición: arquitectos o escritores, periodistas o catedráticos y profesores de enseñanza, médicos, abogados... Ellos, los que a su vez se encargan de reprimir a los otros intelectuales, los heterodoxos y disidentes, cuando desaparece el Dictador, continúan ejerciendo, bajo otras formas y sistemas, su labor de opresión, explotación económica, censura. Ellos y quienes en el fondo piensan como ellos aunque empleen otro lenguaje. En la España de hoy los encontramos por todas partes: en las Academias, en los Ayuntamientos, en las Universidades, en los periódicos, en los Bancos y Consejos de Administración de las Empresas, en las policías estatales o nacionalistas. Franco es el que llevaba razón: lo dejó todo atado y bien atado.


¿6 millones de euros ha costado el Diccionario? ¿Y que es eso comparado con el dinero que se reparte a la Iglesia, a los ejércitos, a "ayudar" a banqueros y empresarios para que aumenten sus sueldos y beneficios, a fundaciones, etc etc?. Este, el que ejercen los "intelectuales" religiosos, de los medios de comunicación, de semejantes instituciones, es el peor terrorismo que existe: el que socava y destruye la capacidad de pensar de los ciudadanos. Para ello cuentan con la poderosa ayuda de la mayor parte de los canales televisivos, radiofónicos y periodísticos. A la España del miedo, miedo desarrollado por el franquismo que hizo de torturas, asesinatos y censuras de toda índole la única ley, y que todavía impregna a este país de larga herencia inquisitorial, ha sucedido la España de la alienación en la que navegan instiutuciones como la Academia de la Historia. ¿Hemos de extrañarnos que luego florezcan y se vote a personajes como Aznar, el Bigotes, Camps, Fabra, Cospedal, Aguirre, todos bajo la vetusta mirada de uno de los vigías de la transición neofranquista, Fraga Iribarne, todavía en activo?


Gracias a la Real Academia de la Historia y a sus más ilustres próceres y miembros, por recordarnos que quienes hablan de memoria histórica son unos ignorantes: que en la España que inaugurara Franco con sus crímenes bendecidos por la Santa Iglesia, todavía sigue amaneciendo como escribe Sánchez Dragó.


Próximo número de LA ANTORCHA DEL SIGLO XXI, salida el 14 de junio:

15-M. REVOLUCIONES EN VERANO. CRÍTICAS DE LA CULTURA. LOS PIGS DEL NEOLIBERALISMO.

Colaboraciones: CARLOS TAIBO. SOBRE EL PROGRAMA DEL MOVIMIENTO 15.M


JUAN JOSÉ LANZ (UPV/EHU): OPINIONES MOHICANAS DE UN CIUDADANO CABREADO.


Para leer la revista: andressorel.blogspot.com o poner en google: la antorcha del siglo XXI

1 comentario:

Abelardo Martínez dijo...

Admirado Andrés: Cuando nació esporádicamente el movimiento del 15M, quise vislumbrar en el paisaje algo nuevo que irrumpía con la fuerza de una incipiente revolución; al menos así quise creerlo. Tras celebrarse las elecciones y ver como en Valencia, vivero y despensa de corrupción institucional, ganaba de nuevo con aplastante mayoría el PP, comprendí que ese movimiento estaba condenado al fracaso nada más nacer. La democracia es el pensamiento de la mayoría y esa mayoría aplastante, daba de nuevo un cheque en blanco a chorizos y desahogados. Ante esto, no tengo argumento alguno...

La Linterna del S. XXI